Sí, voy a tratar de política y azar; por ello lo de las carambolas en el título, ya que para los dominicanos, significa una chepa, o, en términos menos criollos, un azar de la lotería de la vida, en este caso, de la democracia electoral que jugamos a un boleto cada cuatro años en el mes de mayo. Otros lo hacen cada cinco y hasta seis, pero la tentación es que sea permanentemente, aunque tengan un ropaje del rito comicial, como lo reza la prédica de Evo y sus “masistas” (seguidores de su Movimiento al Socialismo) del derecho de ser candidato de por vida, sin importar lo que dispongamos por Constitución, su limitación para evitar el peor mal de la «Tiranía», que nos advirtieron Platón y Aristóteles.

Voy a comenzar a tratar el principal «chepazo» en nuestro futuro mediato: que la baza del «impeachment» de los demócratas en las elecciones estadounidenses creen suficiente suspicacia como para probar la naturaleza de las 12,000 inexactitudes o «fake news» que ha producido el aspirante a la reelección en ese país, según le ha contabilizado el Washington Post; o, al contrario, la chepa es que Trump, mantenga a sus partidarios a su alrededor y no provoque una estampida a los independientes, para lograr su segundo mandato. Quiera Dios que otra chepa logre la reforma de la enmienda constitucional que limita la reelección a dos periodos. Un panorama dantesco, en verdad.

Otra «chepa» es si se completa el mandato constitucional de Bolivia y restituir el ¿orden institucional? Lo pongo en duda, ya que es rocambolesco lo que ha pasado en el 2019 para no estar seguros de qué pasará en el 2020. Con Evo en Argentina y su suerte de contar con un gobierno peronista apoyándole en el país con la mayor comunidad boliviana fuera del suelo patrio, está poniendo en aprietos el paso a la estabilidad democrática, por aquello de que él tiene «derecho sempiternos a la reelección». Caso no cerrado, todavía.

La corrupción sigue descomponiendo la institucionalidad «formal» y proponiendo una rebelión civil en demanda de lo imposible: un Estado de Bienestar universal, que, paradójicamente, es la causa de las quiebras de los programas de Fondos de Pensiones debido al cambio demográfico sufrido por la humanidad,  y que lleva a los gobiernos de derecha a sus reformas y al descontento.

Entonces, ¿Qué nos depara a los dominicanos en unas elecciones entrampada en esta coyuntura de espanto que arropa a toda América? (No me extiendo al mapa geopolítico mundial, ¡por ahí es que el gas pela!). Nos espera el desencadenamiento de los escándalos de corrupción como en Brasil, Perú o Ecuador. Dejaremos de ser la excepción jurídica del patio latinoamericano. Porque en las elecciones del 2020, los dominicanos debemos elegir entre la impunidad-inmunidad o la construcción de una Justicia independiente, como la de… (Perdón, se me acabó la imaginación para poner un ejemplo incorruptible y aleccionador…).  Pero, nos olvidamos que en nuestro patio, ya hace varios meses, en agosto, hicimos una marcha de un millón de manifestantes en contra de la corrupción de la que nadie toma en cuenta del descontento de los ciudadanos en contra de los políticos (sin excepción) por este supraestado que coopta al Estado mismo, y que espero se muestre en los comicios del 2020, si es que llegamos a ella.

El 13 de diciembre, finalizando el 2019, Idea Internacional produjo su informe de la salud de la democracia, que nos puede servir de plataforma para proyectar lo que nos deja la historia de los últimos cincuenta años para construir la democracia del futuro inmediato en estos tiempos de crisis. Es una historia agri-dulce, porque América Latina es la región más persistente de «la nueva democracia» del mundo, pero que acusa una degradación acelerada de  la calidad de la misma. Algo así como como una mutación del  autoritarismo sin dejar el vestuario democrático. Ver su informe en el siguiente enlace: https://www.idea.int/sites/default/files/publications/el-estado-de-la-democracia-en-el-mundo-y-en-las-americas-2019.pdf

    El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral fue establecido como una organización internacional intergubernamental por catorce Miembros fundadores en una conferencia celebrada en Estocolmo el 27 de febrero de 1995. El Instituto fue registrado de acuerdo con el Artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas y posee la condición de observador en la Asamblea General de la ONU desde 2003.

El resumen del Informe lo transcribo en los siguientes párrafos, para incentivar un análisis más sosegado del Estado de la Cuestión Democrática en América Latina:

«La democracia está amenazada y su promesa necesita revivirse.

«Hoy en día, el valor, viabilidad y futuro de la democracia, están siendo puestos a prueba más que nunca en la historia moderna. Mientras las últimas cuatro décadas han visto una expansión sin precedentes de la democracia en todas las regiones del mundo, en los últimos años se han visto retrocesos tanto en democracias jóvenes como en las democracias antiguas.

«La erosión de la democracia ocurre en distintos contextos. Por un lado, las democracias jóvenes son frecuentemente frágiles y sufren de debilidad, mientras que las democracias más antiguas encuentran dificultades para garantizar un desarrollo económico y social sostenible. La proporción de democracias de alta calidad está en descenso y muchas de ellas se enfrentan a los retos del populismo.

«Al mismo tiempo, continúa habiendo transiciones a la democracia en regímenes políticos que parecían firmemente antidemocráticos y la defensa de las aspiraciones y valores de la democracia sigue vigente alrededor del mundo. Y aquí radica el valor de la democracia, se trata de un régimen de igualdad y libertades, y el que mejor permite el desarrollo sostenible de las sociedades. A pesar de los retos, la democracia se ha mostrado resiliente.

«Este resumen de la publicación de IDEA Internacional: “El Estado de la Democracia 2019: Confrontar los Desafíos, Revivir la Promesa” destaca los principales hallazgos globales y regionales del informe. Este informe le toma el pulso a la salud de la democracia, identificando tendencias y retos. Obtiene datos de los Índices de El Estado de la democracia en el mundo y deriva lecciones del trabajo de IDEA Internacional proporcionando asistencia técnica en el terreno. Su objetivo es informar estrategias, programas y políticas públicas en apoyo a la democracia.

«En América Latina y el Caribe, el anhelo de democracia y libertad sigue tan vivo como en 1978, cuando la tercera ola inició con la transición en República Dominicana. Sin embargo, el desencanto derivado de la desigualdad, la corrupción, la pobreza y la violencia, entre otros, se presenta como un reto para la democracia en la región. La democracia por sí sola no puede resolver estos retos, pero si es el único tipo de gobierno que permite hacerles frente a través del respeto a las libertades, la transparencia, controles al poder y la participación ciudadana, entre otros. Es tiempo de revivir esa promesa.»

¿Podemos concluir?

Una reflexión, debería decir una metareflexión, sería pasar de la «certeza» que nos demanda el paradigmático modelo epistémico que heredamos del pensamiento aristotélico-tomista para reconocer la «incertidumbre» proveniente del paradigma epistemológico de la tradición platónica-caótica-cuántica emergente. Por lo tanto, mi posición tiene raíces profundas como para esperar las sorpresas de la realidad, y no el desengaño de nuestras premoniciones sesgadas de nuestros prejuicios e ideologías.

La palabra final sobre qué carambola resultará en el 2020, pues si resulta lo que la racionalidad indica, estamos frente a una hecatombe, pero si es una de estas carambolas, entonces, debemos preguntarnos por la carambola mayor que se avecina para después, algo así como una Mega-carambola. ¡Enigmático este final como para concluir un final feliz!