Según algunos con distorsión cognitiva, todo lo que hagan los dominicanos para defender su territorio, población e intereses nacionales es por definición nefasto.
En conclusión, desean que tengamos 15,20,30,60% de población haitiana para que la RD deje de existir como tal. Porque eso es, y no otra cosa, lo que se esconde en ese discursito irresponsable.
Hay gentes tan "sabias" que se sabrán a Kant, Hegel, y supongo que a Foucault de memoria (la moda de los eruditos a la violeta para fardar de leídos y de sapiencia)… Muchos conceptos abstractos e indeterminados y poca Ciencia Política Materialista. Y es nulo su sentido común y, de interpretación de la realidad popular, cero patatero, un suspenso rotundo.
Un Estado tiene que guardar sus fronteras, exigir que se cumplan las leyes de entrada, sus normas migratorias, de la misma manera que se exige a ciudadanos y residentes el cumplimiento del Corpus legal, Civil, Penal, Mercantíl y un largo etc.
Eso se sintetiza en un Estado de Derecho, donde la ley obliga a todos sin distinción. Si el cumplir o no las leyes y decretos es opcional, el Estado es una ficción.
Eso no es un Estado, es dicho en caribeño dominico-venezolano, una "vaina", un aparato inútil, una entelequía, "un mojón pinchado con un palo" , no un Estado.
Aquí hay, en RD, visto con perspectiva global, unos verdaderos necios, unos cabezas de chorlitos, que sin quererlo o queriéndolo, se convierten, junto a aquellos empresarios traficantes de mano de obra para la súper explotación, en los peores enemigos internos de las clases populares dominicanas.
Juegan a ser izquierdistas (pero como dice con acierto Pin Montás serán dizque de izquierdas, pero ciertamente lo QUE NO SON ES MARXISTAS), lo cual es risible, son "izquierdistas", ¿si? … ¡a lo Vargas Llosa!
Ese que habla de fronteras abiertas para deprimir los salarios y desmontar los sindicatos es archi neoliberal y se llena la boca con la palabra libertad, pero propugna un golpe de Estado, si las fuerzas populares con un mestizo cuasi "indito" como presidente gana las elecciones.
Y es que en realidad estas gentes son adversarios del progreso para el pueblo y para este país, RD; por ende, son reaccionarios de hecho.
Nunca deberíamos olvidar quienes son, porque si esto sigue así, con esta laxitud y liberalismo pro oligárquico, el conflicto civil interno en RD explotará indefectiblemente.
Y los fariseos deberán ser expulsados del templo a latigazos (es una figura, retórica) como corresponde en un "casus belli", en un estado de guerra.
Cada minuto de indolencia que pasa es un cartucho de TNT, o más moderno, de Goma 2, colocado en las esquinas de los barrios populares… Y habrá una chispa que hará estallar las condiciones polemológicas que se van creando.
Están ocupando espacio vital en los campos y luego irán, a medida que crezcan y se organicen, cercando pueblos y ciudades.
Tienen redes comerciales por doquier en las ciudades que se pueden transformar en centros de recolección de información e inteligencia y, ¿por qué no? En comandos de acción, si fuere el caso.
Cualquiera que haya estudiado estrategia entiende lo que digo. Salvo los aquejados de ceguera para dichos hechos, por otra parte, medibles, computables y proyectables en "juegos de simulación".
Espero que nuestras Fuerzas Armadas tengan la capacidad combativa de respuesta rápida para defender a la creciente amenaza a la soberanía territorial de la RD.
Y lo digo sin tapujos, yo no temo más que al silencio cobarde u oportunista. Las críticas me resbalan como el agua, sobre la piel de los elefantes, de manera imperceptible. No me inmuta. Ladran, luego cabalgo.
El que tenga un coeficiente de un poco más de 80 (es, decir una inteligencia lógica al borde del retraso mental) , que piense, y los demás, genios o tarados, avivatos o vendidos, snobs o beneficiarios del abuso a los haitianos indocumentados y en estancia no autorizada, que soporten sobre sus espaldas el peso de la culpa de jugar el papel de enemigos internos.
Me harta la estulticia o la falta de sensibilidad de tantos con medios y recursos mentales para darse cuenta del escenario que estamos afrontando.
El problema es que si fuera cuestión de falta de datos, de información, eso se soluciona fácilmente, leyendo, documentándose, pero no es eso.
Es un problema ético cívico. Les importa un comino porque eso facilita sus planes personales, ideológicos o de revancha irracional explicable acudiendo a la patalogía psíquica.
Y cuando uno logra, a través de la observación sistemática y del análisis de inteligencia, captar la sistemática materialización del proyecto, entiende que hay que irse preparando para una guerra.
Una guerras de posiciones en todos los frentes, diplomático, político, económico, de guerra encubierta, de Inteligencia y Contrainteligencia, sin desdeñar la guerra caliente limitada y delimitada.
Dándole la importancia debida a la guerra sobre las mentes, la de persuadir al pueblo del peligro que le acecha y los medios para afrontar y reaccionar contra los argumentarios melifluos del enemigo de la Patria y del enemigo de clase.
Unidos ambos, hay que decirlo, en una nada santa alianza para debilitar nuestra identidad y cultura nacional de pueblo oprimido, semicolonial, dependiente y explotado.