El presidente Danilo Medina acaba de admitir lo que hemos dicho en varias entregas, las llamadas visitas sorpresas no son ninguna sorpresa, son mercado lógicamente preparadas y evaluadas, cosa que me llama la atención pues no son tan exitosas como la publicidad oficial nos quiere hacer ver y han tenido estruendosos fracasos.

Uno de esos sonados fracasos ha sido la incapacidad del Indrhi por terminar de reparar el canal Marcos Cabral, vía fundamental para llevar agua a la provincia Peravia y que esta agrietado, muchas de sus compuertas que había que sustituir han sido reparadas y muchas de las que se ordenaron construir no están hechas a pesar de que, supuestamente, el presidente entrego la suma de 70 millones para su reparación. Y digo supuestamente porque conozco el populismo barato de los peledeistas, ya que una vez, a la misma institución, el entonces presidente Leonel Fernandez entrego un cheque publicitario gigante por mil millones de pesos para que el Indrhi acudiera en socorro de los afectados por la crecida del lago Enriquillo, en realidad solo llego a entregar menos de una tercera parte de los fondos ofrecidos.

Otro de los fracasos de las visitas del presidente fue el financiamiento, que parece no fue evaluado, para la producción de conejos en la provincia de Montecristi, una zona árida y calurosa en la cual estos animales no pueden subsistir y no subsistieron, se murieron todos.

A tres años de iniciar su gobierno, el presidente Danilo Medina ha hecho 109 visitas “sorpresas” en las cuales ha aprobado 622 proyectos con un presupuesto general de  16.3 mil millones de pesos, de los cuales se han ejecutado 8.6 mil millones en 264 proyectos que han terminado de ejecutarse, esto nos da una inversión del Estado de 26 millones de pesos por cada proyecto ofrecido por el presidente. Los desembolsos mensuales para estos proyectos han sido del orden de los 240 millones de pesos, suma ridícula para garantizar la producción agrícola del país en vista de lo inoperante que ha sido el ministerio de Agricultura en esta gestion.

Durante el año 2013 el ministerio de Agricultura ejecuto un presupuesto de unos once mil seiscientos nueve millones de pesos, que disminuyo a siete mil setecientos noventa millones en 2014 y que para este año fue fijado en unos ocho mil ochenta y cinco millones, pero con el agravante de que de dichos montos se gasta mas del 93% en gastos corrientes y tan solo un 6.38% en gastos de capital, lo que quiere decir que en Agricultura no hay recursos para invertir en el campo ya que todo se lo lleva la hipertrofiada nomina y los gastos corrientes que tiene el ministerio.

La publicidad y el populismo de ver a un presidente dando brinquitos nos ha querido vender la idea de que este programa ha sido un éxito extraordinario de esta gestión, y a la verdad, ni el programa es nuevo, solo el nombre, ni ha sido el éxito que el gobierno pregona. Ya desde 1966 Joaquín Balaguer hacia dos y tres visitas semanales al campo para constatar los problemas de sus habitantes y resolver sus necesidades con proyectos funcionales como los asentamientos campesinos del IAD, que incluían aparte de tierra y financiamiento, vivienda para los agricultores, escuelas para sus hijos, clínicas rurales y otros servicios fundamentales para mejorar las condiciones de vida de los agricultores, esas si eran visitas recibidas con agrado y cuyos resultados todavía están a la vista.