Cuando estudie ciencia política, había en el pensum una asignatura de nombre extraño, Laboratorio de Ciencia Política. En singular porque la política, es una, no hay varias ciencias políticas. El referente más cercano para mí del laboratorio tenía que ver con la medicina o ciencias exactas, nunca el laboratorio pensado desde la política.

El profesor Nolberto Soto, nos formulaba unas 10 hipótesis de trabajo. Porque el laboratorio era investigación, una investigación desde una visión diferente, no preconcebida, no sesgada, no dirigida, sino espontánea, abierta, imaginativa y creadora.

En su laboratorio social, cada cual, comenzaba a investigar el problema, esto generaba un semillero de investigadores empíricos. Era el momento de entrar en contacto con la sociedad, procurando buscar la verdad más objetiva posible. Desde el taller social, intentábamos construir la investigación más aproximada a la realidad.

El complemento de ese proceso formativo sin duda, por la rigurosidad fue La Ética Formar y Dialéctica, una mezcla de pensamiento hegeliano, idealista, lógica analítica, interpretación marxista, estructuralismo funcional y visión del cambio. El dominio de la excelencia analítica de las categorías kantianas guindado por el maestro César Cuello Nieto. Era una buena escuela de pensamiento, muchas veces menospreciada en el plano nacional, por el guacanagarismo político donde todo lo de fuera es mejor.

El PRM tiene una oportunidad de oro dependerá de su liderazgo y sagacidad política, para armar el mayor frente opositor. Es una táctica correcta, pero la misma debe ser acompañada desde la ciudadanía

Formularé por razones de espacio una cuatro tesis. Frente a los cambios, rupturas de paradigmas, recomposición social y políticas de fuerzas y actores políticos. Con la presencia de actores internacionales que pugnan con el tradicional demonio de Estado Unidos.

Primera tesis:  Las grandes tendencias políticas de la sociedad dominicano, desde la constitución de la república que se expresaron como: conservadurismo y liberalismo.  Retornaron álgidamente como neoconservadurismo y neoliberalismo. La lucha política que levantó la bandera de la defensa de la constitución y la democracia fue el hilo conductor de mayor construcción ciudadana, en los últimos años junto al Movimiento Marcha Verde en contra de la corrupción y El 4% para Educación, preuniversitaria. Esto representó un nuevo estadio de compresión de la sociedad dominicana, acerca de la necesidad de la preservación de la institucionalidad democrática.

El autoritarismo, neoconservadurismo e intervencionismo, son dominante en la sociedad dominicana. Las fuerzas neoconservadoras, suelen predominar en las soluciones de crisis políticas, entornos políticos y geopolíticos complicados, donde las olas pueden derivar en marejadas en esta frontera imperial. Afirmo hay una profunda recomposición de fueras sociales y políticas, con un mínimo de agenda común que el plano nacional y la contradicción en el plano internacional de la doble agenda del gobierno dominicano.

Segunda tesis: Las primarias debilitaron sustancialmente el sistema de partidos y el sistema democrático en la República Dominicana. La democracia que emergió con fortaleza en el año 1978, sale debilitada del llamado super ciclo electoral de América   Latina, en el caso dominicano los partidos salen debilitados.

Marta Lagos de Latinobarómetro considera que estamos en el fin de la tercera ola de democracias. Una característica son los personalismos presidenciales que quebrantan, minan la autonomía de los distintos poderes del Estado. Gobiernos que ascienden al poder bajo modelo democrático, niegan el mismo y derivan en autoritarismos continuistas; creado tensiciones sociales frutos de su accionar desde el Estado.

El sistema de partido necesitaría una cirugía mayor, para lograr superar su hemorragia, que amenaza con una implosión de manera definitiva. Esta situación, puede verse de manera comparada en el modelo agotado, caso de Venezuela.  Los indicadores sobre la democracia y partidos políticos siguen a la baja en nuestro país; según Latinobarómetro noviembre 2019.

Tercera tesis:  La sociedad política cambió sustancialmente en los últimos meses. Roto está paradigma de que los partidos políticos no sufren grandes divisiones en el poder. El PLD se dividió, arriesgando su permanencia en la administración del Estado, contrariándose así mismo, negando dialécticamente su propia práctica, con todas las encuestas a su favor, antes del proceso de primaria del 6 de octubre. Prefirió el conflicto a la cohabitación, la confrontación a una   transición pactada, un revelo generacional modulado; perdió el horizonte estratégico de construcción democrática y como dice Adela Cortina, el mínimo decente del comportamiento ético.

El PLD prescinde de uno sus principales activos políticos. El liderazgo más carismático, emblemático e intelectualmente terminado el que lo llevó al poder en el 1996 y lo retorno al poder. Este sucumbe frente a la improvisación, el pragmatismo, el corporativismo, el rentismo político y el Estado-partido.

Cuarta tesis: La desconfiguración y configuración del cuadro político está en proceso, la ruptura del PLD solo es comparable con la de Majluta y Peña Gómez, sus efectos se sentirán como un regalo de Reyes Mago. El PRM tiene una oportunidad de oro dependerá de su liderazgo y sagacidad política, para armar el mayor frente opositor. Es una táctica correcta, pero la misma debe ser acompañada desde la ciudadanía. Con una conclusión adelantada en nuestro país como en otros, lo importante no solo son los votos, sino quien lo cuenta.