Desde el día en que Benedicto XVI anunció su renuncia, mucho se ha hablado sobre quien será su sucesor.
Existen muchos debates sobre si el próximo líder de la iglesia católica será europeo, norteamericano, latinoamericano, africano o asiático.
Creyente o no creyente, católico o de cualquier otra religión, considero que es un tema de suma importancia para todos, ya que no hay duda del alto nivel de poder e influencia de la iglesia católica en el mundo entero.
Los medios de comunicación han emitido distintas versiones/teorías/apuestas sobre quién será el próximo Papa, siendo algunas válidas, otras irónicas y algunas esperanzadoras, pero no puedo quitarle el ojo de encima a aquellas personas que -sintiéndose cultos- citan a Nostradamus.
Sin entrar a detalle sobre las “profecías” de Nostradamus, creo que es importante decir que algunas de ellas quizás puedan ser colocadas dentro de ciertos sucesos de la historia, pero… aquella que habla del fin del mundo en el siglo XXI con la llegada de un Papa negro, me la encuentro patética.
Digo, si yo un día escribo que en 500 años habrá una gran guerra donde, donde varios países participarán, la probabilidad de que mi “profecía” sea cierta es MUY alta, y eso no me hace vidente, poderoso ni nada parecido.
Aclaremos.
Nostradamus dijo que un hombre de piel oscura será el último antes del temido Apocalipsis, enfatizando que "al principio habrán enfermedades mortales como advertencia, luego habrán plagas, morirán muchos animales, habrán catástrofes, cambios climáticos, y finalmente empezarán las guerras e invasiones del rey negro”.
Bla Bla Bla…
Me cuesta trabajo pensar en que un hombre que nació en el siglo XVI, hubiera podido visualizar lo que estaría pasando en el siglo XXI.
Independientemente de que respeto las creencias ajenas (por más locas que sean), me cuesta mucho trabajo tomar en serio a aquellas personas que creen que el sucesor de Benedicto XVI será un Papa de piel oscura, porque así lo predijo Nostradamus.
Creo que el nigeriano Francis Arinze y el ghanés Peter Turkson, o cualquier otro sacerdote de “piel oscura” que tenga la ambición de ser el sumo Pontífice algún día, estaría en desacuerdo con Nostradamus, por obvias razones.
En mi muy humilde opinión, creo que el debate del nuevo Papa NO debe centrarse en su nacionalidad, edad o color de piel… Creo que el debate debe centrarse en quien será capaz de aniquilar la mafia que se mueve dentro de la iglesia católica y -sobre todo- exterminar la red de pederastas que tanto daño han causado.
Me queda claro que Nostradamus jamás tuvo la visión de lo que sería la iglesia católica en el siglo XXI, ya que de lo contrario su profecía no se centraría en el color de la piel de un hombre, sino en su capacidad por aniquilar a aquellos animales que se hacen llamar humanos que abusan de su posición de “soldados de dios” para abusar sexualmente a niños incapaces de defenderse ante los abusos de una persona mayor.
Al decir que la iglesia necesita a una persona que aniquile la red de pederastas, pretendo decir que me conformaría con un Papa que aceptara que hay un problema y que esté dispuesto a denunciar pública y judicialmente a cualquier sacerdote que lleve a cabo conductas “inmorales” o “amorales”.
Lo único INTOLERABLE es que llegue un Papa que siga escondiendo/ignorando el problema y proteja a quienes son parte de su institución.
No me importa de done sea el Papa…
No me importa que edad tenga…
Mucho menos me importe el color de su piel.
Lo que me importa es que llegue un hombre que tenga la convicción de destruir la bola de nieve que se ha creado a lo largo de varios siglos, donde lo único que prevalece es la complicidad.