La Introducción repetida
Celebrando hoy mis ochenticinco años justos (nací en Pimentel un miércoles 5 de septiembre a las diez y diez de la mañana) siguiendo con esta serie dedicada especialmente a doña Lucero Arboleda, la dinámica bibliotecaria de Intec, este cuarto miércoles de literatura, no nos volvemos al pasado-presente sino que repetimos que el 3 del pasado mes, el importante periódico español El País publicó un documental que no resistimos copiar a nuestros lectores, que pueden verlo directamente en (https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/07/31/album/1533036263_013678.html?por=mosaico#foto_gal_1), y respetando, naturalmente el derecho de la autora Ariadni Fotini Stellou, reproducimos como una forma de manifestar a nuestros lectores cómo en algunos países civilizados del planeta se reverencia la cultura, representada principalmente en el libro o en la colección de textos, donde los manuscritos incunables, tienen más valor que los editados. Aquí, que yo sepa, no guardamos en nuestras bibliotecas principales textos manuscritos de nuestros autores. Esos viejos cuadernos o amarillentos folios no se consideraron nunca tan valiosos como para conservarlos. Hay, por ahí, muestras dispersas, pero no hay entre nosotros el culto al libro. De modo que lo haremos en varias entregas, ya que tantas páginas abrumarían al lector promedio, que es al cual nos dirigimos principalmente.
El jueves pasado dijimos que la argentina que nos visita, la escritora y cineasta, poeta y bibliotecaria, Claudia Baldoni, nos había contado que en La Plata, su provincia natal, había treinta y cinco bibliotecas públicas, algunas muy grandes, y que en la zona colonial nuestra no había ni una sola, cuando en 1892 había cuatro. ¿Hemos ascendido o descendido culturalmente en este país y en esta ciudad, que fuera llamada Atenas del Nuevo Mundo, precisamente por ese recinto amurallado?
Iniciamos con las primeras siete, hoy presentamos otras siete y concluiremos con las seis finales en el próximo miércoles. Lo hacemos, porque muchos lectores nos han dicho que prefieren estas dosis más pequeñas.
Esta es la segunda entrega, con los números del 8 al 14 y el próximo miércoles las seis restantes.
8. Biblioteca Real Danesa (Copenhague). El edificio construido en 1999 como ampliación del bonito complejo original de la Biblioteca Real Danesa (que data de 1906) en el canal de Christianshavn, junto al puerto de Copenhague, se conoce como el 'Diamante negro'. Su llamativa estructura de acero, vidrio y granito negro alberga una sala de conciertos, un café, distintos espacios expositivos e invita al visitante a disfrutar de unas vistas impresionantes hacia el mar. Tres puentes lo conectan con la antigua biblioteca; el techo del más grande luce una pintura del artista danés Per Kirkeby. El conjunto atesora los primeros libros impresos en el país en 1482, y todos los trabajos que han sido depositados en Dinamarca desde el siglo XVII. kb.dk. GETTY IMAGES
9. Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos (Washington) Visitas guiadas y exposiciones, conciertos, talleres, una tienda (online), bares, cafés y 29 salas de lectura organizadas por temáticas, lengua y formato. La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, ubicada en Washington y repartida en tres edificios (el Thomas Jefferson, el John Adams y el James Madison), es la más grande del mundo, con 1.348 kilómetros de estanterías y más de 167 millones de artículos, entre ellos, 5,5 millones de mapas, 8,1 millones de partituras y 72 millones de manuscritos. Es depositaria de una de las pocas copias que se conservan de la biblia de Gutenberg y del borrador de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. loc.gov/visit GETTY IMAGES
10. Museo y Biblioteca de la Facultad de Artes de Musashino (Tokio, Japón). Todas las paredes son muros-estantes, y hasta los escalones de la biblioteca de la Facultad de Arte de Musashino, en Tokio, son estantes para libros. Como celdas de una colmena dentro de una urna de cristal. El arquitecto japonés Sou Fujimoto ha comparado su obra con “un bosque de libros”. Se completó en 2010 como un centro para facilitar la creación artística nueva en la universidad: alberga unos 280.000 libros sobre arte y diseño y alrededor de 5.000 títulos de revistas académicas y publicaciones periódicas profesionales, lo que la convierte en una de las bibliotecas universitarias de arte más grandes de Japón. musabi.ac.jp GETTY IMAGES
11.Sede de Beitou de la Biblioteca Pública de Taipéi (Taiwán). Rodeada de parque, con jardines en la azotea, un sistema de recuperación de aguas grises y pluviales y un interior iluminado mediante paneles solares y ventilado naturalmente por las corrientes de aire, la sede de Beitou de la Biblioteca Pública de Taipéi es un respiro verde, un oasis en mitad de los rascacielos, el cemento y el hormigón de la ciudad de Taiwán. Construida en madera, con sus características balconadas hechas en el mismo material, fue inaugurada en 2006 y, desde entonces, ha ganado varios premios internacionales por su vocación medioambiental.GETTY IMAGES
12. Biblioteca Vasconcelos (Ciudad de México). La Biblioteca Vasconcelos, diseñada por el arquitecto mexicano Alberto Kalach en la zona norte de Ciudad de México e inaugurada en 2006, es uno de los 10 recintos bibliotecarios modernos más reconocidos del mundo, y uno de los más visitados de América Latina. Amplitud, luminosidad y más de 600.000 obras (libros, CD y DVD, revistas y periódicos) ordenadas en estantes colgantes, entre techos y paredes de cristal. Todo en mitad de un jardín botánico de 26.000 metros cuadrados con casi 60.000 plantas de 168 especies del país. Desde el vestíbulo principal 8en la foto) saluda su icono, Mátrix Móvil, la estructura ósea de una enorme ballena gris (al fondo, abajo) transformada en obra de arte por el artista plástico Gabriel Orozco. bibliotecavasconcelos.gob.mxALAMY
13. Biblioteca Clementina (Praga, República Checa). Dicen que en el órgano de la Capilla de los Espejos tocó Mozart en su visita a Praga, en el siglo XVIII; desde su Torre Astronómica, con vistas al casco histórico y al castillo de la capital checa, realizó sus investigaciones astronómicas el danés Tycho Brahe antes de que existiera el telescopio; incluso que en la Sala de los Meridianos se guarda uno de los registros meteorológicos más antiguos de Europa. La Biblioteca Clementina es un tesoro barroco, abigarrado y con siglos de historia, que solo se puede conocer mediante una visita guiada, aunque debido a una disputa legal con la Biblioteca Nacional, actualmente no se garantiza que el 'tour' cubra todos los lugares de interés del complejo. praga.es GETTY IMAGES
14. Biblioteca Nacional de Sejong (Corea del Sur). La primera sucursal de la Biblioteca Nacional de Corea del Sur fue construida en la ciudad de Sejong en 2013, y proyectada por Samoo Architects & Engineers. Se la conoce también como E-Brary, acrónimo de las palabras emotion y library (emoción y biblioteca en inglés), porque la pretensión de este estudio de arquitectura era crear un espacio “emocionante” donde los formatos de información analógica y digital convergieran y fueran cómodamente accesibles al público. Líneas sencillas, un techo inclinado evocando la página de un libro que está siendo pasada, salas de lectura y de conferencias. Y unas bonitas vistas desde la azotea. sejong.nl.go.krGETTY IMAGES