Un comentario al editorial de Acento del lunes

Estimado Fausto, leyendo tu editorial de hoy sobre las modificación constitucionales para permitir la reelección haces mención de eventos pasados en los que Joaquin Balaguer fue protagonista.

No puedo negar que Balaguer fue un apasionado del poder, pero tampoco permitir sin protestar que eventos sucedidos hace unos años sigan propagándose distorsionadamente.

En 1966 cuando Balaguer gano las elecciones en el país no había Constitucion vigente, la de 1963 fue derogada por un golpe de estado y lo que había mas cercano a una Constitucion era el Acta Institucional del gobierno de Garcia Godoy. Cuando se presento el proyecto de Constitucion al Congreso, enviado por el ejecutivo, este contenía la no reelección presidencial y dentro de los debates la Asamblea Revisora lo cambio y pusieron la reelección indefinida, claro y lo aceptó, con el voto de la bancada reformista, pero en 1994 cuando le impusieron a Balaguer la no reelección este la acató teniendo el poder y los votos del Congreso para modificarla de nuevo y poderse presentar en 1996 y no lo hizo.

El otro punto es el de los supuestos fraudes en 1990 y 1994. En el primer caso, 1990, hasta el propio encargado del centro de computo del PLD, Victor Grimaldi, admitió el triunfo de Balaguer, esto ha sido reseñado en innumerables entrevistas y declaraciones del hoy embajador en el Vaticano. Jimmy Carter, observador consuetudinario de las elecciones dominicanas tuvo que admitir que hubo irregularidades, como las ha habido en todas y cada una de las elecciones que se han celebrado en el país hasta las del 2012, pero que no hubo fraude.

En 1994 hubo innumerables irregularidades que deslucieron el proceso electoral a pesar de todas las advertencias hechas antes del proceso. Cuando pasaron las elecciones y vino el tranque posterior el PRSC acumulo las actas de cada una de las mesas de votación y las llevo a la JCE para que allí se cotejaran con las de la propia junta y con las del PRD, pero este partido, aun ayudado por el PLD, no pudo recabar mas que el 50% de las actas que les entregaban a sus delegados en cada mesa electoral. sabes por que pasa esto?, pues porque los delegados que pierden una mesa electoral no envían las actas a su centro de computo para que no les reprochen el haber perdido su mesa, ese es un punto que el PRSC tuvo claro desde 1985 cuando el partido se organizo por mesa electoral.

Unas elecciones que no han sido tan estudiadas en el fondo como las de 1978, que solo se ha quedado la investigación en la interrupción del conteo para evitar el triunfo del PRD, pudieron haber sido distintas en sus resultados si se hubiera actuado conforme la ley electoral en aquellas provincias donde se disloco abusivamente el voto de los militantes reformistas, recuerda que el PRD no acudió a las elecciones de 1974 y supuso que los que votaron en esas elecciones eran mayoritariamente reformistas y un celebre personaje enquistado en la JCE de entonces, Nerys Cabrera Febrillet, fue junto a Hatuey Decamps los artífices de ese dislocamiento.

Porque el PRD acepto tan mansamente la propuesta hecha por Carlos Andres Perez de que le cedieran al PRSC los senadores y diputados necesarios para darle mayoría al reformismo?, porque ellos sabían lo que habían hecho y si había elecciones complementarias se podían variar los resultados generales. Pero las circunstancias estaban en contra de Balaguer en ese momento y fue necesaria su salida del poder, el lo entendió y salió sin mas problemas.

A Balaguer como a Hipolito, ambos con muchas fallas, se les ataca tanto porque no quisieron hacer lo que ha hecho el PLD con periodistas, prensa y dueños de periódicos, prácticamente tenerlos en nomina a todos, con honradas excepciones entre las que estas tu y tu medio, que sirven de vías de escape par los que necesitamos exponer nuestras ideas.

Disculpa esta perorata, no es respondiéndote, es quizás asumiendo una defensa que nadie nunca en el reformismo ha querido asumir porque no es agradable, pero la historia aquí contada hay que examinarla mejor y veremos que al final los cuentos no son tan ciertos como nos lo han contado. Tengo varios libros que se han escrito sobre elecciones, algunos contados por protagonistas como el de las elecciones de 1986 por Monseñor Nuñez Collado y otro de las elecciones de 1982, recopilación de irregularidades hechas en "El libro blanco de las elecciones de 1982″ del PRSC, así como de Juan Bolivar Diaz y el embajador Graham sobre las de 1994, al final cada cual cuenta el cuento a su manera como dice La Lupe en una de sus canciones.

Saludos,

Jimmy Garcia Saviñón