Tal y como habíamos indicado en la entrega anterior esta semana comentaremos el documento “Cuidando la Salud y las Elecciones” publicado por la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (International Foundation for Elector al Systems –IFES, por sus siglas en inglés). La semana pasada, ya cuando habíamos enviado el artículo a publicar, la Junta Central Electoral (JCE) emitió la Resolución 53-2020, “Sobre Protocolo Sanitario para Aplicar en los Recintos y Colegios Electorales en las Elecciones Extraordinarias Generales Presidenciales, Senatoriales y de Diputados del 05 de julio del 2020”, lo cual nos alegró por la importancia que reviste para el éxito de las elecciones.

El protocolo emitido mediante la Resolución 53-2020, es un buen documento. Pero es importante que la JCE analice las propuestas y correcciones que hagan los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad civil y quizás las autoridades sanitarias a los fines de hacer de los procedimientos preventivos los más eficientes y seguros. Esto así, pues a propósito del título de este artículo, en “El amor en los tiempos del cólera”, Gabriel García Márquez, escribió la frase: “Es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites”, y es que habrá país después del 05 de julio. Un país diferente, más institucional, más inclusivo. 

Volviendo a la idea de este artículo, IFES en colaboración con Management Sciences for Health (MSH), con la orientación general de autoridades de salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos,  ha estructurado el documento antes citado, el cual contiene las consideraciones generales de salud pública para la celebración de procesos electorales, con las recomendaciones tendentes a mitigar los riesgos de la transmisión de la COVID-19 y apoyar a los Organismos de Gestión Electoral (OGE), que para el caso de nuestro país es la JCE.

Sin dudas es un excelente documento de orientación que inicia con recomendaciones generales que deberían aplicarse a todas las actividades electorales y consideraciones específicas para las diferentes etapas del proceso electoral, desde la fase preelectoral hasta el día de las elecciones y las actividades postelectorales.

Es muy importante que IFES señala que el documento no sólo tiene por objetivo disminuir los riesgos para la salud de los votantes y los funcionarios electorales, sino también los riesgos potenciales para la democracia provocados por cancelaciones y aplazamientos que se pueden evitar con una planificación adecuada. Lo cual se logra asegurando lo siguiente:

▪ Proporcionar un marco para que los OGE reflexionen sobre consideraciones de salud pública en general para las diferentes etapas del proceso electoral;

▪ Discutir el alcance y la naturaleza del desafío de salud pública impuesto específicamente por la COVID-19 durante las elecciones;

▪ Proporcionar recomendaciones y estrategias para mitigar los riesgos de salud pública durante actividades específicas requeridas para llevar a cabo una elección legítima;

▪ Identificar los recursos y suministros básicos necesarios para implementar estrategias de mitigación de riesgos; y

▪ Diseñar enfoques para monitorear y medir la calidad de la implementación de las estrategias propuestas.

Conocidas las formas de transmisión de la COVID-19, las instrucciones y recomendaciones que aportan tienen los objetivos de prevenir o mitigar la interacción persona a persona, prevenir o mitigar la contaminación de objetos comunes por personas infectadas y prevenir o mitigar la exposición de las personas a objetos contaminados.

Se enfatiza en que las decisiones sobre si se deben celebrar actividades electorales y de cómo hacerlo de manera exitosa, deberán basarse en lo siguiente:

▪ Conocer las evaluaciones de riesgos desarrolladas en coordinación con las autoridades competentes de salud pública;

▪ Considerar las propuestas de los partidos políticos y la sociedad civil que representan el espectro completo de grupos electorales en el país; y

▪ Partir de la comprensión común de todos los riesgos involucrados en la celebración de elecciones en medio de la crisis.

Todas las actividades electorales deberán desarrollarse en virtud de las recomendaciones siguientes:

▪ Comunicar y coordinar con las autoridades competentes de salud pública sobre análisis de riesgos, toma de decisiones, planificación e implementación efectiva de estrategias de mitigación de riesgos.

▪ Prevenir o mitigar la interacción persona a persona: Hacer cumplir el distanciamiento físico seguro, la higiene respiratoria, el uso de equipo de protección personal (EPP); cuando sea posible, adoptar herramientas y mecanismos remotos seguros.

▪ Prevenir o mitigar la contaminación de superficies y objetos comunes: Hacer cumplir el uso de EPP como mascarillas e higiene respiratoria; cuando sea posible, adoptar mecanismos que no necesiten contacto

▪ Prevenir o mitigar la exposición de las personas a superficies u objetos contaminados: Alentar la desinfección de manos con agua y jabón o soluciones a base de alcohol; desalentar el contacto de boca, nariz y ojos; desinfectar frecuentemente superficies y objetos utilizados por varias personas; hacer cumplir el uso de EPP; cuando sea posible, adoptar mecanismos que no necesiten contacto.

En adición los OGE deben considerar, para cada actividad electoral, las recomendaciones siguientes:

-Planificación Electoral y de Recursos

-Campaña Electoral

-Educación Electoral

Contratación y Capacitación de Trabajadores Electorales y Personal Adicional

Empadronamiento Electoral, Registro de Candidatos, Emisión de Votos, Conteo de Votos y Gestión de Resultados

Observación de Elecciones Nacionales e Internacionales y Agentes del Partido.

IFES concluye el documento con enfoques para monitorear y evaluar el impacto de la implementación de las recomendaciones en dos fases:

Fase 1: Actividades Preelectorales

▪ Planificación electoral y de recursos

▪ Registro de candidatos

▪ Campaña electoral

▪ Educación electoral

▪ Empadronamiento electoral

▪ Contratación y capacitación de funcionarios electorales 

▪ Observación nacional e internacional y acreditación de agentes del partido

Fase 2: Actividades del día de las Elecciones y Procesos Electorales Posteriores.

▪ Operaciones de la estación de votación

▪ Conteo de votos y gestión de resultados.

Las orientaciones crearan confianza en los electores y por eso insistimos en que las campañas publicitarias educativas deben ser constantes y masivas. Además, el protocolo debe no sólo abarcar la seguridad del personal de la JCE, el personal de las Mesas y los delegados de los partidos políticos, sino también de los observadores nacionales e internacionales. Confiamos en el trabajo de la JCE y que los dominicanos acudirán a ejercer su derecho y deber constitucional de votar de manera libre, personal, directa, secreta y con estricta seguridad sanitaria.

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