Recientemente fue sometido a discusión en la Cámara de Diputados el anteproyecto de Ley de Salud Sexual y Salud Reproductiva, iniciativa de algunos legisladores apoyada por instituciones que trabajan en Salud Sexual y Salud Reproductiva como Profamilia, Centro de Estudios de Género de INTEC, Núcleo de Apoyo a la Mujer-NAM, Sociedad Dominicana de Ginecología y Obstetricia, entre otras.
El conocimiento del proyecto de Ley ha generado reacciones adversas de algunos sectores entre ellos la Jerarquía de la Iglesia Católica y algunas Iglesias Protestantes.
En estudios etnográficos y cualitativos que realizamos en contextos rurales y urbano-marginales en distintas provincias desde 1998 a la fecha (Vargas-Ramírez/CONAPOFA 2008, Vargas-ONUSIDA 2012, Vargas-FUNDEBMUNI 2013, otros…) se constatan diversos casos de niños, niñasy adolescentes víctimas de abuso sexual, violaciones y acoso desde temprana edad, así como relaciones sexuales iniciadas en situaciones de alto riesgo.
El más reciente de los estudios que realizamos para la Fundación Abriendo Camino (2014) “Retrato Cualitativo de la Adolescencia en Villas Agrícolas” muestra una población adolescente de sexo masculino con inicio de su sexualidad en edades entre 7-13 años. Niños que fueron violados o acosados sexualmente y no habían conversado sobre ello con su familia ni habían recibido ningún tipo de orientación ni en su familia ni en la escuela. Estos aspectos también aparecen en otros barrios del Gran Santo Domingo y Santiago y en otras provincias del país desde otras investigaciones.
En todos estos casos se presenta como factor común la desinformación, desconocimiento y ocultamiento de su sexualidad.
Muchos niños, niñas y adolescentes de diversos estratos sociales, contextos rurales y urbanos se socializan sin orientación, seguimiento y diálogo en sus hogares y centros educativos sobre su cuerpo y su sexualidad, por tanto no manejan herramientas para enfrentar continuas situaciones de riesgos.
No conocer sus derechos ha provocado su silencio y permisividad frente al incesto, acoso y violaciones sexuales, propagación de infecciones de transmisión sexual y del VIH y SIDA. Las familias se muestran con grandes deficiencias en el manejo de orientación y seguimiento porque sus miembros no recibieron educación sexual y reproductiva y manejan tabúes y patrones discriminatorios sobre ello. Existen muchas barreras en la comunicación intrafamiliar que se agudizan en el abordaje de temas tabúes como el manejo del cuerpo y la sexualidad.
La posibilidad de romper con esta realidad se abre con este nuevo proyecto de Ley. El mismo descansa en la Constitución de la República (2010) en sus artículos 7 y 8 donde se consagra la función esencial del Estado en “la protección efectiva de los derechos de las personas” y 63 que especifica esta función desde educación gratuita y de calidad.
Además de la Educación Sexual y su carácter integral. Este proyecto de Ley especifica las funciones del Ministerio de Salud en la protección de la población en los servicios de salud sexual y salud reproductiva con énfasis en el respeto a los derechos sexuales y reproductivos.
La legislación sobre Salud Sexual y Salud Reproductiva favorece el paso a una etapa de mejoramiento de las garantías de vida y derechos hacia nuestra niñez, adolescencia y juventud. Contar con una plataforma legal es importante para reclamar cumplimiento de roles de los distintos Ministerios y proveedores de servicios educativos y de salud así como del respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las personas.
Nuestra población infantil, adolescente y joven necesita que se protejan sus derechos sexuales y reproductivos, necesita una educación sexual integral que le ofrezca herramientas para protegerse y necesita servicios de salud integrales en los que no se violen sus derechos y se garantice su integridad. De esta forma se disminuyen riesgos y se preservan vidas.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY