La corrupción, pero más que nada, la impunidad, así como el populismo, la demagogia y el financiamiento opaco de las campañas políticas produce en el ciudadano común desconfianza en los que hacen política, en los gobiernos, en el sistema judicial, en la policía, en los procesos electorales y hasta en las instituciones democráticas.

Los fondos utilizados en las campañas políticas deben ser transparentes, tal y como obliga la Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, No.33-18. Los aportes, donaciones, ingresos de cualquier tipo y como se gastan deben ser debidamente reportados, con sus detalles. Sin duda estos recursos son importantes para conectar con los votantes, para realizar campañas electorales exitosas, para costear planes de políticas, apoyar las investigaciones de preferencias electorales, los costos administrativos y capacitar a sus miembros. La asignación de la Junta Central Electoral, es dinero público, por lo que también las organizaciones políticas están sujetas a la supervisión posterior de la Cámara de Cuentas. La inacción y la opacidad minan la confianza de los ciudadanos.

Las recaudaciones de los partidos políticos pueden implicar riesgos de corrupción y derivarse en lavado de activos, si no se cumplen los procesos de control y transparencia adecuados, que por demás son legalmente mandatorios, pero insuficientes. De aquí que entendemos que es importante que los partidos políticos deben ser considerados como sujetos obligados no financieros al amparo de la Ley 155-17, Contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo. De esta forma tendrán que realizar Debidas Diligencias, aplicar procedimientos de depuración, registros para reportes de efectivo, aplicar una matriz de riesgo, disponer de un oficial de cumplimiento, entre otras obligaciones que harán de esas organizaciones entes más transparentes. Así se forjará y fortalecerá la confianza de los electores en un ente que debe ser el ejemplo de todos. Definitivamente, esto haría que más personas se involucren en el quehacer político.

Esta situación parece afectar a casi todas las democracias, por lo que se le está dando mucha importancia. El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en un documento que data del 2011 “Laundering the Proceeds of Corruption”, cuya traducción literal sería “Lavando los beneficios de la corrupción”, expone unos parámetros para identificar el lavado de activos en los actos de corrupción que son derivables en procesos políticos electorales.

Por otro lado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se ocupa de los problemas de la financiación ilícita de las campañas políticas y los procesos electorales indicando una serie de buenas prácticas en un documento titulado “Financing Democracy”, que en castellano sería “Financiando la Democracia”. Aquí citan políticas de transparencia, rendición de cuentas, cumplimiento y cultura de integridad.

Transparencia Internacional, junto al Centro Carter, cuenta con el Proyecto Crinis -rayo de luz en latín- con el objetivo de promover la transparencia y la rendición de cuentas en el financiamiento de la política en América Latina. Para ello, realiza distintos tipos de actividades: Evalúa minuciosamente los niveles de transparencia en la legislación y las prácticas de financiamiento de las campañas electorales de partidos y candidatos, así como de la vida económico-financiera de los partidos durante los años no-electorales, detectando vulnerabilidades y fortalezas. Desarrolla actividades de concientización y de incidencia para promover la transparencia en el financiamiento de partidos y candidatos colaborando con partidos, autoridades electorales, empresarios donantes, votantes y demás actores nacionales e internacionales relevantes en esta materia. Produce el “Indice Crinis” que permite analizar detalladamente la situación vigente en cada país estudiado, realizar comparaciones entre países e identificar y divulgar las buenas prácticas. Genera recomendaciones de reforma en función de los diagnósticos realizados sobre cada país en que se aplica.

La meta de Crinis es contribuir a aumentar la confianza ciudadana en la democracia y en los partidos políticos a través de promover la transparencia y rendición de cuentas relacionadas al dinero en la política.

Se debe evitar que desolación ciudadana crezca. Esa que se expresa en la desidia, la indiferencia, la parálisis dado a que se asume que nada va a cambiar o para qué votar sí son todos lo mismo o un voto no hace diferencia, denotando frustración, implica que se da por sentado que no hay futuro y eso es falso. El futuro es una abstracción, pues nadie vive en el futuro, pero este se convierte en realidad en el presente, cumpliendo con abnegación lo a cada quien corresponde. Votar como consecuencia de la conducta de los políticos es más importante y responsable que no hacerlo. Abstenerse de participar en el sufragio va en contra de los intereses del bien común, no votar sólo beneficia a quienes buscan su propio provecho con lo que les corresponde a todos.

En unas elecciones generales la mayoría de los electores vota en blanco y generan una situación no prevista en las normas legales. A esto el gobierno hace que se realicen unas nuevas elecciones pocos días después y la gente vota en blanco con una proporción alarmante. La investigación no se hizo esperar y el gobierno actúa de forma autoritaria y emprende represiones contra personas a las que injustamente culpa. Buscando una explicación inventan una historia irreal ante la desesperación por no controlar la situación. Esta es a grandes rasgos la trama que nos brinda José Saramago en “Ensayo sobre la lucidez”. El autor plasma los mecanismos del poder, así como las conductas abusivas de los gobernantes ante una actitud pacífica asumida por la desesperanza de las personas y la falta de confianza en quienes deben ser los actores de la democracia.

Ese escenario no será el se presentará aquí en las elecciones del próximo domingo. Los dominicanos debemos acudir a votar en masas, cumpliendo cabalmente el protocolo sanitario establecido por la Junta Central Electoral. Con ello, con el voto se deben exigir los cambios tendentes a alentar la confianza en la política.

En la comedia “Las Nubes”, de Aristófanes, es donde se registra por primera vez el acto, considerado como obsceno, de mostrar un puño cerrado con un dedo extendido, hacer “la higa”. A quienes crean que los electores dominicanos se quedarán en sus casas y no irán a votar por quien entiendan debe ser el responsable del destino de nuestro país, todos y cada uno le haremos el gesto de Aristófanes. A votar dominicanos.