En una publicación de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, encontramos con datos sumamente interesantes y detallados sobre lo que debe ser un sistema de vigilancia de la salud de los trabajadores en las empresas.

Estos datos no deberían ser solo del conocimiento de los profesionales de la salud ocupacional, sino de todos los trabajadores y empleadores, así como del público interesado, de modo que se disponga del conocimiento de algunos aspectos  de lo que es un sistema de vigilancia de la salud en el trabajo.

Habíamos tratado en artículos anteriores, y así queda establecido en el documento de la OIT, que un sistema de vigilancia de la salud de los trabajadores debe tomar en cuenta los riesgos en el lugar de trabajo, las exigencias de salud del trabajo, el estado de salud de la población trabajadora, los recursos disponibles, la sensibilización de trabajadores y empleadores para su aplicación y la legislación y reglamentación vigentes, entre otros aspectos.

Un sistema de vigilancia de la salud de los trabajadores puede implementarse en una empresa o grupo de empresas, con un servicio propio y exclusivo o mediante la contratación de una empresa prestadora de servicios de salud ocupacional debidamente calificada.

La vigilancia de la salud de los trabajadores comprende: evaluaciones médicas individuales y colectivas de la salud, el registro y la notificación de lesiones y enfermedades profesionales, encuestas, investigaciones e inspecciones, entre otras actividades.

Los exámenes y las pruebas médicas no deben ser rutinarias, sino que deben responder a criterios de importancia, pertinencia, especificidad y sensibilidad. Además, que sean adecuados y aceptables para los trabajadores y modificados, previa revisión periódica, según cambien las condiciones de trabajo

Con relación a lo anteriormente expuesto es importante la retroalimentación de información tanto a lo interno de la empresa como con las autoridades públicas de manera que se puedan tomar las medidas correspondientes para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.

En cuanto a la evaluación de la salud de los trabajadores esta puede ser de carácter obligatorio, siempre cumpliendo con los principios éticos y técnicos para la realización de consultas y exámenes médicos, siendo estos últimos la columna dorsal de la vigilancia de la salud de los trabajadores.

Los exámenes y la consulta médica tienen como objetivos, entre otros, la comprobación de que son adecuados los controles de riesgos en el lugar de trabajo, la detección temprana de enfermedades en los trabajadores, sean estas ocasionadas o no por el trabajo que realizan, prevenir el deterioro de la salud de los trabajadores, promover el trabajo seguro y determinar la aptitud o no de un trabajador para un determinado trabajo, priorizando siempre adaptar el trabajo al hombre y cada hombre a su trabajo.

El médico de la empresa debe informar a los trabajadores los riesgos a los que se expondrán en un determinado trabajo y de las medidas de control para evitar lesionarse o enfermarse, y dónde pedir ayuda en caso de necesidad.

Debe además el médico ocupacionista evitar en lo posible declarar un trabajador no apto para todo tipo de trabajo, procurando que pueda ser colocado en una posición que sea compatible desde el punto de vista de su salud y para la cual pueda recibir la capacitación y el entretenimiento necesarios, siempre que haya disponibilidad de plazas.

Los exámenes y las pruebas médicas no deben ser rutinarias, sino que deben responder a criterios de importancia, pertinencia, especificidad y sensibilidad. Además, que sean adecuados y aceptables para los trabajadores y modificados, previa revisión periódica, según cambien las condiciones de trabajo.

Es importante señalar que los médicos de las empresas, sean ocupacionista o no, tienen la responsabilidad máxima de las historias clínicas, los exámenes, pruebas diagnósticas, biológicas y  funcionales que se les practiquen a los trabajadores, aunque puedan ser asistidos por personal capacitado (enfermera, etc.). Sin embargo es oportuno precisar que hay una gran cantidad de trabajos en los que solo se requiere de la aplicación de un cuestionario.

Los exámenes y las pruebas médicas deben hacerse antes o inmediatamente después del ingreso al trabajo, que constituyen la denominada evaluación pre empleo, pero cabe mencionar las evaluaciones periódicas y las de finalizaron de contrato a las cuales ya nos hemos referido.

Sobre la vigilancia de la salud de los trabajadores queda mucho por tratar, pero lo dejaremos para próximas entregas y finalizamos no sin antes dejar claramente establecido que no debería haber discriminación para discapacitados que cumplan con los requisitos para un trabajo determinado que haya sido ofertado.