En nuestras pasadas entregas hablamos sobre el concepto de Laboratorio de Innovación Pública (LIP), cómo trabajan los mismos y su relación con el concepto de Gobierno Abierto, veremos ahora cómo han impactado los LIP que se han implementado en otros países de América Latina y que buenas prácticas podemos emular, así como los puntos de mejora que han sido identificados en los mismos y que podemos evitar.

Si bien es cierto que generar soluciones, crear prototipos, testear, etc., en un LIP, aumenta considerablemente el tiempo para poner en ejecución una política pública, no menos cierto es que poner al ciudadano en el centro de la solución y la intervención de equipos multidisciplinarios y multisectoriales, tiene como consecuencia lógica, políticas públicas con mayor grado de aceptación y un sentido de corresponsabilidad con el éxito de esta (Acevedo y Dassen, 2016).

No existe un concepto único de lo que es un “laboratorio de innovación pública”. Las entidades de este tipo que se han ido instalando en otros países utilizan diferentes nombres o nomenclaturas, así como distintas metodologías de trabajo y estructura. Sin embargo, coinciden en ser organismos híbridos, en el sentido de que no sólo involucran a la administración pública, sino que participa y colabora en ellos la sociedad civil. Además, todos tienen el compromiso de experimentar y testear soluciones diferentes y centradas en la ciudadanía (Ramírez-Alujas, 2016).

A pesar de la diversidad de LIP’s que existen, hay características comunes que poseen casi todos los que se han ido creando en América Latina. A este respecto Acevedo y Dassen (2016) mencionan las siguientes:

  • Internalizan el riesgo de las innovaciones y de las políticas públicas, ya que al experimentar antes de aplicar a gran escala se reduce el riesgo de fracaso.
  • Experimentan y hacen evaluaciones de impacto, lo cual permite proyectar de manera más eficaz los resultados esperados, además la experimentación ex-ante identifica puntos de mejora, fallos y errores que pueden ser corregidos previo a la puesta en ejecución de la política pública.
  • Cuentan con equipos especializados, tecnología digital y análisis de datos para el manejo y procesamiento de grandes volúmenes de información, necesarios para el diseño de las políticas públicas.

    Moisés Jáquez Mota es coautor de este artículo
  • Tienen equipos de trabajo multidisciplinarios, lo que permite una visión holística de los problemas y del diseño de políticas públicas, pudiendo considerar distintos puntos de vista.
  • Trabajan en articulación con diferentes organismos internacionales, gubernamentales, sector privado, ONG’s y la academia, lo cual crea un sentido de corresponsabilidad por lo público entre todos los actores que al sentirse parte del proyecto dan mayor apoyo al mismo, garantizado mayores probabilidades de éxito.
  • Involucran voces ciudadanas de la población objetivo en el proceso de diseño de políticas públicas, lo cual permite el diseño de una política más acorde a las necesidades de los beneficiarios de esta y, en consecuencia, la generación de mejores resultados.
  • Crean un ambiente para la innovación en la administración pública, permitiendo así la resolución de problemas complejos de una manera distinta, más eficaz y eficiente.

Por otro lado, a pesar de sus grandes aportes, los Laboratorios de Innovación Pública que ya existen en América Latina adolecen de ciertas debilidades. Según Acevedo y Dassen (2016) algunas de estas son:

  • Tienen poca flexibilidad para fracasar: una de las tareas principales dentro de un LIP es la experimentación de las políticas públicas, sin embargo, toda experimentación representa un riesgo de fracaso y en muchos de los LIP´s latinoamericanos existe una muy baja tolerancia para ello, lo que trae como consecuencia que recurran poco a la experimentación.
  • Se han concentrado en temas marginales de la Administración Pública: Los LIP´s de América Latina si bien han realizado aportes importantes, en su mayoría se les ha reducido a trabajar en la mejora de servicios o la creación de políticas públicas de baja trascendencia o impacto.
  • Deben fortalecer la capacidad de procesar datos: Los LIP´s latinoamericanos necesitan especialistas en “Big Data” que puedan manejar esta información, tanto para el desarrollo de posibles soluciones a los problemas públicos como para el procesamiento de resultados de las experimentaciones previas o evaluaciones posteriores de una política pública.
  • Deben posicionarse mejor como entidad de apoyo a la innovación pública: Los LIP´s que existen en América Latina deben ganar apoyo y credibilidad tanto dentro de la Administración Pública como desde el sector privado y la academia, de manera que se les confíe la solución de los grandes problemas públicos.

La implementación de un Laboratorio de Innovación Pública en República Dominicana o de unidades de innovación a lo interno de las instituciones del Estado, constituiría un gran aporte para el país y la administración pública, por varias razones:

  • La República Dominicana contaría con una herramienta para la innovación que además facilitaría la participación de la ciudadanía en la confección de las políticas públicas, lo cual han venido realizando otras naciones del hemisferio, a través de los Laboratorios de Innovación Pública.

    Larissa Llibre Tejada es coautora de este artículo
  • La Administración Pública dominicana dedicaría parte de su presupuesto a la innovación de manera directa ni eficiente.
  • El Estado ejecutaría políticas públicas previamente analizadas o estudiadas para minimizar los riesgos de su implementación.
  • Las políticas públicas serían desarrolladas e implementadas de manera adecuada, evitando con ello la pérdida de enormes inversiones de recursos estatales, lo que perjudica a la sociedad y a la ciudadanía en general.
  • Existen distintas modalidades o tipos de laboratorios de innovación pública, los cuales deben ser considerados a la hora de implementar uno en nuestro país.

En conclusión, existen varios conceptos o iniciativas que en conjunto han constituido el punto de partida para el surgimiento de los laboratorios de innovación pública: innovación, gobierno abierto, delivery units, design thinking y datos abiertos. Estos constituyen los principales antecedentes de esta nueva herramienta para el fomento de la innovación en el sector público, pero algo es indudable, contar con un LIP o con unidades de innovación a lo interno de las instituciones gubernamentales, es evidencia de una administración pública comprometida con una mejor y más eficiente inversión de los recursos del Estado.

Bibliografía:

Acevedo, S. y Dassen, N. (2016). Innovando para una mejor gestión: La contribución de los Laboratorios de Innovación Pública. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ciudad S/N, Editora S/N. Recuperado de: https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/7874/Innova ndo-para-una-mejor-gestion-la-contribucion-de-los-laboratorios-deinnovacion-publica.pdf?sequence=9

 

Sobre los autores:

  • Larissa Llibre Tejada: Licenciada en Derecho egresada de la PUCMM, Magíster en Alta Gestión Pública por l´École Nationale d’Administration (L’ÉNA) y Especialista en Cumplimiento por The George Washington University.
  • Moisés Jáquez Mota: Licenciado en Derecho egresado de la UASD,  Magíster en Políticas Públicas por la Universidad Complutense de Madrid y Magíster en Alta Gestión Pública por l´École Nationale d’Administration (L’ÉNA)