Quienes hayan escuchado el blu del pin pong de Rita Indiana podrían entender lo que está sucediendo con el gobierno de Danilo Medina y con la práctica del PLD. Pienso que ese partido, que tiene muchos logros aunque hayan sectores que no lo quieran reconocer, ha caído en un error garrafal y ha sido la de proteger sus líderes cuando se ven involucrados en algún hecho de corrupción.
Por lo general permiten que el problema explote cuando podía ser previsible su solución con el solo hecho de cumplir con su deber, pero no, ellos se niegan a eso. Si existe una comisión de ética su papel debe ser preventivo, no reactivo. ¿Es que acaso esa comisión no investiga las declaraciones juradas que les llegan?
Pareciera que el cumplir con la declaración jurada de bienes se queda en el mero cumplimiento y ya, o sea, con decir que todos los funcionarios han hecho su declaración jurada de bienes creen que ya la población estaría satisfecha, pero tal parece que ellos no investigan esas declaraciones o en caso de hacerlo deciden apañar los actos ilícitos que en ellos se encuentran mientras el funcionario realiza el cumplimiento que es cumplo y miento.
¿Es tan difícil cumplir con su deber? ¿Es tan difícil investigar la declaración de bienes de un funcionario y a su vez llamarlo para que aclare y corregir las anomalías en caso de que las hubiera? Pero no, ellos mejor deciden hacer rueda de prensa apoyando a los acusados y en vez de aportar a la solución eternizan el problema.
No es verdad que los gobiernos del PLD han sido los más corruptos, lo que pasa es que estamos en una era digital donde existen las redes sociales con la suficiente capacidad como para convertir una noticia en viral. Nunca como ahora los gobiernos habían estado tan expuestos al escrutinio de la sociedad. Además es un partido que tendrá dieciséis años en el poder y eso es mucho.
Si ellos asumieran la voluntad política para someter a la justicia y que se condenen en los tribunales a los corruptos, que en verdad quisieran que no haya más impunidad, que quien robe se le condene no solo a cárcel, sino a que le devuelva al Estado lo que se robó, si dejaran de hacer ruedas de prensa defendiendo lo indefendible, quizás la realidad fuera otra, pero ellos prefieren salvar al compañerito que su gestión de gobierno.
Cada día un nuevo caso de corrupción aflora en los medios, cada escándalo supera al otro y el gobierno no hace nada o a lo sumo apenas alcanza a destituir a la persona dependiendo del impacto mediático que genere. Diandino Peña fue destituido no porque lo consideren corrupto, sino porque el gobierno necesita un golpe de efecto y lo encontró servido en bandeja de plata con la entrevista de Alicia Ortega.
El real golpe de efecto que debe dar el gobierno es que el próximo 19, fecha indicada por el Procurador para dar a conocer los nombres de los sobornados de Odebrecht, se digan los nombres reales caiga quien caiga, que se metan a la cárcel y que devuelvan el dinero al Estado.
Mientras no se asuma el fin de la impunidad como compromiso y como norma el gobierno será el saco de boxeo en donde, por un lado la sociedad y por otro la oposición, le seguirán golpeando mientras cantan emocionados el blu del pin pong “tu le das, yo le doy, undarun deiro”…