Todas las hipótesis sobre el lenguaje privado y público, apuntan a una lógica de las normas del sujeto en el campo de la acción social, de tal manera que el flujo de las acciones jurídicas, deónticas o legales del sujeto social, admite una afirmación y un rechazo que tiene que ver con sus manifestaciones psicosociales y con el enfrentamiento de los usos y normas vigentes de la sociedad.

El lenguaje privado es el receptáculo primario del conflicto social, puesto que él recibe o asume en silencio y actitud las acciones del mundo exterior, así como las “miradas del otro o de los otros”. Éste elabora su trama a partir del reconocimiento de las acciones y de la vida misma. No obstante, la relación entre sujetos sociales y  estado de cosas de lo social, opera como una serie de argumentos contractuales y responsivos con finalidades demostrativas y denominativas en el ámbito del escenario lingüístico y social.

El sujeto del conflicto memoriza, declara el tema del conflicto y lo representa de manera ideal, identificándose muchas veces con el protagonista que, en resumidas cuentas, es él mismo. En este caso A se encuentra en conflicto con B, en conflicto con C, en conflicto con D, etc.

NOTA

EVS: Expresiones verbales simples.

EVC: Expresiones verbales compuestas.

En un relato donde la actuación de A tiende siempre a ser muy positiva y ventajosa, el sujeto conflictivo gana siempre la partida, puesto que reduce la acción de sus propios intereses siendo él víctima o verdugo, cumplidor o infractor. La comunicación se adecúa interiormente a sus finalidades.

La conflictividad en lo social “enuncia”, se expresa como sistema referencial acentuando temáticas o materias muchas veces elegidas y con particularidades propias de una acción conocida  los sujetos comunicacionales. La condición de esta conflictividad ajusta o desajusta la acción segmentada en argumentos o cuadros que advierten la comprensión de todo el tramado de la sociedad.

Existe en los diferentes contextos del lenguaje público y privado un intérprete y objetos interpretados que tienen a su vez un motivo de comprensión en el discurso público, a la vez que sirven de traductores de las acciones llevadas a cabo o representadas por los grupos de poder y de presión. Estas últimas funciones y estructuras manipulatorias denominadas sociológicamente grupos, responden a intereses que no en todos los casos deben entenderse como “públicos”, sino como potencialidad interpretativa privada.

Toda la intención del lenguaje privado sería la significación de los procesos sociales en tanto que espacios-L conscientes o inconscientes que funcionan, tanto en la comunicación pública, como en la comunicación interpersonal o privada.