El conocimiento, está sometido al tropel de los avances tecnológicos. La meteorología científica, sigue el mismo derrotero. Por esta razón, las cabañuelas hoy son menos populares que antes.
En efecto, para los campesinos es de vital importancia conocer con antelación el comportamiento del tiempo. Saber cuándo va a llover, a soplar vientos, a hacer frio o calor. De esta predicción, dependerá el éxito o el fracaso de las cosechas.
Se cree, que el método de las cabañuelas se ha utilizado durante varios siglos o más de mil años.
¿Qué son las cabañuelas?
En República Dominicana, igual en Colombia y otros países, las cabañuelas es el arte de predecir las condiciones del tiempo durante un año. Los campesinos, son los que usan con más intensidad el método de predicción climatológica.
Según las conjeturas, la tradición de las cabañuelas se origina en el Zamuc o “Fiesta de las suertes” del calendario babilónico. En la versión hebrea, surge en la “Fiesta de los Tabernáculos”. En México prehispánico, la práctica se inicia con los aztecas que la traspasan a los mayas. Incluso, se presume que en la India tenían 12 días a mitad del invierno para vaticinar las condiciones climáticas próximas.
Existen las “Cabañuelas de ida” que se miden del día 1 al día 12 de enero de cada año en orden ascendente. Luego, le siguen las “Cabañuelas de vuelta” que se calculan del día 13 al día 24 de enero de cada año en orden descendente.
En consecuencia, el clima del 1 de enero representa el clima de todo el mes de enero, el 2 representa el clima de todo febrero y así sucesivamente. Luego, se toman los días del 13 al 24 de enero. El día 13 de enero representa a diciembre, el día 14 de enero representa a noviembre y así hasta el 24 de enero que representa al mismo enero.
Todavía quedan los días del 25 al 31 de enero, ¿qué pasa con ellos? se toman 2 meses, cada día en orden ascendente. Cada mes tiene una duración de 12 horas dentro del día, iniciando por enero. Por ejemplo, el 25 de enero hasta el mediodía representa a enero y del medio día hasta la medianoche representa a febrero y sigue igual hasta diciembre.
Aún está en el aire el día 31, este se divide en bloques de dos horas, correspondientes a cada mes en orden descendente. Es decir, de la medianoche a las 1:59 de la madrugada representa a diciembre. También, de las 2:00 AM hasta las 3:59 de la mañana corresponde a noviembre y así va de dos en dos hasta que desciende a enero.
O sea, que determinar los tiempos de lluvia en el transcurso de un año no es pajita de coco, requiere de un método de observación riguroso. Es evidente que no se trata de una simple creencia.
Todas las culturas en el mundo, tienen sus métodos o formas particulares para predecir las condiciones del clima durante las estaciones del año. El Día de la Marmota, en Estados Unidos es un buen ejemplo de ello. España, China, Japón, Inglaterra, etc. tienen sus modalidades particulares.
¿Por qué se deja de lado las cabañuelas?
Los cambios bruscos que originan el calentamiento global, el fenómeno del Niño y otros desequilibrios naturales complican las predicciones a los campesinos. Además, está el agravante o la ventaja de que cada vez son más los productores agrícolas que disponen de algún medio tecnológico como apoyo. Razón suficiente, para que cada día sean más los campesinos que se apoyan en el servicio meteorológico en vez de las cabañuelas.
Es imposible calificar la tradición como un método científico. A su pesar, muchos creen conocer el tiempo meteorológico en el transcurso de un año a través de las Cabañuelas.
Anclados en las creencias populares, y el método campesino de observación y predicción del tiempo, se puede decir que el año 2019 será lluvioso. Más específicamente, habrá precipitaciones los meses de enero, febrero, mayo, agosto, noviembre y diciembre.
Si usted cree en las cabañuelas sabe que en el Cibao, este año habrá yucas, batatas, plátanos y frutos por “mamacita”.