Este artículo obligatoriamente debe abordarse presentando algunas tablas, en virtud que nos permite presentar en números, una radiografía de los rangos de entusiasmo que mostró el cuerpo electoral en el nivel senatorial, lo que a nuestro juicio constituye un presupuesto anticipado de las posibles suertes que pudieran correr algunos candidatos a senadores para las venideras elecciones del 2020. Cabe destacar que si la cantidad de votos obtenidos por cada candidato electo en este nivel, es todo lo que realmente puedan mover, entonces, tendríamos que tomarla como lectura que muchas de estas candidaturas estarían amenazadas. Veamos la tabla de desempeño en las primarias, comparando estos resultados con el número de electores versus los votos obtenidos en las elecciones del 2016 y las diferencias negativas de un tramo a otro.
Vista la tabla anterior, a juzgar por la gran movilización que mostraron en su desempeño en las primarias, los que más conectaron con el cuerpo electoral fueron los siguientes 10, y por ende tienen mejor posicionamiento que los demás. Aunque no presento en este cuadro a las grandes urbes como Santiago, Santo Domingo y el Distrito Nacional, a juzgar por lo expuesto en la tabla 1, estos muy bien pudieran estar amenazados si no duplican los esfuerzos para las elecciones del 2020.
Otro rango, a pesar de que sus diferencias de los votos obtenidos en el 2016 -elecciones anteriores-, que tienen desempeños que también los conectaron muy bien con el electorado de las primarias, a pesar de los niveles de diferencia ya dicho, se cuentan.
En el caso de los listados en la tabla 2, con el desempeño de las primarias, cuyos márgenes de diferencias son relativamente mínimas respecto a las elecciones anteriores (2016), se podría decir que el esfuerzo para conseguir los votos que pintan que les faltaron en esta etapa, se podría asegurar que sus candidaturas tienen más fortalezas de cara a las elecciones venideras.
Lo propio, pero con algunas variantes, se podría decir de los litados en la tabla 3, y como caso, tomo de ejemplo, al precandidato por Monseñor Nouel, que su margen de diferencia fue de 10,323 respecto a lo que alcanzó preferencialmente en las elecciones 2016, pero hay que acotar que tuvo que luchar muy frontalmente con un ex Danilista que se alió al sector de Leonel que compitió al mismo cargo por el PLD y que, sin lugar a dudas, captó un buen arsenal de votos de sectores que antiguamente habían votado por Nova. Lo cual pudo ser la realidad de otras tantas provincias que compitieron, como se dice, río arriba. El plan estratégico debería ser recompensar las diferencias y llevarla al plano de las elecciones del 2020.