El problema es la cultura machista de los dominicanos. Muchas mujeres que salen con su pareja o un amigo a comer, al pagar la cuenta sienten que el hombre se avergüenza y más si es un arrancao.

Por lo general, el hombre hace de tripas corazón para ser el quien pague y hasta se pelea con la pareja para que se respete ese “derecho”.

Pero las mujeres tienen cada vez más poder económico y recurso para no depender de un hombre en sus salidas a bares y restaurantes. Y cuando se trata de grupos, las mujeres al pagar no vacilan y abren su cartera y entregan su tarjeta con la rapidez del trueno. El hombre es lento sacando su cartera y mas lento buscando la tarjeta, observando cuidadosamente quien más lo hace para no ser el paganini de la mesa. Algunos ni desenfundan.

Por ejemplo, me encontré con este reporte de Chile que dice al respecto, citamos “De acuerdo con la percepción del comercio gastronómico establecido del centro de Concepción, las mujeres entre 18 y 35 años pagan cada vez más cuentas que los hombres en cafés y restoranes. Así lo confirmaron dueños y administradores de 7 de los 8 locales consultados por Diario Concepción”.

Y eso esta pasando en muchas partes del mundo, incluyendo aquí.

Las mujeres no toman eso en cuenta cuando se trata de quien manda en la casa o quien es el jefe. El hombre sí. Es obsesivo con su poder sobre la mujer aun cuando en ciertas circunstancias este desempleado y la mujer es la que sostienen el hogar.

Cuando el hombre es el que produce y la mujer se dedica al hogar hay una clara manifestación de dominio. Como diría José Laluz, el hombre al pagar las cuentas tiene derechos adquiríos sobre la mujer ¿?

Pero cuando es al revés hay una clara manifestación de humildad por parte de la mujer para evitar que el hombre caiga en depresión y hasta en colera. Eso es complejo de inferioridad, muy típico del machismo.

Entonces de donde sale eso de que si yo pago yo controlo, adquiero o domino. Eso es feudal, fuera de contexto en el mundo moderno y algo de mal gusto.

Tomemos el caso de un trabajador que gana un salario medio de RD$25,000, con una esposa y tres hijos. Si al calcular lo que su mujer aporta en el hogar, cocinando, criando a sus niños, lavando y planchando, limpiando la casa, atendiendo al marido y haciendo malabares para que el dinero alcance, eso suma mucho mas que los RD$25,000 que gana el esposo. 

No tenga la menor duda de eso. Y para demostrarlo, contrate una niñera, una persona que lave y planche la ropa y una cocinera que también le limpie la casa; eso le costará, sin lugar a duda, por encima de los RD$30,000, considerando que hay que alimentar a ese personal, dotarlo de uniformes, artículos de baño y lo que no se ve a simple vista. 

Yo pago RD$17,000 por dos empleadas, solo en salario y seguridad social. Una que cocina y limpia la casa y otra que asiste una vez por semana para planchar la ropa. La limpieza profunda cada 30 días se pagan aparte. No incluye alimentación y otros gastos.

Todo tienen un costo en la vida. Nada es gratis. Y hasta sentarse con los hijos para ayudarlo en sus tareas vale dinero, sino pregunte cuánto cuesta tener un profesor que haga ese trabajo, como muchas familias ricas lo hacen.

Debe llegar el día en que se valore y se cuantifique el aporte económico que hace la mujer en el hogar al margen de si gana un salario o no.

El hombre, cuando le toca hacer esa tarea hogareña, a los 15 días pide el divorcio para irse a la casa de su madre y acostarse con las patas para arriba.