Preámbulo.
¿Es posible derrotar la corrupción? No es posible. Ningún país lo ha conseguido. Pero es posible mantener la corrupción y los corruptos arrinconados y disminuirla. Sin embargo, el modo en cómo se encara en países como el nuestro no favorece ese proceso. Nosotros estamos mirando mucho hacia una cosa en que la primera capa de la cebolla es la corrupción sistémica, de esa casi no se habla.
La primera capa de la cebolla.
La Corrupción Sistémica. Significa que tú tienes una porción de personas falsas, desleales, traicioneras y hay todo un sistema que favorece y hasta exige la corrupción por caja 2 en las campañas políticas, empresarios, y el antídoto a eso sería tú disponer de mayores controles y acabar con la impunidad aumentando el total del costo del crimen o curso de la corrupción. Entre tanto estamos olvidando otras capas de la cebolla, además de ser una corrupción sistémica nosotros tenemos en RD otra cosa que es la capa de la corrupción endémica.
La segunda capa de la cebolla.
La Corrupción Endémica. Como la palabra indica es algo desparramado capilarizado por todos los confines de la sociedad. Las pesquisas han mostrado que la gente se indigna con la corrupción pública, pero no se indigna con la corrupción en pequeña escala en la vida privada, por ejemplo si el profesor en la escuela olvida que determinado alumno tuvo un punto por encima del examen, el alumno difícilmente va donde el profesor y le pide “por favor, baje mi nota oficial por usted cometió un error en el cálculo y me dio mayor puntuación”. El adulto en el restaurante cuando olvidaron incluir un plato difícilmente va y llama al camarero: “Por favor, hay un plato menos y preciso pagar más”, o con el policía de tránsito difícilmente se indigne con la posibilidad de corromperlo y evitar la multa.
Esa corrupción endémica es muy grave porque ella conversa con la sistémica. Pero en verdad una desliza hacia la obra y viceversa. De manera que sólo combatir la sistémica y no la endémica, ellas se van a infectar todo el tiempo. Para combatir la corrupción endémica el único modo es la movilización que se impregne a la sociedad tal como hacemos hoy contra el racismo, la violencia contra la mujer, el prejuicio contra la orientación sexual y la homofobia. Se debe impregnar en la sociedad una especie de campaña y movilización en torno de esas causas, de esos asuntos y va conquistando corazones y mentes. La corrupción del cotidiano es la raíz que debe ser atacada.
Ahora bien, ¿será que esa corrupción es sólo sistémica y sólo endémica?
La tercera capa de la cebolla
La Corrupción Sindrómica. Se refiere a un síndrome que tiene varios factores, varias causas. Nosotros tenemos al desleal, falso, traicionero, del sistema generalizado, además del aspecto endémico de la corrupción privada, otras dos grandes causas: una es el espíritu del burocratismo reinante. Tanto en la esfera privada como pública tenemos leyes incumplibles.
Un reporte periodístico dice: “Es el caso de leyes tributarias en que una contradice a la otra. La reforma fiscal del 2012 lleva ocho años con dos tributos suspendidos, la unificación de la tasa del ITBIS en un 16 % detenida, la indexación de la exención personal del Impuesto sobre la Renta frenada y un impuesto provisional prolongado. La reducción cuya suspensión más impacta al consumo general es la que debía darse en los productos gravados con el ITBIS al 18%, tasa que debía ser aplicada solo en los años 2013 y 2014, para en el 2015 dar paso al 16%, y unificarse en ese nivel con los ocho productos incorporados a la base imponible de ese gravamen, que comenzaron con 8% para subir en los siguientes años hasta el 2015 a 11, 14 y 16%”.
Pero también recordemos el caso de las actas del estado civil que la misma Junta Central Electoral comenzó un proceso de desmonte gradual (desde el 5 de abril del 2021), y con ello dejar de lado la práctica de certificar la legalidad de un documento que emite la propia JCE.
Escojamos el caso de la ley de tránsito. Recordemos aquel dicho que dice que “nadie anda completo”, es decir que aun con sus documentos en regla si al agente de tránsito le da por ser más serio de la cuenta –más papita que el Papa– le coge con un trabajador del volante, destruye ese modelo de negocios y la vida normal y cotidiana de un simple trabajador que anda en la calle ganándose el pan. Veamos para qué sirve la “Revista”, se supone que el vehículo está acto, pero lo que importa es que hayas pagado el impuesto no que el vehículo sea apto para andar en vía pública. Es el mismo Estado que engaña y desnaturaliza porque tiene un tributo que no sirve más que para recabar dinero y ya.
Las leyes suelen resultar inviables si no hay reformas pues el costo es tan alto que para nadie que no disponga de los recursos millonarios y los enlaces y amistades no da para cumplir, y entonces viene la corrupción que ante determinadas legislaciones y normas inadecuadas es oxígeno para que el sistema respire. Como el caso de las empresas dominicanas que se sabe que la que no disponga de una caja 2 difícilmente subsista y de lucro.
Los gobiernos suelen corregir la fiscalización sin tomar en cuenta que muchas veces la legislación se dispone a destruir o desvirtuar la economía y en el mejor de los casos re infecta con lo que aumenta el costo de la corrupción que ya resulta insoportable y genera una sociedad ingobernable.
Otro aspecto de la corrupción sindrómica es la mala gestión. Por ejemplo las licitaciones que aplastan los precios de los proveedores el Estado supuestamente por el bien público es inviable porque el sujeto para ganar la licitación acepta aquel precio y después tiene que hacer un adenda en que muestra que va a quebrar si no acrecienta nuevos precios, y el sistema público no tiene control de eso, acaba aceptando y por esa vía se re infecta de nuevo con precios y sobreprecios y corrupción.
En resumen. Tenemos que interrumpir la visión solamente moralista y trabajar en los tres niveles o capas al mismo tiempo, no es uno ahora y el otro mañana o después.