Los terroristas de Colombo, la capital de Sri Lanka, provocaron esta pasada Semana Santa una serie de explosiones en contra de tres hoteles de lujo y tres iglesias católicas produciendo el mayor número de víctimas, 321, en el sudeste asiático, pero que han sido opacadas por el “apocalipsis” generado en “Notre Dame de Paris”. Quiero también resaltar esta otra tragedia, sucedida el 23 de abril de 2019, “Domingo de Ramos”.
El periódico El Mundo, de Madrid, España, señaló que los actos terroristas de Sri Lanka fueron reivindicados por el “desmantelado” Estado Islámico y que han sido en represalia por el ataque queun supremacista blanco australiano realizó en Nueva Zelanda contra una mezquita musulmana. Para ver la noticia, vayamos alos siguientes enlaces: https://www.elmundo.es/internacional/2019/04/23/5cbea75121efa0f4348b45e6.htmly al portal de “20 minutos”, que reporta sobre la reacción de Al Qaeda y el Estado Islámico demandando venganza por los hechos de Christchurch, Nueva Zelanda, en: https://www.20minutos.es/noticia/3592250/0/alqaeda-ei-piden-venganza-nueva-zelanda/y la reacción gubernamental:https://www.20minutos.es/noticia/3593334/0/lista-nombres-victimas-ataque-nueva-zelanda/
Pero, el caso de Sri Lanka es mucho, pero mucho más complejo que, por ejemplo, el del Líbano (y tomamos la complejidad étnica, social y religiosa, en el marco geopolítico particular). Precisamente, porque Sri Lanka no está en ningún foco geopolítico, está ausente en la prensa y tampoco en la boca de los comentaristas (y agregaría a los charlatanes de los medios sociales de los “fake news”).A mí me rememora a Sandokán, el personaje de Emilio Salgari, que lo sitúa en la fantasiosa isla de Mompracem, que bien puede ser la exótica Ceilán, situada al sur de la India.
Sri Lanka, la antigua Ceilán de los tiempos coloniales, que pasópor el mandato de Portugal (1505-1658), Holanda (1640-1796), y Gran Bretaña (1805-1972); pero que es recordada por la historia actual, ya que es un país recién independizado, porque se enfrascó en una Guerra Civil con el Ejercito de Liberación de los Tigres Tamiles de la minoría Tamil, de fe brahmánica y etnia hindú -pero que se consideran mayoría por identificarse con los millones de correligionarios de la India. La mayoría de la población es de la etnia cingalesa, pero conviven otras etnias, como los moros, los chinos, los malayos y una minoría descendiente de los colonizadores blancos.
Aparte de los hindúes cingaleses de fe brahmánica, se encuentra enfrentada a los bloques islamitas y budistas, a la que se suman la fe cristiana y católica, como legado del pasado colonial europeo, lo que explica la tensión religiosa, y los hechos trágicos que comentamos.
El País, de Madrid, España, nos trae un panorama tenso entre las etnias, para que vuelvan los aires de la violencia inter-religiosas, un «todos contra todos». Ver el siguiente enlace: https://elpais.com/internacional/2019/04/22/actualidad/1555952196_518141.html
Los datos divulgados por la Policía de Sri Lanka son verdaderamente sorprendentes. Cuenta El País, de Madrid, de quienes organizaron la masacre: “Los vecinos de la planta de fundición de cobre de Inshaf Ahmed Ibrahim en Wellampitiya, en las afueras de Colombo, aseguran que no se hubieran imaginado jamás las verdaderas actividades del respetado propietario. Era un hombre que lo tenía todo: juventud, buena planta, una situación económica más que desahogada, una familia aparentemente perfecta con cuatro hijos, un carácter generoso y que, aunque musulmán practicante, nunca pareció demasiado estricto.
Pero Inshaf Ibrahim, de 33 años, acabaría siendo, junto a su hermano Ilham, de 31, uno de los terroristas suicidas en uno de los atentados más sangrientos en lo que va de siglo. El domingo, los dos hermanos hicieron estallar bombas en sendos hoteles de lujo en la principal ciudad de Sri Lanka, parte de una cadena de explosiones que ha dejado por lo menos 250 muertos, después de que las autoridades hayan reducido el recuento inicial en un centenar, según la agencia Reuters. Pocas horas después, la Policía irrumpía en la fábrica y detenía a nueve de sus empleados. Según han publicado medios locales, los investigadores sospechan que en esas instalaciones se fabricó el explosivo que detonaron los terroristas.”
Completando esta bizarra historia, cuando la policía de Sri Lanka procedía a revisar la residencia de los Ibrahim, la esposa de Ilham, hizo detonar los explosivos que tenían en la casa, muriendo junto con sus tres hijos. Para comprender esta historia les remito al primer reportaje donde la policía anuncia el perfil de los sospechosos, disponible en el enlace siguiente:https://elpais.com/internacional/2019/04/24/actualidad/1556093350_478257.html?rel=mas. Y la saga, ya identificados los Ibrahim, se encuentra en este otro reportaje, un día después, en el siguiente enlace:https://elpais.com/internacional/2019/04/25/actualidad/1556212196_001446.html
La foto muestra el daño de las explosiones provocadas por la célula de militantes ultras, que resultan ser de familia acomodada, educada y con dinero. ¿Hasta donde podríamos ver algún enlace entre estos incidentes antípodas realizados en la misma Semana Santa de 20l9? ¿El locuaz de Trump no había declarado desmantelado el Estado Islámico ( o Daesh, como le llaman peyorativamente en árabe)?