Durante nuestros primeros 156 años como país independiente nunca tuvimos una dama como candidata vicepresidencial y mucho menos como aspirante presidencial. Ni bajo Santana, Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Ramón Cáceres, Horacio Vásquez, Trujillo, Bosch, Balaguer, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco o Leonel Fernández. Sería tan solo bajo el gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004) que una mujer, la Dra. Milagros Ortiz Bosch, devino vicepresidente.
Pero hoy día, veinte años después, de pronto los candidatos para la vicepresidencia de los tres principales partidos del país son mujeres. ¡Enhorabuena!
Pero es tan solo en un Macondo político como el nuestro donde el partido de gobierno, el PLD, se divide en dos, pues el tres veces ex presidente se traslada a otro partido para desde allí optar por la presidencia, pero su esposa Margarita Cedeño, ya vicepresidente en el gobernante PLD, es nominada de nuevo por ese mismo partido. Según las encuestas es la única política, junto con Luis Abinader y David Collado, ambos de la oposición, que poseen una favorabilidad positiva. Se dice en nuestro Macondo que ella recibirá un up grade, como candidata presidencial, pues el caballero no ha dado la talla. Igualmente macondiano es que Collado, siendo tan popular como alcalde de la capital de la República, optó por no buscar quedarse en el poder, o aspirar más arriba. La popularidad de doña Margarita radica en que fue nombrada por el presidente Medina encargada de repartir las tarjetas de Solidaridad, un amplio programa de donaciones condicionadas para los pobres del país. Sorprendentemente, durante los tres gobiernos de su esposo, desempeñó solo el papel de primera dama.
El principal partido de oposición, el PRM, escogió a Raquel Peña para la vicepresidencia. Además de la ventaja electoral de ser mujer, es de Santiago, la segunda ciudad más importante del país y su nominación también ayuda a solidificar el partido, ya que está más vinculada a la facción que encabeza Hipólito Mejía. Posee un impresionante curriculum académico y es una cara nueva en un escenario político donde predominan personas que han estado en ese ruedo durante un cuarto de siglo. También macondiano es el hecho de que fue nominada por el hijo del fundador de una universidad, siendo ella vicerrectora de una universidad que compite con la primera. El hecho de que por sangre y matrimonio ella esté vinculada al gran empresariado santiaguero podría servir para que fuese atacada políticamente por la izquierda, pero la hija de Antonio Guzmán, estando en el gabinete presidencial y siendo de igual procedencia no sufrió hostilidad durante el gobierno de Hipólito Mejía. Pero algunos dirán que los tiempos son muy diferentes y que la juventud ahora hasta está atacando a la PUCMM donde ella es vicerrectora.
La Fuerza del Pueblo (donde se refugió Leonel Fernández) escogió para la vicepresidencia no entre los ex peledeístas, sino entre sus aliados del Partido Reformista, grupo que sacó menos del 5% en elecciones recientes, pero que estuvo vinculado a Leonel Fernández en fechas tan lejanas como el 1996. Eso evidencia la debilidad de los ex peledeístas frente a sus aliados reformistas. Balaguer, para competir con un PRD ligado a la Internacional Socialista, se acercó a los social cristianos italianos, sobre todo cuando fue presidente durante unas siete veces (parecidas a las de Balaguer) Giulio Andreotti. Eso explica por qué durante algunos de los largos años de los gobiernos de Balaguer los grandes proyectos de obras públicas, sobre todo presas, fueron construidos por empresas italianas ligadas a los social cristianos de ese país. Un joven de apellido Seliman devino en el contacto entre Balaguer y los italianos y su esposa Sergia Elena Seliman, es la candidata vicepresidencial del grupo que encabeza Leonel Fernández.
Pero como seguimos en un Macondo político, el partido que encabeza Guillermo Moreno no escogió a una mujer para la vicepresidencia, contando con Minou Tavárez Mirabal, quien, además de méritos propios, pues ha sido congresista y vicecanciller, es hija de una heroína internacional.