Da la impresión de que el tema de las visitas sorpresa (VS) será clave en la campana electoral que ya se encuentra en marcha para las elecciones que tendrán lugar en mayo del 2016, tanto para algunos partidos de la oposición que trataran de desacreditarlas o de quitarle meritos por considéralas una de las principales fortalezas del candidato del partido de gobierno, como para el propio gobierno que, como ya se ha anunciado, tratara por todos los medios de defenderlas como uno de sus mejores aliados para continuar en el ejercicio del poder y alcanzar las metas contempladas en su programa de gobierno.
Lo que más se ha evidenciado en este sentido es lo que ha ocurrido con el Partido Revolucionario Moderno (PRM) cuyo proclamado candidato a la presidencia parece ser que ha entendido que la mejor forma de combatir al candidato a la reelección, Danilo Medina, es desmeritando lo que mejor explica su gran fortaleza y permanente popularidad desde que asumió la presidencia de la República en año 2012, no obstante haberse encontrado con una situación fiscal sumamente crítica y complicada para darle cumplimiento a lo que fueron sus promesas de campaña.
Si esa es, como parece, una estrategia de campaña del candidato del PRM, da la impresión de que en algún momento tendrán que revisarla porque de acuerdo a lo que se aprecia no parece que vaya a llenar su cometido, debido a que todas las informaciones que sobre este tema se ventilan tanto en el plano interno como en el internacional dan a entender que se encuentran solos en sus planteamientos críticos. No solo son los miles de campesinos y de comunidades de las más apartadas regiones del país, que se han beneficiado de esos encuentros con el Presidente cada fin de semana, los que hablan bien de las mismas sino los sectores productivos nacionales y los organismos y gobiernos internacionales.
Sin mucho fundamento aparente el PRM ha levantado críticas sobre las VS, diciendo que ha sido un fracaso para el gobierno, pero a tales las criticas todo el mundo las ve como un simple argumento de carácter político que no parece que responda a la realidad y que, por lo tanto, no le ayuda a conseguir el apoyo que desearía, puesto que, además de que no son creíbles, van en dirección opuesta a lo que la gran mayoría entiende como una de las mejores acciones de las actuales autoridades destinadas a combatir la pobreza y la desigualdad, especialmente en esos sectores tradicionalmente marginados de la población dominicana.
Hay que recordar que las VS comenzaron a ejecutarse desde el mismo inicio del actual gobierno, cuando nadie se imaginaba que el presidente Medina estaría corriendo en estos momentos por la reelección presidencial. Esto quiere decir que mas que acciones con intenciones puramente reeleccionistas, las mismas han respondido a una práctica que le da mucha credibilidad al actual presidente puesto se las ven como el cumplimiento de promesas que fueron hechas a esa mismas comunidades beneficiadas en el fragor de la campana electoral del 2012. Y si en aquella ocasión se voto por lo que fueron promesas de campaña, habría que esperar, por lógico razonamiento, que ahora con mayor razón se votaría en aprobación de los evidentes resultados alcanzados y de las promesas cumplidas.
Esto lo entendería cualquier ciudadano común y, con mayor razón, debería entenderlo un político que tenga aspiraciones de conquistar a la mayoría de los electores dominicanos para alcanzar la presidencia de la República, a menos que se trate de un novato que no valore la inteligencia y el nivel de información que maneja la comunidad nacional.
El grado de aprobación que genera la circunstancia de que un presidente se aparezca, en lo que debería ser su día de descanso, en una apartada comunidad de la geografía nacional a encontrarse en igualdad de condiciones con los habitantes de la misma, a escuchar sus ancestrales problemas, a discutir sus soluciones y a proporcionarles en condiciones blandas los recursos que necesitan para financiar sus actividades, libres de las garras de los agiotistas y usureros que tradicionalmente se quedan con el fruto de su trabajo, es un elemento que genera un nivel de confianza y de aprobación que es muy difícil de enfrentar o minimizar con criticas basadas en argumentos e informaciones que no dejan de ser cuestionables debido a que, además, se observan contaminados por las perversidades de política partidaria.
