Los  comentarios generados por los lectores de mi artículo ¿Existe Dios? me llevan a reflexionar sobre la literatura sobre el tema, porque encuentro  una falta de reflexión sobre esta búsqueda de los por qué. Quizás, y sin el quizás, muchos pensarían  que es una etapa pasajera de la adolescencia.

Creyéndolo así, cuando mi hijo Miguel Sulion se me acercó en su adolescencia preguntándome sobre el tema del ateísmo, lo referí al texto de Enrique Tierno Galván (Madrid8 de febrero de 1918 – ibídem19 de enero de 1986) fue un políticosociólogojurista y ensayista español, un ídolo político por su rol en la popularidad del PSOE en la lucha contra el franquismo, “¿Qué es ser agnóstico?” (Técnos, 1982) para ilustrar que ser agnóstico es no preocuparse  de si existe Dios y de vivir apegado a la vida ética.

Con la presión de su vida pública, Tierno Galván llegó a ser Alcalde de Madrid,  cuestionándole si por ser agnóstico era ateo, había escrito “Yo no soy ateo” (Técnos, 1975), para distinguir que ser agnóstico no es lo mismo que ser ateo.  El agnosticismo postula con asombro  el fenómeno de la vida negándose a la trascendencia. El creyente acepta esta trascendencia, lo que se llama la fe.

Pude haberle remitido al texto de Bertrand Russell, “¿Por qué no soy cristiano?” (Disponible íntegro en el siguiente enlace: chttp://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2014/12/doctrina38187.pdf ).  Bertrand Russell (Trellech, 18 de mayo de 1872 – Penrhyndeudraeth, 2 de febrero de 1970) fue un filósofo, matemático, lógico y escritor británico ganador del Premio Nobel de Literatura y conocido por su influencia en la filosofía analítica, sus trabajos matemáticos y su activismo social.

Por otra  parte, la modernidad nos permite escuchar a Bertrand Russell (Disponible en Youtube en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=85g76_AI_t4)  expresándonos sus criterios.

De mi parte, la experiencia de leer estos textos de estos pensadores de la modernidad es lograr un gran asombro  frente al fenómeno religioso, lo que me lleva a adentrarme a lo que llamaríamos “antropología” o “sociología” de la religión; y hacerme la pregunta ¿Cuándo surgió el fenómeno religioso? Responder nos lleva a postular la religiosidad neolítica de acuerdo a los descubrimientos de los vestigios paleontológicos alrededor del mundo, e identificar el inicio del reconocimiento  de la trascendencia. Encontramos el fenómeno de Göbeklitepe es el templo más antiguo en el mundo, con 11.500 años, situado en el sur de Turquía.

La diferencia entre el creyente y el no-creyente es que el primero convierte  esa trascendencia en “misterio”, mientras que el no-creyente no acepta la trascendencia y demanda mayor información para comprender el fenómeno.

Este punto de vista lo desarrollé en la Maestría de Historia para Educadores, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, hace unos cuantos años, para hacernos las preguntas científicas en un auditorio compuesto por ocho sacerdotes de entre las dos docenas de maestranntes. Una experiencia entre la fe y la ciencia en la búsqueda de los por qué. Ahora entiendo el significado de esa frase muy castiza: Soy ateo a Dios gracias.