Edward Bono psicólogo de la Universidad de Oxford acuñó este término en su libro The New Think. Bono lo consideró como un método creativo para la resolución de problemas de una forma indirecta, organizando de una manera no común o por el aspecto de la lógica cada proceso de pensamiento.

Por supuesto que la publicidad se ha hecho valer de este método como de desarrollo de ideas creativas para campañas y que muchos creativos utilizan de manera frecuente para producir casos de éxitos en su trabajo.

Hay muy buenos ejemplos para explorar y hacer entender esta útil herramienta, este ejemplo a continuación lo explica muy bien desde mi punto de vista: Un gato muy atlético saltó desde el borde de la ventana de un noveno piso, y sin embargo no sufrió un solo rasguño. ¿Cómo pudo ser? La respuesta es: El gato salto al interior de la habitación. Lo normal al tener de frente una situación, sería ir por  el camino lógico del pensamiento: un teléfono sirve para hablar, un reloj para ver la hora; por ejemplo. Esta es una muestra de cómo el pensamiento lógico, recto y normal, nos limita dentro de un patrón poco explorador, y común. El pensamiento lateral impulsa a romper patrones precisamente y echar mano de nuevas posibilidades, ideas vistas menos tradicionales, alternativas y distintas.

El pensamiento, de acuerdo a Bono, se divide en dos etapas: la primera que es la que percibe y la segunda que es el lugar donde se procesa lo percibido. Esto genera una conducta por normalidad que es lo que produce el pensamiento lógico. Por ejemplo, veo un plato vacío (perceptiva), el pensamiento es que puede ser llenado de comida para comer (procesamiento). El pensamiento lateral asegura movimientos conceptuales que rompen toda la pauta del pensamiento lógico.  Nos obliga a salirnos del común denominador  y por ende a encontrar escenarios más inusuales y sorprendentes. La creatividad es una alternativa a salir de lo común, el pensamiento lateral es una nueva dirección para llegar a un lugar, que de seguro, sorprenderá a muchos.