Vamos a hablar de algo que no es fácil admitir. Nos cuesta mucho ser reales y normalmente intentamos hacer creer a los demás que somos lo que no somos. Pero no te sientas mal, es muy difícil ser auténtico, por eso todos, de una u otra forma, aparentamos. Te ayudaré a reconocerlo porque una falsa personalidad no contribuye con tu realización, aun si ganas mucho dinero.

Es conveniente que los demás conozcan quien eres realmente, por ellos y por ti. Piensa por un momento, lo que te gusta y lo que no te gusta que se sepa de ti. Eso te ayudará a descubrir la máscara que usas ante los demás. Personas que te aprecien y sean muy cercanas a ti, posiblemente te sorprendería saber que te conocen más de lo que crees. Los que verdaderamente te quieren, a veces fingen que los estás engañando para que te sientas bien.

Muchos viven buscando que les ayuden a  saber cómo ellos son, así consultan: psicólogos, médicos, guías religiosos, familiares, amigos, profesores, sus signos zodiacales, test de revistas populares, adivinos, etc. Tratas de engañar tanto a los demás respecto a ti, que terminas confundiéndote.

A veces se suben a las redes videos sexuales que no se creyó que serían conocidos, en ocasiones los protagonistas quisieran suicidarse y los demás con entusiasmo morboso, los reenvían. Sin embargo casi nunca vemos algo diferente a lo que todos hacemos (“el que esté libre de pecado…”). Pretendemos ser puros, cultivando la hipocresía y  “apedreando” al caído.

Tu vacío interior sueles creer que los demás lo pueden llenar. Mientras menos te valoras, más necesitas la valoración ajena. Eso te mueve a tratar de convertirte en lo que crees que el otro aprecia.

Nadie ha nacido ni nacerá como tú. Tienes un tremendo potencial, pero necesitas descubrirlo. Imagina por un momento lo que hubiera podido pasar si Albert Einstein se hubiera dedicado al futbol en vez de la física. ¿Te imaginas que en un piano, una tecla intentara tener el mismo sonido que la tecla de al lado?

No importa que toda la humanidad te admire, si te crees basura, serás basura. Si logras que los demás adoren tu máscara, eso podría llenar tus bolsillos, pero no necesariamente llenará tu corazón.

Si creyeras que solamente el día que acumules inmensas riquezas serás feliz, el día que lo logres, la amarga decepción que tendrás, podría llevarte a un suicidio que los pobres podrían no entender, pero los ricos sí.

Tu necesidad de ostentar propiedades en tu vida social, puede hacer que sufras deudas y carencias en tu vida privada. ¿Realmente crees que vale la pena?

La máscara de algunas personas es la de ser duras, rebeldes sin causas, agresivas, intolerantes y llegan a creer que son auténticas. ¡Falso! Ese es precisamente su papel limitante. Y es la vía para externar las frustraciones que viven. Es difícil decir palabras dulces cuando te ahoga la amargura.

Tus sentimientos  nunca podrás hacerlos desaparecer con la coraza que utilizas, te producirá tensiones internas y serán la causa de algunas de tus enfermedades.

Conoces tus limitaciones, pero sabes poco de tus capacidades. Piensa que Ghandi fue capaz de lograr la independencia de más de 300 millones de personas, de una de las potencias más poderosas de la Tierra, sin necesidad de  matar enemigos. Simplemente siendo coherente y no copiando a otros. Cuando te atrevas a ser tú,  descubrirás que las grandes masas, tienden a usar las mismas máscaras.

Todo lo que haces, lo haces sencillamente para sentirte bien. Pero recuerda siempre que experimentar felicidad es muy superior a aparentar felicidad.

Eres una gran roca con un valioso diamante en su interior. Entre los masones se habla de: “tallar la piedra bruta”. En la medida en que trabajes puliendo esa roca que arropa a tu naturaleza espiritual, saldrá de ti un ser humano especial, superior, tu verdadero yo. Las máscaras agregan basuras sobre esa roca.

Ojalá tengamos la dicha de descubrir ese tesoro que guardas celosamente. Es increíble que algo tan sencillo logremos hacerlo tan complejo, debido a nuestros complejos, ocultos o conocidos. Necesitamos tu verdadero tú.

Cuando seas realmente tú,  harás lo preciso, en el momento, forma y lugar, precisos. Y sonreirás. Y será un placer indescriptible estar a tu lado.