Ayer, Sigfrido Pared Pérez, Secretario de las Fuerzas Armadas, hizo una advertencia a Francisco Alberto Caamaño Acevedo, Teniente Coronel del Ejercito Nacional y a su vez, hijo del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Las declaraciones del general Pared Pérez expresan la disciplina de un militar apegado a los estamentos castrenses y agrega una discreta amonestación adherida a toda lógica. Sin embargo, dichas advertencias hacia el Teniente Coronel Caamaño Acevedo, vienen confirmar que el heroísmo de su padre sigue presente en la sociedad dominicana. Y que la historia aun mantiene viva la hazaña de Abril cuando el pueblo pisoteado por la usura democrática, exigió en las calles el retorno del presidente Juan Bosch, derrocado en 1963. Ahora, ese mismo pueblo tiene sobre sus hombros una galopante corrupción arropada por un océano de impunidad. Nadie, absolutamente nadie, puede pasar la gloria del coronel Caamaño a la página siguiente: el pueblo lo tiene presente y el Secretario de las Fuerzas Armadas tuvo que salir al frente y advertirle a su subalterno que se abstenga de ofrecer declaraciones con tintes políticos sobre los restos de su padre. Sin embargo, esto no es asunto de emotividad familiar: ¡La sangre y la historia tienen sus respectivos misterios! Así, las estrellas y los muertos se encargan de tejer su propia historia: unas brillan entre las grietas de un pasado que exige su presente y otros desafían a su larga penitencia.
El general Pared Pérez confirma a las Fuerzas Armadas como una institución sólida que ha alcanzado un alto desarrollo democrático. Y algo sorprendente: pueda que su liderazgo esté muy por encima de ciertos dirigentes que alguna vez fueron de la izquierda y hoy se dedican a remover las cenizas burocráticas de gobiernos de corruptos. ¡Es que la revolución como el mar sereno se encarga de depositar la basura en los acantilados! Aquellos que verdaderamente han dicho presente, la historia en su momento, tocará la selecta puerta de la gloria. Sin lugar a dudas, la sociedad dominicana ha sido tejida de heroicidad: la invasión del 14 junio de 1959 y la guerra de abril de 1965, son hogueras en la conciencia de un pueblo secuestrado por partidos que han tomado por asalto al patrimonio nacional. Y el Secretario de las Fuerzas Armadas, no puede estar ajeno a que el pueblo dominicano ha sido carne de cañón de los abusivos negocios corporativos de esos mismos partidos que se han apoderado del erario público a través de la usura democrática. Y si a todo esto se agrega la falta de empleos; esa gran mayoría que vive literalmente en la miseria; el saqueo al sistema energético nacional y el robo a los fondos públicos, estamos, entonces, en los predios de un volcán que en cualquier momento podría derrumbar una torre de fuego.
Todos estos ingredientes pronostican que en la sociedad dominicana podría revelarse el diabólico río Solié cuyo caudal seco y repleto de piedras nos confirma nuestra tragedia; dicho río hizo pasto de cientos de dominicanos de la provincia de Jimaní, desprotegidos de un Estado a merced del soborno; un Estado indefenso ante el espejo cotidiano de tan aberrante impunidad.
No obstante, las preventivas declaraciones del general Pared Pérez me transportan desde el trágico escenario de río Solié, hasta la muerte de Alexander Ilich Ulianov, hermano mayor de Vlamidir Iich Ulianov, mejor conocido como Lenin, padre del proletariado internacional. Alexander fue condenado a la horca después de haber sido falsamente acusado de que pondría una bomba en el carruaje que viajaría el zar Alexander III; aquello aconteció cuando Lenin era un adolescente y presenció cuando su hermano mayor era ahorcado en una plaza pública de Rusia. Asunto éste que sin lugar a dudas despertó en el joven Lenin dos ideas: liberar al pueblo del hegemónico poder los zares y luego en 1918, después de haber triunfado la revolución bolchevique pasó su propia factura a la familia imperial rusa. Ahora el rumor de la sangre exige una respuesta: ¿Murió en combate el coronel Caamaño? ¿Andan ocultos entre los arrecifes del miedo aquellos que dieron un tiro de gracia al Héroe de Abril?
Nunca se tiene a mano como la historia y el destino saldan sus propias deudas: Palma Sola sigue ahí como un volcán que espera por su llama y la guerra de abril como una herida abierta en la conciencia del pueblo.