Minou Tavárez Mirabal, más que seguir luchando por enderezar el árbol que crecía torcido, de intentar despojarlo de las alimañas e insectos que consideraba podrían dañarlo y afectar su sano crecimiento, agotada, decidió abandonarlo.

Es que se dio cuenta, luego de años de intensa labor, que los frutos y sombra que daría ese árbol morado que con tanta fe e ilusión sembró con una visión diferente el profesor Juan Bosch, no serían para beneficio de los hambrientos y necesitados hijos de la República Dominicana.

Con pena y mucha tristeza ha decidido que los depredadores y gérmenes putrefactos que se han adueñado de ese frondoso árbol se coman primero las hojas para que se conviertan luego en hermosas mariposas blindadas que vuelan libremente sin temor, y sin importar el daño causado. Y para que otros, como termitas insaciables, se encarguen de demoler la solidez de su estructura y corteza hasta dejarlo seco, débil e inservible.

La diputada Minou Tavárez Mirabal renunció del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) organización en la cual ocupaba la condición de miembro de su Comité Central (CC).

Por otra parte, y confirmando casi lo mismo pero sin renunciar, el ex-ministro de Economía en el gobierno del doctor Leonel Fernández, el ingeniero Temístocles Montás, declara algo que todo el pueblo dominicano sabe, que el PLD, del cual es también alto dirigente, no ha podido erradicar la pobreza y la desigualdad en casi 16 años en el poder.

Aunque lo dicho por Montás es una dolorosa y muy penosa realidad, son palabras puramente politiqueras, ya que sus aspiraciones son convertirse en candidato a la nominación presidencial por su partido.

Hay mucha coincidencia entre las verdades politiqueras expresadas por Montás y las denunciadas en su renuncia del partido por la diputada Tavárez Mirabal. Concuerdan con las opiniones expresadas en ambos sentidos por los dirigentes de partidos opositores y la sociedad civil. Pero Minou le agregó un detalle que ha dejado un amargo sabor entre los miembros de esa organización política.

Durante casi 16 años en el poder, y siendo Montás ministro de Economía en los gobiernos de Leonel Fernández, ¿cómo es que ahora se da cuenta de tan cruda realidad, que la ceguera que producen los altos cargos públicos y las multimillonarias fortunas personales que logran acumular administrando de manera corrupta los recursos del Estado, no son capaces de observar las grandes necesidades que padecen las minorías de la población que les brindaron la oportunidad de representarlos en el poder?

Existe pues una doble moral, porque no pocos de los que han logrado ocupar puestos de relevancia en la administración pública, y con grandes oportunidades de trabajar a favor de las minorías, han logrado enriquecerse y blindarse de tal forma que la justicia no tenga valor para ni siquiera cuestionarlos. Y quieren volver con otros caramelitos, para engañar a los incautos.

Pero el pueblo dominicano poco a poco va aprendiendo la lección, para no caer en la trampa de quienes solo se acuerdan de los desvalidos y desheredados de la fortuna solo en tiempos de campaña electoral.