Aunque con mucha posibilidad algunos lectores invadirán este espacio digital pensando que voy a referirme a algunas de las organizaciones "lícitas" que operan en el país, lamento defraudarlos y dejarlos en ascuas, ya que en esta ocasión tocaré el término "mafia" desde el punto de vista conceptual y operativo a nivel mundial.
La mafia como el crimen organizado poseen de manera intrínsecas particularidades de mucha similitud, sin embargo, algunos autores se refieren a uno u otro de manera indistinta cuando se trata de una organización cuyo objeto principal lo constituye el crimen. Ahora bien, para mí, ambas se encuentran en un mismo contexto socioeconómico donde la "miseria humana" es una tierra excesivamente fértil para que la mafia escoja a sus miembros. Esto ocurre desde los barrios pobres de Medellín, a las favelas de Rio de Janeiro, hasta Hong Kong y sus conocidas catacumbas.
En el interior de las diferentes mafias, ya sea la Mafia italiana, las Tríadas Chinas o la Yakuza japonesa, subsisten temas que se repiten, tales como el respeto al orden central de la familia, la referencia al honor, la cultura a la muerte y una relación bastante especial con el Estado.
Por ejemplo y en cuanto a la centralización de la familia, en la sociedad china el sentido estricto de este núcleo, entraña el reagrupamiento tanto de sus miembros de sangre como de sus afiliados, configurándose con ello las instituciones de la filiación y afiliación, con el objetivo de que prospere su "autoridad" y sus negocios dentro de un barrio o localidad.
En cuanto al sentido del honor, en Occidente, específicamente en Sicilia, el mafioso es un hombre de honor, lo que significa que se encuentra sometido a una regla que es su única ley. Matar es el ejercicio de un deber para el hombre de honor. Este no miente jamás, ya que el interior de la mafia exige la verdad, y el exterior significa silencio.
La cultura de la muerte se encuentra omnipresente en todas las mafias. Es una obligación sacrificar la vida a favor de la organización, tanto así que el hecho de matar constituye y aporta prestigio, sobre todo si se realiza de acuerdo a las reglas y al orden establecido.
Ahora bien, existe un ingrediente que mueve mucho más a la preocupación y es el hecho de que ciertas mafias disponen en los actuales momentos de un poder igual o mayor que un Estado, con potencial militar, económico y sólo les faltaría el "protocolo legislativo" para ser igual que este. La Cosa Nostra en Sicilia es un poder y se ha comprobado que en Japón, la Yakuza tiene cierta relación con los partidos de derecha, y mientras tanto aquí, en esta isla de ríos, cordilleras, atardeceres sin igual y Pico Duarte, sólo existe una empresa de promoción artística con el "mismo nombre" de la organización del Japón, por suerte, pero, para muchos dominicanos, tal vez me haya quedado un tanto corto de valentía. Respiro y descanso.