El 25 de noviembre fue el día de las Hermanas Mirabal, tres mujeres luchadoras por la democracia y la libertad, de izquierda, revolucionarias, universitarias, brutalmente asesinadas -junto a su compañero Rufino de la Cruz- por la tiranía de Trujillo, que en ese momento tenía a Joaquín Balaguer como presidente títere.

El asesinato de las Mirabal y de Rufino fue un crimen de Estado, parte de una política sistemática de violación a los Derechos Fundamentales, que trágicamente aún continúa en otras modalidades y permanece amparada en un pacto de impunidad.

En su honor, se declaró esta fecha como Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra La Mujer. Fuera la intención o no, al designarlo así quedaron estrechamente ligadas la superación de la violencia contra las mujeres y la ruptura con el orden patriarcal, opresor y antidemocrático que crea tiranías en la vida pública y en las vidas privadas, en lo cual la vanguardia de las mujeres ha de ser fundamental.

Pero 58 años después ¿cómo está la patria de Las Mirabal?

El cuerpo descuartizado de una mujer es encontrado en un saco tirado en la calle. Casi 1500 mujeres han sido asesinadas desde 2005 hasta hoy. Los derechos a la no violencia, sexuales y reproductivos de las mujeres son obstaculizados. La impunidad impera y nadie rinde cuenta por las violaciones a Derechos Humanos y delitos contra el Estado.

Crece en las redes sociales y los medios de comunicación el apoyo a un heredero orgulloso de Trujillo que promete "mano dura", así como aumenta la consigna de que "con Trujillo se estaba mejor". Grupos proto-terroristas pueden impunemente atentar contra los derechos civiles y políticos de ciudadanos y periodistas por sus ideas, y se puede amenazar con linchamientos a poblaciones enteras sin temor a consecuencias.

Para colmo, Balaguer es oficialmente "padre de la democracia", la misma democracia que para muchos ha terminado siendo un fiasco igual a corrupción, charlatanería, pobreza e inseguridad. El apoyo a la democracia ha bajado 10 puntos desde 2017 y se ubica en solo 44%, en tanto un 53% de la población ha pensado en irse del país. Según cálculos, más del 60% de los asalariados no gana lo básico para poder cubrir el costo de la vida.

¿Alguien cree que el panorama podría no dar pronósticos siniestros?

Las Hermanas Mirabal y Rufino siguen muriendo en cada crimen de género. Y siguen muriendo en cada violación de Derechos Humanos, en cada atropello, en cada crimen de Estado, en cada acto de autoritarismo, en cada acto antidemocrático de los medios de comunicación, en la corrupción, en el robo del erario, en la denegación de Justicia, en la falta de educación, salud y garantías de igualdad real, en cada privación de las condiciones dignas de vida, en la concentración de la riqueza y del poder en poquísimas manos, en cada negación de la democracia real y efectiva, en cada injusticia social.