Lo muy cierto es que el paquete presentado por el gobierno presidido por Danilo Medina, en su discurso para referirse a la crisis del coronavirus, alcanza la suma de US $ 592 millones, eso es un 0.6 % del producto interno bruto.
Con un presupuesto aprobado para 2020 donde 592 millones de dólares es una suma muy insignificante, también es muy cierto que el gobierno no ha querido o no ha tenido voluntad de enfrentar la crisis de manera correcta o ha tratado de sacar provecho en medio del desorden que espera.
Sólo suspendiendo el año escolar pudo el gobierno ahorrar dinero para sacar 0.6 % del PIB y enfrentar la crisis, si asumimos que es suficiente dicha suma.
De muchos otros renglones pudo el gobierno sacar fondos para ese 0.6 % del PIB. Ni hablar del ajuste de salarios a la baja en un sector público con muchos salarios superiores al sector privado. Ni se habla de ese sacrificio que debería hacer el sector público
Agenciando el cobro del dinero no pagado por las zonas francas al Banco de Reservas, con garantías de Hacienda, el gobierno puede obtener una parte de esa suma.
Luego nos enteramos que el gobierno busca en Washington 3,650 millones de dólares, de los cuales 650 serían del Fondo Monetario Internacional y el resto de un giro por ante la Reserva Federal con garantía en parte de las reservas del banco central dominicano, aquellas invertidas en bonos del Tesoro estadounidense.
Sin embargo, el gobierno no ha explicado al país qué hizo con los 2,500 millones de dólares de bonos soberanos que colocó en enero recién pasado, hace menos de dos meses, una suma muy elevada como para desaparecer entre los dedos de las manos.
Es cierto también que Transparency International y Human Rights Watch dirigieron una carta al FMI, en fecha 8 de abril, urgiéndole evaluar la lucha contra la corrupción antes de avanzar fondos de la entidad a los países que soliciten dinero.
Pienso que esa petición puede ser un obstáculo para que el gobierno actual pueda agenciar fondos en Washington. Sin embargo, el mayor obstáculo para el gobierno recibir esos fondos estaría en la brevedad del tiempo que le resta para terminar su gestión.
EL FMI acaba de perder mucho dinero en Argentina intentando impedir el retorno del peronismo. Ganó el peronismo y de inmediato dijo que desconocía la deuda del FMI con Macri. El nuevo presidente no aceptó los últimos 12,000 millones de dólares que restaban desembolsar. Luego el FMI aceptó renegociar esa deuda, reducirla con pérdidas del organismo, pero el FMI acordó recomendar a los demás acreedores argentinos que hagan lo mismo.
Pienso que un segundo error tan rápido no lo va a cometer el FMI, excepto que la oposición dominicana unida le diga al FMI que desembolse ese dinero. Sin embargo, la oposición -que de alguna manera pudiera reemplazar al gobierno de Danilo Medina- luce aturdida frente a las osadas propuestas del gobernador del banco central de atraer la referida suma cuando el gobierno no ha podido explicar qué hizo en dos meses con 2,500 millones de dólares de bonos soberanos colocados en enero.
Al parecer, la oposición entiende que va a encontrar dinero suficiente para gobernar desde agosto. Está muy equivocada, si es así. Va recibir un país con unas finanzas públicas en ruinas y con serias dificultades para acudir al mercado de capitales con un riesgo país duplicado desde la última emisión de bonos en enero.
Peor es el hecho reciente de que las empresas calificadoras de riesgos empezaron rebajar las notas del país en esos mercados de capitales. Lo escrito por Standard & Poors Financial Services es muy dramático.
Con ello cierran las puertas del financiamiento internacional privado y dejan solo a los organismos multilaterales, aquellos que de alguna manera dispongan de fondos, como el FMI, aunque nuestra cuota es bien baja y lo que se pudiera recibir no es relevante. El Banco Mundial –que no tiene muchos fondos prestables- ha estado reclasificando a los países y manejando sus informes para reducir las aspiraciones a esos fondos. No es otra cosa lo que significa el increíble pronóstico sobre República Dominicana y que Danilo Medina compró. No, es que el Banco Mundial no tiene dinero suficiente y lo poco no puede darlo a países como el nuestro –nivel de ingreso medio y malas notas en corrupción.
El mensaje más contundente que debe asimilar la oposición es que Standard & Poors plantea que la recuperación de la economía de República Dominicana sería después del 2023, queriendo alertar que próximo cuatrienio lo ve perdido. Eso debe ser una clara orientación para quien aspire a gobernar desde el 16 de agosto de este año, debe saber que le espera un futuro sombrío o muy sombrío en materia económica, aunque la agencia calificadora también espera conmociones sociales.
Es, entiendo, la fórmula perfecta para que el ganador de las próximas elecciones comprenda que su carrera es de un solo viaje, corto, al estilo de Macri en Argentina. Ni hablar del lo que significa salir del gobierno con las masas populares detrás.