Todos hemos seguido la evolución del grave problema de la economía griega, su déficits fiscales, su manejo falsificado de las estadísticas y la crisis de su deuda pública. Como otros países de Europa, Grecia vivió períodos de crecimiento, bonanza, y un aumento de los subsidios para aumentar los salarios, las jubilaciones anticipadas desde 50 años, y, en general, el estado de bienestar de una economía desarrollada.

Pero gran parte de su crecimiento primero fue sobre la base de  deudas con la banca internacional y después del crisis del 2008, sus bancos y el Gobierno fueron rescatados con préstamos y bonos comprados por la Unión Europea y sus países miembros, el Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y los propios bancos griegos. Esos préstamos de los estados provienen del dinero de los contribuyentes de cada país, de los impuestos de una país, para financiar otro país.

Los gobernantes de todos los colores, seanpolíticos de izquierdas, centros y derechas, unidos a los bancos, sindicatos y empresarios griegos han vivido de una falsa prosperidad y han desafiado toda lógica económica. Se acostumbraron a vivir de nuevas deudas y se olvidaron de la economía real y la sanidad fiscal. Pagan las nóminas con deudas.

El resultado es que Grecia ahora tiene una deuda de más de US$ 327 mil millones, que representa el 180 % del PIB. El país está hipotecado y es insolvente y para pagar los salarios, jubilaciones y gastos corrientes, tiene que recurrir a nuevas deudas, en un círculo vicioso interminable. Grecia tiene un gobierno de izquierda radical, que en realidad no se sabe que significa en esta época y un Primer Ministro Tsipras y Ministros de Economía sin experiencia práctica de Estado y con un ego irreverente e infantil, que han sido irresponsable de perder seis meses en negociaciones con la llamada Troika y los ejecutivos de la Unión Europea y sus diversos. Resultado, ahora están mucho peor que hace seis meses. Quién lo paga; el pueblo.

Han gozado con ser los rebeldes sin causa y sin corbatas. Han cometido los errores más grandes, declararon un referéndum y ganaron con el no a los recortes, para solo dos días después aceptar un draconiano rescate porque no tienenalternativas y ni dinero, un plan que es más severo y más dañino para el pueblo griego, ya atribulado, con recortes, desempleo, recesión y populismos.

La culpa, al final, es de todos, los irresponsables bancos internacionales, que prestan y compran bonos que saben que el Estado Griego u otro no le podrán pagar. Lo hacen porque todos los ejecutivos están en comisiones y honorarios y cuando se vencen los bonos o están jubilados o estarán muertos. Se sabe que los bancos como cualquier prestamista local, te ofrece y da dinero y compra bonos, pero después es implacable con el deudor. Si no pagas, te ejecuta la hipoteca. Eso lo tenían que saber los gobernantes griegos de los últimos veinte años. Ha sido siempre así en la historia.

Las calificadoras de riesgos te dan buenos puntos cuando les convienen, en la buena época, pero cuando tienes el menor problema te reducen la calificación y te crean un pánico financiero y fuga de capitales.

La Unión Europea también tiene culpa y ha sido muy negligente. Permitió altos déficit fiscales, endeudamientos públicos en cascada y cada vez mayor, no han tenido una supervisión monetaria ni del servicio de la deuda, ni se han preocupado por la sostenibilidad fiscal de sus Estados miembros. Cuando despertaron ya era muy tarde. El FMI como siempre está equivocado. Aprietan y estrangulan cuando es tarde y cambia de receta según cambian los tiempos y la filosofía de los gobierno de países industrializados. El FMI generalmente va detrás de una crisis, no adelante, para orientar a evitarla. Pero igual desde los 1980´s todos conocen como actúa el FMI.

Pero los más culpables, moral y legalmente, son todos los gobernantes que han tenido entres décadas, de izquierdas, socialistas y de derechas. Todos hacen lo mismo. Gastar más de sus ingresos y endeudarse sin responsabilidad. Son más culpables porque ellos juraron antes su Constitución defender la integridad del Estado, su libertades, Constitución y su soberanía. Pero si un país se endeuda tanto, hasta ser insolvente e inviable, ya de hecho entregó su soberanía financiera, que en efecto, controla la política. Lo demás son ilusiones. Quien endeuda e hipoteca su país, lo pone en manos extranjeras, sean bancos, países u organismos internacionales. Queda arrodillado. Después viene los estallidos sociales.

Cuales son para mi las lecciones de Grecia y su crisis tan aguda, social y económica. Son a mi juicio, estas:

  1. El gobernante debe manejar el presupuesto y la economía de su país, de manera lógica, sensata y con sanidad fiscal, sostenibilidad y con topes y límites al endeudamiento. No cuentes que te van a rescatar, no caigas en la crisis, ahora o para las otras generaciones. Respeta el equilibrio Presupuestal y máximo un déficit transitorio de hasta 3 % del PIB.
  2. No tomes préstamos de los bancos que te lo ofrecen por sus excesos de liquidez ni emitas bonos soberanos, que sabes que no pueden pagar. No tomen préstamos para pagar préstamos y bonos para pagar bonos. Acabarás insolvente y un Estado fallido. No te dejes seducir por los banqueros que te ofrecen de todo, y te alagan diciendo que tienen confianza en tu país y en su gobernante. Falso. La confianza es la garantía ilimitada del Estado, y los gobiernos y el FMI que cuando llega el ahogo y la insolvencia, son sus cobradores. Entonces viene un rescate o un Stand-by.
  3. No te endeudes más del 40 % del PIB, y más importante, que el servicio de la deuda anual no sobrepase el 25 % de tus ingresos corrientes. No se paga con el PIB o “producción anual”, sino con el flujo de caja real. No prepares un Presupuesto Nacional, sobre la base de un 30 % en deuda pública. Témele a los bonos soberanos a pago único y global a término. Jamás lo pagarás, solo con otra emisión. Recomiendo leyes que pongan topes y responsabilidad al déficit fiscal y al endeudamiento público.
  4. No te sometas a planes sociales y un Estado de bienestar sin dinero. Es bueno y es moderno-justo apoyar a las clases más necesitadas, pero con tus ingresos, no con deudas. Sino al final tienes una grave crisis, con devaluación de la moneda, alta inflación e iliquidez Presupuestal y se cae y quiebra la red de seguridad social, tan necesaria. La inflación y devaluación masiva, es el peor castigo y golpe a la clase media y pobre. El peor impuesto al ciudadano.
  5. No trates de crecer más de lo que puedes ni con los recursos que no tienes. El crecimiento es muy necesario, pero sano, no sobre deudas y créditos impagables. El objetivo debe ser crecer pero con mayor equidad y distribución de la riqueza.
  6. Eliminala tentación de todo populismo, clientelismo y la utilización de la economía para comprar votos y buscar apoyo del pueblo. Al final, los engañarás. La política debe ser justa y legal, basada en derecho y la economía debe respetar la lógica financiera y presupuestal. No te auto engañes con cifras dudosas o irrelevantes.

Finalmente, solo me queda decir, que la República Dominicana y su política fiscal y de endeudamiento permanente va por muy mal camino, nos llevan de la mano a pie hacia Grecia. Llevamos ocho años de déficit fiscal, la deuda pública desde el 2004 se ha triplicado, y el 80 % del Presupuesto se dirige a gastos corrientes. La deuda total real y consolidada es cerca de 53 % del PIB y el servicio de la deuda absorbe cerca del 44 % de los ingresos tributarios. Y pagamos deudas con deudas. Y el Presupuesto se planifica y aprueba con un 30 % de financiamiento.  Está claro para donde nos lleva el PLD.

20 de julio de 2015.