Existe una opinión muy socorrida, que la hiciera famosa Robert Alexi, de que el juez puede cambiar de criterio, sobre la base de la motivación del cambio. Sobre esto hemos dicho que hay varios tipos de sentencias: las que engrosan la magnitud de la sentencia, la sentencia originaria y la sentencia condicionada.
Las que engrosan la magnitud de una sentencia: son aquellas sentencias que añaden algo nuevo a una sentencia originaria, es decir, que en adición a las afirmaciones y negaciones que tiene la sentencia X, se le agrega una nueva afirmación o negación, la cual no estaba en la anterior sentencia, significando que no es una sentencia opuesta a otra.
Las sentencias son números: cuando son distintas, porque son opuestas a otras, porque hay un considerando en la sentencia, donde se afirma o niega algo al mismo tiempo.
El cambio se produce de algo a algo. Pues se cambia desde lo no bueno hacia lo bueno, o desde este hacia lo no bueno.
Una sentencia originaria tiene una magnitud X; pero el juez puede añadir a otra sentencia una nueva afirmación o negación. Añadida, de cierto modo, hará mayor aquella a la que se añade, porque de tal uno. En este caso, se engrosa la magnitud de la sentencia; pero se genera una nueva sentencia, porque tiene una nueva propiedad.
Si se generara una nueva sentencia, sería número, no magnitud, pues no se puede añadir lo indivisible; pero si más números. A diferencia de lo que se añada, la magnitud la hará mayor.
De aquí que, las sentencias que evacuan los jueces, algunas veces son números, y otras veces magnitud.