Señor presidente Danilo Medina este es un país intensivo y extensivamente  político pero de manera desordenada, por la inexistencia de una adecuada institucionalidad que la regule.  Los políticos se han encargado de hacer de esta actividad el principal móvil de  ascenso social basado en el desconocimiento, corrupción y la impunidad, por estas razones el  desempeño de la sociedad se fundamenta en criterios políticos marginando los propósitos del desarrollo.

Las reelecciones en todos los puestos electivos y en otros no electivos del Estado representa uno de los principales obstáculos para encausar al país hacia el progreso, considerando que los funcionarios para mantenerse en  los puestos crean escenarios positivos, obedecen al populismo y se acomodan a los intereses de algunos poderosos, en lugar de accionar en base a la búsqueda de resultados efectivos para el mejoramiento del proceso económico-social.

“La autoridad del Banco Central” acaba de cambiar la base de las Cuentas Nacionales de 1991 a 2007 e inmediatamente en su función de promotor político de su reelección presidente que es también la propia, publicó que el crecimiento economico del presente año es de 7.2 % en lugar de 5.2 % como hace poco había señalado, obviamente no dice que aumentaron también el desempleo y las desigualdades, causas incidentes en incrementos de la pobreza, la delincuencia y la inseguridad pública. En estos momentos que se habla de su reelección presidente y que la misma por múltiples razones tambien depende del nivel de recursos publicos con que se pueda desempeñar su gestion gubernamental, el aumento hasta 7.2 % mejora la relación pagos de la deuda/producto, ampliando las posibilidades de mayor endeudamiento.

De esta manera el Banco Central amplia su aporte al movimiento reeleccionista debido a que además de promover estabilidad macroeconómica, análisis positivos sobre salarios formales e informales, crecimiento economico extra, tambien abre la posibilidad técnica de aumentar la deuda pública, obviamente ocultando los temas desfavorables como los aumentos: desempleo, concentración de los recursos e ingresos, desigualdades, pobreza y el resto de secuelas negativas motores de una sociedad que retrocede. Pero lo importante es seguir al mando de la nave aunque choque con el tempano de hielo.

Señor presidente Danilo Medina, el país progresa en crecimiento físico urbano y en lo  teórico el Poder Judicial, porque en la práctica deja mucho que desear. En el resto de temas  se avanza poco, estático o se agravan. Es penoso decir que los actuales son los mismos problemas pero más grave que en la década 1970, y obviamente las soluciones son las mismas no aplicadas. Hemos indicado en reiteradas ocasiones que el avance socio economico requiere del diseño y ejecución de un Plan de Desarrollo basado en las Cuencas Hidrográficas (desarrollo regional). El servicio eléctrico, sin solución en esta gestión, se resolverá cuando Estado decida invertir adecuadamente en la generación. La educación con ciertos avances en la construcción de aulas, tanda extendida, pero sin transformaciones para servir al aumento de la productividad, empleo y disminución de las desigualdades. El recurso agua no se prioriza para resolver la escasez y la contaminación, utilizándolo en los múltiples aspectos que puede servir al desarrollo, actualmente  llueva o no, hay sequía o inundaciones. El Poder Ejecutivo, no obstante las reuniones esporádicas del Consejo Economico y Social, las comisiones de veedurías, y la perdida de tiempo que significan los pactos, sus entidades deben ordenarse en Consejos Sectoriales y Gabinetes, descentralizarse, para superar la anarquía que le caracteriza. Entender que el presupuesto público debe subordinarse a la Constitución satisfaciendo los derechos humanos, lo contrario es inseguridad jurídica. A los pobres hay que darle empleos, buenos salarios, propiedad privada para que puedan tener garantías de libertad respecto al Estado y formar parte de él, hay que convertirlos en verdaderos ciudadanos.