Surgen y se autocalifican como Dance, o El baile de, o con cualquiera de ese tipo de nombre. Ese es el costo de no estar invitado a Mar-A-Lago. Piensas en Palm Beach donde Donald tiene gran recepción para sus amigos. Podría darse el caso de un canal de Youtube que tuviera más de diez bailarinas (como en el video Amazing del 2004, de la producción Patience donde George utiliza modelos). Intentas encontrar ese canal. Intentas no pensar en el asunto argentino, y menos en el chileno.
Lo tienes bien claro: lo tuyo era Róisín Murphy, y la adictiva Kiley Minogue (que está inmortalizada con una estatua en bronce en Melbourne, Australia). En ellas se refugia ese ritmo que no tienen los gobernantes frente a la cámara. Hay malos gobiernos y buenos gobiernos. Descifrar qué es un mal gobierno es una tarea del ciudadano. Estudiarlo y descifrarlo. Luego, dar tu veredicto a los demás.
Quedaba el recurso de observar el jacket de plástico. Lo viste en el video de la amada artista Murphy que, con mucha gracia, había entrado al salón. Usa el plástico en la forma de una capota que mira la otra gente del restaurante. Ella usó el restaurante como una pista de baile (para decirlo como Ella usó mi cabeza como un revólver, del mundo de Gustavo C.).
Fue cuando te enteraste que también la moda puede ser partícipe de una postura ideológica. Evidentemente, puede estar en un disco o en una pose frente a un póster de Bruce Lee o en el estilo de un nuevo diseñador de moda. Puedes sentir que está en un baile frente a la cámara o a la multitud en Hyde Park, Belfast o Manchester (donde te sientes como un extranjero pero parte del paisaje).
Esa es la manera en que inviertes tu tiempo de ocio en una mañana de sábado, lejos de los campos de golf de Mar-A-Lago. En el lugar tampoco habrá reunión del G-7, y no habrá discusiones importantes para todos. Que beberían allí? No sabemos todavía. Pero estamos haciendo la investigación. Algo fino? Por supuesto. Donald tiene el pelo más suave, y está en el pódium para decirnos que es el más sincero de todos los presidentes que hay en la esfera global, como pensaría Murphy sin haber bebido nada.
Con suma inteligencia, Hillary lo había dicho claro en su libro What Happened (Simon and Schuster 512 p.) Los Estados Unidos habían entrado en Afganistán porque los rusos habían entrado, y luego de expulsarlos, pues también lograron reforzar a esa fuerza conocida como ISIS. El presidente norteamericano hizo énfasis en el hecho de que el terrorista –capturado y muerto– había sido el más buscado de los hombres de la fuerza terrorista durante años. Tuvo que expresar eso al pueblo americano para que la gente entienda el problema que es combatir con este tipo de personajes.
Elegidos los que van a los cargos, a uno solo le resta esperar que la campaña electoral se haga de la manera más legítima. En el caso de Biden, la gente podría opinar –de manera nada poco elocuente– que el entramado ha notificado a algunos de cierto acorralamiento que Trump no ha denunciado en sus apariciones públicas. Sonaría extraño que Graham sea un invitado a las canchas de golf, y un gran aliado en el senado –como en efecto es–, y pueda decirnos que estaría abierto a cualquier discusión sobre el tema si se encuentra algo Quid Pro Quo. Como puede percibirse, Graham tiene claro que entenderá toda la trama que reconoce como un proceso electoral que otros comenzarán a sentir como una lucha sin cuartel contra su amigo.
Trump mismo ha dicho –lo ha dicho de manera pública–, que los Bidens deberían ser investigados por los organismos formales de investigación. En el caso de lo que ha dicho Graham, no tenemos por qué negar que se trata de un aliado que tiene carácter de independencia, al que el mismo Trump le recomienda cuales son los temas que le conviene tratar en los medios (incluyendo redes sociales). Habla del beneficio de la gente de South Caroline, su lugar de nacimiento. Asimismo, Trump habla de los demócratas que no hacen nada. E invita al importante senador a concentrarse en ellos. Ha comenzado otro proceso ahora con la muerte de quien fuera el líder de ISIS durante los últimos años.
No ir a Mar-A-Lago tiene el problema de no poder estar cerca de ese poder y tener que refugiarte en el mundo de Kylie de manera en línea. Pero no hay que quejarse. En momentos de problemas políticos, ella permanece contigo. Sigue siendo la más linda, de acuerdo a las cartas.