La Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, forma parte de las llamadas instituciones "descentralizadas" del Estado dominicano. Ese concepto de "descentralización" es muy ambiguo y hueco, porque, en gran parte, la UASD depende de un presupuesto anual que, como "Universidad Pública", le asigna "por Ley", el Congreso Nacional.
Esa ley que obliga a la asignación del presupuesto para la UASD, es Ley #5778, promulgada por el Poder Ejecutivo el 31 de diciembre de 1961, la cual garantiza su autonomía , lo que está consignado en la Constitución de la República y ratificado mediante la Ley 139-01 del 13 de agosto de 2001, mediante la cual "se sustenta en un modelo de Universidad Nacional" (Ver Estatuto Orgánico Reformado en las sesiones del 25 de enero al 8 de febrero del 2012).
La Ley 5778 conmina al gobierno dominicano a entregar a la UASD el 5% del presupuesto nacional, lo cual NUNCA se ha cumplido por parte de ningún gobierno, desde su promulgación, hasta la fecha. Dentro de los gobiernos de PLD, el Dr. Leonel Fernández, fue el único presidente de la República que mayor soporte económico (como aporte presupuestal), le otorgó a la UASD, pero tampoco cumplió con lo planteado por ley.
En estos gobiernos de mi partido (PLD)
encabezados por el compañero Danilo Medina, se tenía la esperanza de que se cumpliera  con lo estipulado por la referida Ley, siendo todo en vano, aunque todavía esperamos del superior gobierno una "visita sorpresa a la UASD", con la esperanza de que nos brinde el mismo "cariño" que hoy le brinda a algunas universidades privadas.
La relación de la UASD con el gobierno, en toda la historia que conocemos, ha sido tirante y sostenida de manera irresponsable de ambas partes, cuando debe ser un vínculo fluido,  de respeto y de transparencia ante la sociedad y el mundo. Por más que la UASD pretenda "ocultar" el más mínimo papelito, sabemos que el gobierno conoce todo cuanto sucede en la UASD, en todos los planos: En lo docente, en lo administrativo, en lo estudiantil y en lo institucional. El gonierno, desde sus instancias, está vigilante en la UASD de manera directa, desde los  organismos de la seguridad del Estado y eso es correcto, porque responde a sus funciones de defensa de la seguridad nacional y la UASD no está exhenta  de eso, la UASD es parte de los organismos del Estado dominicano y su "autonomía", hoy asumida de manera irresponsable, la obliga a respetar sus linderos jurídicos y administrativos.
El gobierno, frente a la UASD, también debe actuar con responsabilidad y transparencia, otorgándole a la UASD el presupuesto que la ley le confiere (el 5% del Presupuesto Nacional) y dejar de ponerla de rodilla, como si se complaciera al verla mendigando un pírrico presupuesto cada año. Eso no debe seguir siendo así. Es el momento de que ambos entiendan sus vínculos y sus responsabilidades históricas y dejar de actuar, ambas instancias, con innegable irresponsabiliadad social.
Ambas partes han incumplido con sus compromisos de ley. Lo ético es que la UASD y el Gobierno se sienten a revisar sus compromisos institucionales y cumplan con la sociedad. Si yo fuera el gobierno, le reclamara a la UASD la presentación de Planes Programáticos Estratégicos por años y que estén estrictamente apegados a los postulados sostenidos en la Ley Orgánica de la Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana 2030.
Si yo fuera la UASD le exigiera al gobierno cumplir con lo que la Ley le obliga y de no cumplir, lo interpelara ante las instancias jurídicas pertinentes, pero antes, estableciera una tanda de "Lobby Gubernamentales". Es decir, asumiera como puente vinculante al Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), como referente oficial y para eso, designara como "lobbystas gubernamentales", a dos de los tantos vagos "asesores" que cobran por subir y bajar escalones en nuestra academia, para que así justifiquen su sueldo.
Llegó el momento de revisar la relación de la UASD con el gobierno y con la sociedad dominicana. La UASD no puede seguir "suelta", sin dolientes que le reclamen de manera madura y con sensatez sus obligaciones  sus derechos; pero tampoco el gobierno debe seguir haciéndose el loco…violando sus propias normas jurídicas frente a la UASD, obligando a "huelgas" y alborotos que contribuyen a que terceros violenten y ultrajen la imagen pública de la UASD, aplicando una política de "golpes blandos", como si se tratara de irla acorralando, con el objetivo de tácticamente aniquilarla (?). Ambas instancias se necesitan y deben convivir de manera armónica, sin dejar de cumplir sus funciones frente a la sociedad y el mundo.