Como era de esperarse, las criticas del PRM a los resultados de las VS tendrían las respuestas correspondientes de los representantes del gobierno en base a cifras y razonamientos dirigidos a resaltar el impacto de las mismas en el combate sostenible a la pobreza, a la desigualdad y a la marginalidad que afecta a una gran parte de la población dominicana. Uno de los primeros en reaccionar lo fue el propio presidente de la República, quien proclamo que defendería con uñas y dientes el programa de las visitas sorpresa "debido a su repercusión positiva en el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas pobres que viven en el campo dominicano". El presidente añadió que lo hará porque “hay personas que desean que el programa desaparezca en vista de que son insensibles y no les interesa la suerte de los pobres que habitan en la zona rural de la República Dominicana”.
De acuerdo con lo expresado por el vocero de la presidencia, Roberto Rodriguez Marchena, en la sede de la Organización de Las Naciones Unidas (ONU), hasta el día 11 de octubre el primer mandatario dominicano había realizado 115 Visitas Sorpresa, en las que se había dado apoyo a 636 proyectos, 375 de los cuales son proyectos productivos y 261 proyectos comunitarios, con todos los cuales se han beneficiado de 181 comunidades, sumando una inversión y créditos solidarios por la suma de 16,247 millones de pesos, equivalentes a mas o menos 361 millones de dólares.
Roberto Rodriguez de Marchena explico el ambiente positivo que generan las VS de la siguiente manera: “Cuando una comunidad reclama atención para su tierra sin cultivar por falta de crédito o por la ausencia de un sistema de regadío; cuando reclama atención por el deterioro de los caminos inter-parcelarios; cuando clama por un canal de riego, una pequeña presa, un puente o el asfaltado de sus calles, no está pidiendo nada material aunque lo parezca; lo que quiere es atención y cariño. Lo que demanda es inclusión, porque quiere sentirse parte, que tiene derechos, y dar sentido a la frase que proclamaba Martí: Patria es humanidad”. Tal vez por ello agrego que “No hay peor pecado que la indiferencia desde la presidencia de cualquier país frente a las urgencias y necesidades de su pueblo”.
Pero tal vez una de las respuestas más contundentes a las críticas que ha hecho el PRM a la VS proviene de un estudio realizado bajo la coordinación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a 50 proyectos resultantes de diferentes visitas sorpresa hechas por el presidente Danilo Medina, con una inversión de solo RD$943.9 millones, el cual estudio concluyó que el 46% de sus resultados han sido de impacto alto, el 28% de impacto medio, el 16% de impacto bajo con perspectiva positiva y un 10% de impacto bajo.
El estudio también determinó que tan solo 26 proyectos del área productiva generaron 11,953 empleos. Estos proyectos se financiaron con una inversión de apenas RD$658.7 millones, lo que arroja una relación de inversión/empleo creado de RD$55,107.50.
Se concluye que tales proyectos resultaron de muy alto impacto “Si se tiene en cuenta que en el año 2014 a la economía dominicana le costó RD$3.2 millones generar cada uno de los 181,465 empleos creados. El estudio concluye reconociendo "el alto impacto que pudiera tener la iniciativa de las visitas sorpresa de la Presidencia, de mantenerse la sostenibilidad de los proyectos a lo largo del tiempo”.
Finalmente, tenemos que decir que uno quisiera que los políticos del patio, de una vez por todas, entendieran que la mejor manera de hacer una campana exitosa y creativa es haciendo propuestas creíbles, que vayan en favor de los más necesitados que son, a la vez, las grandes mayorías nacionales. Si hay algo que haya sido hecho bien por las autoridades de turno, lo menos que se puede esperar es que las que aspiran a sustituirlas vengan con una real intención de mejorar y profundizar esas acciones para ver si en alguna oportunidad avanzamos por un sendero que nos encamine hacia el verdadero desarrollo económico y social del país sin los saltos y retrocesos que representan los cambios de gobiernos.