Salgo a caminar
Por la cintura cósmica del Sur
Piso en la región
Más vegetal del viento y de la luz
Siento al caminar
Toda la piel de América en mi piel
Y anda en mi sangre un Río
Que libera en mi voz su caudal
Sol de alto Perú
Rostro Bolivia estaño y soledad
Un verde Brasil
Besa mi Chile cobre y mineral
Subo desde el sur
Hacia la entraña América y total
Pura raíz de un grito
Destinado a crecer y estallar
Todas las voces todas
Todas las manos todas
Toda la sangre puede
Ser canción en el viento
Canta conmigo canta
Hermano americano
Libera tu esperanza
Con un grito en la voz
Música: César Isella
Texto: Armando Tejada Gómez
En esta reflexión sobre la factibilidad de una futura Comunidad Latinoamericana hago, en primer lugar, referencia a los precursores de las ideas americanistas, desde que se perfila como proyecto futuro: Andrés Bello, José Martí, José Enrique Rodó entre otros, Simón Bolívar, Pedro Henríquez Ureña, Moreno Jimenes. Luego, hago alusión a los diferentes Pactos y Acuerdos existentes en la región y que contribuyen en lo económico y político a acercar estos países más y más. Me refiero de paso al mestizaje, a la identidad cultural y linguística que une a los latinoamericanos, factor que favorece la unidad entre nuestros pueblos en pos de una meta común en el futuro.
El americanismo es una corriente que existen tanto en la historia del pensamiento latinoamericano como en su literatura, y viene de una preocupación honda por saber quienes somos ante el mundo y hacia donde nos encaminamos, otro antecedente, indiscutible, las ideas integracionistas del libertador Simón Bolívar, quien ya aspiraba en el plano político a una Confederación entre los pueblos latinoamericanos. Las reflexiones, en este sentido, fueron luego continuadas, desarrolladas y ampliadas desde diferentes ángulos y perpectivas por literatos, pensadores, maestros, orientadores y poetas: Andrés Bello, José Enrique Rodó, José Martí, Eugenio María de Hostos, Pedro Henríquez Ureña y Domingo Moreno Jimenes. Cada uno de ellos, con sus nuevas visiones y consideraciones fueron contribuyendo a que la alta cumbre que simboliza esta meta vaya definiéndose afirmando sus "curvas", delimitando sus "contornos".
Las ideas y escritos que favorecen esta unión han conocido sus altibajos y, como luz intermitente, "vuelve y se va". Para muchos es un sueño utópico, empero, para los que creemos que los grandes proyectos y las grandes obras fueron siempre, primero, un leve o pálido pensamiento, incluso hasta informe, antes de llegar a ser consistencia, color, realidad, sí creemos en la factibilidad de su realización, en que esta fusión es capaz de volverse un hecho concreto.
Detengámonos, en primer término, en los orígenes, el carácter del debate, los pasos que ya se han efectuado en este sentido y las razones por las que estamos convencidos que, aunque este no es un sueño compartido por muchos, no es algo imposible sino realizable. Así también nos referiremos al papel que debemos asumir y nuestro compromiso en tanto que representantes de las nuevas generaciones de latinoamericanos dispuestos a contribuir a que nuestras sociedades avancen en un sentido de progreso, bienestar, armonía, solidaridad, teniendo como norte juntar nuestros esfuerzos hacia la mayoría.
Es preciso, antes que nada, un resumen aclaratorio:
¿En qué consiste esta vertiente americanista? Todos estos autores latinoamericanos, recién mencionados, se acercaron a la historia, al pasado, a los valores propios de nuestro continente, buscando entendernos, definirnos como pueblo, como cultura y viendo nuestro destino y rol a desempeñar en el futuro.
Por ejemplo Andrés Bello(1781-1865) [1], en 1823 proclamó la independencia intelectual y literaria de Latinoamérica, en la primera de sus Silvas americanas, cuando nos invita a que elogiemos nuestra tierra a través del intrínseco valor de uno de sus frutos típicos, cuyo tono y esplendor nos recuerda o hace pensar en la riqueza de su sol y en su maravillosa reserva, alimento principal de nuestras antepasadas culturas:
„Cantemos al maíz cuyo tesoro[2]
es lingote cabal en la mazorca,
y en cristalización de sol madura,
o pálidos topacios monta en joya."
El cubano José Martí (1853-1895)2 declaró que Hispanoamérica tenía la esperanza y el deber de encontrarse a ella misma poéticamente. El americanismo que defiende tiene como fundamento la dignidad común de todos los hombres, ya que la moral es algo fundamental en el ideario martiano. Se refiere, por su parte, a que los países americanos deben conocerse a sí mismos y entre sí, unos a otros y, a partir de ahí, visualizar "la necesidad de apoyarnos con sentido de unidad hispanoamericana".
Sin embargo, deja bien claro que es imprescindible no copiar modelos o sistemas europeos o de otras sociedades, pues son ajenos a nuestra realidad, considera todo tipo de enajenamiento, como algo artificial e inadecuado:
"El buen gobernante en América no es el que sabe cómo se gobierna el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está hecho su país y cómo puede ir guiándolos, para llegar por métodos e instituciones nacidos del país mismo, a aquel estado apetecible, donde cada hombre se conoce y ejerce. El espíritu del gobierno ha de ser el del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país" (Nuestra América).
El insigne poeta y pensador cubano, sin desconocer el progreso de la ciencia, ni ignorar el legado cultural de las diversas sociedades del globo, sustenta que debemos apoyarnos en la vida de nuestros pueblos, para saberla gobernar en el sentido del bienestar, la justicia y la libertad para todos, afirma que los males de la conducta que busca copiar lo extranjero, tiene su origen en el estilo impuesto por la colonia, que ni permitió ni dejó espacio para que se manifestaran y desarrollaran la cultura propia de nuestro continente, conducta que se mantienen hasta después de haber logrado la Independencia y la República:
"¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América? A adivinar salen los jóvenes al mundo, con antiparras yanquis o francesas, y aspiran a dirigir un pueblo que no conocen. En el periódico, en la cátedra, en la academia debe llevarse adelante el estudio de los factores reales del país".
_________
[1]Andrés Bello: Escritor, filólogo, jurisconsulto y político nacido en Caracas. Uno de sus discípulos fue Simón Bolívar. Fue el primer rector de la Universidad de Santiago de Chile. Obras poéticas: „El Arauco", „Alocución a la poesía" „La agricultura de la zona tórrida".
Obra filológica: Gramática Castellana.
Obras jurídicas: Código Civil Chileno, Tratado de Derecho Internacional.
2 José Martí: Escritor y político quien participó por la causa de la Independencia. Fue enviado a presidio y más tarde desterrado a Espana. fue uno de los iniciadores del modernismo.Compuso los libros de poesía: „Ismaelillo", „Versos libres" y „Versos sencillos", murió combatiendo en Dos Ríos.