El término laboratorio indica experimento, prueba, ensayo o error en un proceso determinado de creación o elaboración percepto-sensible y creativo-visual.
A partir del dadaísmo, el constructivismo, suprematismo, futurismo, el cine-ojo y el cine-objeto, aparece aquel espacio donde el arte se manifiesta como experiencia perceptiva, intuitiva o racional, productora o indicadora de valores creacionales.
Todos los intentos de la vanguardia histórica, así como todo el trabajo llevado a cabo por artistas y técnicos del arte experimental, se reconocen en un mecanismo de fases creacionales que implican, por su práctica, una suma de valores propios de un marco intensivo y extensivo de las experiencias activas de representación híbrida y visual.
A partir de la práctica liberadora y posvanguardista que surge con el nuevo diseño, el nacimiento del Arte permutacional, el Fluxus art, el Op art, la Performance, el Body art, las acciones artísticas y las instalaciones o videoinstalaciones, se ofrecen resultados desde las nuevas estéticas integralistas, tecnológicas o industriales propiciadoras de nuevas teorías del arte. Surgen también explicaciones a partir de nuevas poéticas generadoras de nuevos discursos, horizontes y umbrales artísticos.
Los nuevos dispositivos y cuerpos artísticos observables en las últimas prácticas y técnicas artísticas llevadas a cabo mediante pruebas, confrontaciones y combinaciones de materiales artísticos, empleados para lograr efectos estéticos en el proceso de recepción-creación, son indicadores de una nueva visión del arte que se ha producido a la vuelta del milenio. Este Art now es y forma parte de un laboratorio o nuevos laboratorios multiculturales que traducen experiencias psicológicas, cognitivas, artísticas y que confluyen en el marco de una visión abierta a las diversas artisticidades contemporáneas.
Como la palabra laboratorio refiere a constatación, prueba, aplicación, práctica, ensayo, instrucción experimental o comprobación, todo lo que en el método artístico revela un saber y una función, se reconoce en el producto artístico y en su proceso de elaboración que conduce a entender un marco de lenguaje-expresión e intención del artista o los artistas.
Lo que caracteriza al laboratorio artístico y cultural es precisamente la experiencia, comunicadora, productiva y de elaboración, pero además, lo que surge de allí: productividad estético-sensible, producto visual o híbrido, imagen racional- material, entre otros productos o resultados artísticos.
Los ejes del laboratorio artístico y cultural se hacen observables en el proceso de recesividad que involucra las operaciones siguientes:
- Asimilación sensorial y perceptiva.
- Inducción formal y objetual basada en componentes de base perceptora y comunicadora.
- Dinamismo organizador cuya base es la imaginación sensible.
- Particularidad del funcionamiento perceptivo y sensorial.
- Objetividad de la experiencia creativa.
- Justificación de un proceso de formatividad.
- Cualificación y recualificación de las imágenes y los procedimientos de creatividad.
- Experiencia de aplicación sobre la base de un modelo comunicativo y estético.
- Practicidad del modelo.
- Construccionalidad de la experiencia.
- Lecturabilidad del fenómeno creacional.
Estos ejes del laboratorio artístico reafirman, en proceso, los modos de expresión del arte y la artisticidad, siendo esta última la posibilidad de base inducida por la creatividad y sus niveles de creación y apreciación.
De todo este proceso se desprende una cardinal teorética que apoya el método como procedimiento e interés, lo que va a conducir a una práctica insertada en los diferentes modos de hacer arte. El fenómeno denominado expresión artística y sensible es significativo desde el punto de vista creacional. Todo lo cual implica un grado de acercamiento a los principales registros y competencias creadoras visibles en el arte de nuestros días
De ahí que la relación necesaria entre laboratorio y metodología, se haga funcional en la fase práctica, significante, comunicadora del conocimiento artístico y sobre todo en la noción de progreso estético-cultural que facilita, por demás, un campo educativo basado en los sentidos que intervienen de manera dinámica en la creatividad.