Cuando vimos las fotos de la reunión del Comité Político del PLD, y observamos que, (contra todo protocolo e irrespetando la jerarquía inherente a la figura presidencial: Primer Primero o Primero entre sus iguales), Danilo estaba sentado en una silla "ligeramente" más baja que la de Leonel, asimilamos el mensaje subliminal que se enviaba: Leonel es "el chivo que más mea" en el país.

Hicimos el símil de que Danilo, sumisa y ridículamente, estaba ubicado a la diestra del Dios morado.  Pero fue un dilecto amigo quien hizo la analogía perfecta: El Mesías de Villa Juana flanqueado por los Dimas y Gestas del PLD.

Lo doloroso es que en ese aquelarre no había cabida para redenciones, pues se convocó con el exclusivo fin de certificar la crucifixión del pueblo y país dominicanos.

Y luego escuchamos a ese ejemplo de honestidad, y Chacal de la Trompeta PLDista, Pechito Pared Pérez, sentenciar, con esa humildad que lo caracteriza: El paquetazo de impuestos va, y va porque nosotros (la corporación financiera morada) decimos que va…..

Y es esa prepotencia la que indica que los campos están deslindados.  La corporación financiera PLDista, y sus socios blancos y colorados no se detendrán en ningún escollo fútil para tratar de conservar sus privilegios, seguir la orgía de la corrupción, garantizarse impunidad por sus criminales actos de saqueo y despojo del Erario y consolidar su dictadura neo-trujillista.

Un forista -en la internet- predijo: "aquí se va a armar una vaina". Y nosotros respondimos que no, que en el país la vaina ya está armada, y es explosiva; que sólo falta la chispa que la hará estallar y que Pinocho y su pandilla de desalmados, en sus borracheras megalomaníacas de poder, irresponsablemente insisten en rayar, a diario, un fósforo en la cara del pueblo dominicano.

En el Coliseo, sediento de justicia, el pueblo exige la sangre y las cabezas de los corruptos. El gobierno del PLD, experto en las técnicas de "ruyir y soplar", le lanza a los leones un huesito "chino", precisamente el mismo día en que manda para el carajo al Consejo Económico y Social (CES) y se apresta a enviar el "paquetazo" al Congreso, organismo reincidente en aprobar leyes y contratos lesivos al país obviando nimiedades como ocuparse de leerlos.

Y no es solo la insidia fiscal del gobierno lo que nos afecta. La corrupción oficial ha convertido el país en una colosal letrina moral de 48,400 km2, donde ha venido a parar la hez de la humanidad, estableciendo cuarteles para los narcos, lavadores de activos, pedófilos, contrabandistas, falsificadores, tratantes de blancas, mafias mineras, artísticas y criminales internacionales de toda laya.

Entonces….  Que nos queda???

Luchar por nuestra supervivencia como Nación, re-encontrar nuestras gónadas, concienciarnos, organizarnos y movilizarnos, para OBLIGAR al gobierno PLDista  -y a sus socios blancos y colorados-  a actuar dentro de la legalidad y lo justo.

Para OBLIGAR al gobierno a poner los intereses de las grandes mayorías nacionales en primer plano, como es SU DEBER, y disponernos a usar LA DESOBEDIENCIA CIVIL como arma de presión.

Se pretende que los obreros, los campesinos, las amas de casa, los empresarios, los comerciantes, los venduteros, los ancianos, los jóvenes y los niños  -en fin, el pueblo entero- sacrifiquen sus esfuerzos, sus estómagos, su salud y sus esperanzas para mantener la oprobiosa vida lujosa de la canalla de zánganos que  -ilegítimamente-  nos gobierna.

Si el gobierno persiste en su agresión a los intereses económicos de la Nación, LA DESOBEDIENCIA CIVIL debe ser la respuesta militante del pueblo todo, pues este ataque atenta contra nuestro derecho a la subsistencia digna y al disfrute de los beneficios de nuestros esfuerzos.

Los dominicanos, no importa en qué latitud nos encontremos, debemos aunar voluntades para recordarle al gobierno PLDista, protestando enérgicamente y por cual vía posible, que:

"Es esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión" (DUDH).