El 31 de diciembre llegó y cambió el escenario. Con su sola presencia, cambian las reglas de juego que marcaron la economía argentina. Ese día vence la regla RUFO (aquella que otorga los derechos de igualar cualquier negociación ulterior que consigan los otros bonistas) que el gobierno de Cristina Fernández esgrimió como impedimento para satisfacer la demanda de los fondos-buitre del pago completo de sus bonos irredentos.
¿Aprovechará el gobierno de Cristina para cancelar sin consecuencias ulteriores a los buitres? ¿Ejecutará el Juez Griesa en nombre de los demandantes buitres su sentencia de pago al gobierno argentino?
Alejandro Rebossio, en un artículo escrito desde Buenos Aires trata sobre este nuevo escenario (http://economia.elpais.com/economia/2014/12/27/actualidad/1419710451_193857.html ) con una conclusión de acuerdo a la lógica política. Nadie va a hacer algo, porque les conviene ejercer la paciencia de esperar.
Dice Rebossio: “A pesar de los cambios, no está claro si alguna de las dos partes moverá ficha. Una leve mejoría económica de Argentina durante las Navidades puede desalentar a Fernández de abordar el problema y es probable que opte por dejárselo como herencia a quien venza en las elecciones presidenciales de octubre próximo. Los fondos buitre, por su parte, quizá también prefieran esperar al próximo presidente, con la esperanza de que sea más dócil a sus reclamaciones.”
Señal de que el 2015 tendrá más noticias sobre este feudo económico entre el cono sur y el norte angurrioso. ¡Dios nos agarre confesados!