En el transcurso de este mes se celebró la 5ta reunión del Banco Central Norteamericano (Fed) de este año. Esta institución normalmente se reúne con el propósito de evaluar la situación económica y financiera, así como tomar las medidas que entienda requieren las circunstancias.
Es oportuno señalar que las sesiones regularmente son seguidas por un comunicado del presidente de la misma.
En esta ocasión el discurso de Bernt Bernanke, actual presidente de la Fed, fue un mensaje nada optimista, sino que por el contrario, lució muy derrotista. Desde que tengo uso de razón no recuerdo la última vez que esa entidad financiera haya pautado de manera anticipada el mantenimiento de las tasa del Banco Central Norteamericano hasta determinado tiempo, lo que evidencia la continuidad de las proyecciones del bajo crecimiento económico.
Ahora bien. Para tener una idea de cómo andan las cosas es importante expresar que Bernanke en su comunicado expresó:
“Los riesgos a la baja para las perspectivas económicas se han incrementado. Para promover la recuperación económica en curso y para ayudar a asegurar que la inflación con el tiempo se encuentre en niveles consistentes con su mandato, el Comité decidió hoy mantener el rango objetivo para la tasa de fondos federales en el 0 a 1 / 4 por ciento. El Comité anticipa que las condiciones económicas, incluyendo las bajas tasas de utilización de recursos y una visión moderada de la inflación en el mediano plazo es probable que garanticen niveles excepcionalmente bajos para la tasa de fondos federales al menos hasta mediados de 2013”.
Y es que, como comentaba semanas atrás, la reducción de las tasas del Banco Central no han creado ningún efecto positivo, como tampoco lo han hecho los “Quantitve Eassing”
Los QE fueron utilizados por primera vez por el Banco Central Japonés en marzo del 2001 para combatir la deflacion .
La flexibilización cuantitativa es una herramienta de política monetaria utilizada por los bancos centrales con el fin de estimular la economía, comprando activos financieros de bancos, creando exceso de reservas en los mismos, como también adquiriendo bonos gubernamentales a corto plazo mediante operaciones de mercado abierto.
En pocas palabras, es un instrumento para aumentar liquidez y facilidad de crédito. Y me pregunto: ¿Y no fue la facilidad de crédito uno de las razones de la sobreevaluación del sector bienes raíces?.
La flexibilización cuantitativa fue utilizada en Japón desde el año 2001 hasta el 2006, aumentando el exceso de reservas en los bancos privados japoneses por más de 25 trillones de yenes En ese periodo el Índice de Nikkei continuó su desplome de los 20,000 puntos hasta los 7,600 puntos para luego obtener un paulatina recuperación a los 18,000 puntos. Actualmente, sin embargo, después de 5 años de inyección de liquidez, el Nikkie 225 con una tendencia a la baja se cerró el pasado viernes en los mercados asiáticos 8797 puntos.
Hay una expresión muy conocida que dice: “Los números hablan por sí solo”.
Y es que si damos validez a esa expresión y observamos con detenimiento la realidad financiera y económica mundial tendríamos que apuntar que recientemente se están dando acontecimientos muy similares en Europa y los Estados Unidos que son una especie de fotocopia de Japón. En Europa, por ejemplo, el Banco Central Europeo a pesar que no le llama flexibilización cuantitativa, reúne la misma estructura y el mismo propósito, comprando más de 300 billones de activos financieros, incluyendo bonos gubernamentales europeos, pero más reciente fue la adquisición de más de 700 millones de euros en bonos italianos y españoles para mantener la calma. No obstante a ello, el índice europeo FTSE Eurotop 100 se encuentra justamente en los 1912 puntos, muy por debajo de los 2500 puntos, área donde se situaba en los inicios de la crisis desatada en el año 2008.
En el caso norteamericano el Banco Central ha insertado alrededor de 2 trillones de dólares, evidenciando la similitud con el caso japonés y europeo. El Dow Jones se encontraba en los 8,500 puntos, justo cuando se implementó el QE1, creando un leve alivio en los mercados que se extendió por un corto período y llevando el índice a los 10,000 puntos. Al inicio del QE2 el Dow se encontraba en la misma zona los 10,000 puntos. Sin embargo, desde mediados del mes de junio se agotó la compra por parte de la Fed de activos e instrumentos financieros, generando esto una tendencia a la baja en los índices del mercado conduciendo a que el con el Dow Jones declinara desde los 12876 puntos (su punto más alto este año) hasta los 11,326 puntos con proyección nueva vez de llegar al área de los 10,000 puntos.
Si algo se puede aprender de todo esto es que estas intervenciones en el mercado del Banco Central Europeo, el Banco Central de Japón y la Fed, léase Banco
Central Norteamericano, es que a pesar de que tienen la ventaja de emitir una cantidad ilimitada de dinero, pues respectivamente manejan sus propios monedas, es que crean una algarabía momentánea en los mercados, para luego volver a la realidad. Y creo que tanto Trichet, presidente del Banco Central Europeo, como Bernanke presidente de la Fed, lo entienden perfectamente.
Ellos conocen la historia tanto local como internacional del mundo financiero y económico y por ende están conscientes de que las probabilidades están en su contra si se mantienen con esa política intervencionista.
De todas maneras los problemas siguen ahí y la mejor analogía de esta situación es el de una piscina que usted está tratando de llenar de agua, pero de pronto se da cuenta de que tiene una fuga, aconsejando el sentido común que debe de detener su intento, esa piscina nunca se llenará hasta tanto la fuga no se corrija.
Esta fuga consiste en romper la hegemonía financiera de las instituciones que se consolidaron ante la crisis del 2008 y acabar de una vez y por toda con el pensamiento keynesiano que establece que el incremento del gasto público dinamiza la economía, sobre todo si ya está harto comprobado que ese modelo de John Maynard Keynes no es funcional.
Su teoría se ha escondido bajo el mito de que su modelo sacó a los Estados Unidos de la gran depresión a principios de la década del 40, cuando en realidad el gran catalizador de la economía norteamericana fue su participación en la Segunda Guerra Mundial que le sirvió como plataforma para colocar y vender en el mercado toda su producción y materiales necesitados por sus aliados, principalmente los británicos, consolidando así el sector manufacturero.
Estimo que lo aconsejable sería dejar caer lo mercados, encontrar el fondo, y a la vez estimular la innovación. No hay que olvidarse que dos de las empresas más influyentes del mundo, Apple y Microsoft, fueron creadas bajo una severa recesión en el 1976.
A veces en la vida hay que dar dos pasos hacia atrás para echar uno hacia delante, pero muchos líderes hoy en día creen que el costo político sería muy alto, optando por crear burbujas encima de burbujas, dando paso así a parir la madre de todas las burbujas.