Como pasa el tiempo. Recuerdo en mi niñez todos los episodios y acontecimientos ocurridos en el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, específicamente los agrios enfrentamientos suscitados entre estudiantes y policías, cuando los primeros exigían lo mismo que después de 40 años exigen ahora.

Lo lamentable es que durante todo este tiempo la alta casa de estudios, en vez de haberse convertido en la principal fuente de la educación profesional y técnica de la Republica Dominicana, lo que se ha convertido es en un centro de acopio de delincuentes, escudados bajo la sombra de “estudiantes universitarios”, que durante décadas han vivido del caos y el desorden.

No ha habido un avance real y satisfactorio en ninguno de los aspectos relacionados con la calidad de educación y la formación profesional.

Muy por el contrario, una carrera de 5 años hoy día en la UASD se extiende por 7, 8 ó  quien sabe cuántos años más. Y eso no es justo. Todo solo porque un grupo de bandoleros organizados en gremios durante décadas se han apoderado del campus, perjudicando a los verdaderos estudiantes, cuyo anhelo es hacerse profesionales y convertirse en entes de producción para poder disfrutar de una vida más digna y provechosa.

Hace apenas unos días fue asesinado el coronel Julián Suárez Cordero, de la Policía  Nacional, un oficial que por su trayectoria se ganó el respeto de todos sus compañeros de armas y de la población. Y para sorpresa, hubo que esperar que el Claustro Universitario autorizara a las autoridades policiales para poder penetrar a sus instalaciones, cosa que solo ocurre en nuestro país.

¿Hasta cuándo tendremos que estar aguantando todas estas vagabunderías y charlatanerías vandálicas? ¿Cuantas décadas más tendremos que esperar para que las autoridades desmantelen de una vez y por todas todos esos grupos de delincuentes cuyo centro de operación está dentro del campus universitario?

¿Como explican los flamantes miembros del Claustro Universitario la introducción de armas de fuego de alto calibre y también las de fabricación cacera, por parte de esos grupos con ideales impropios basados en acciones de corte terrorista? Eso es lo que son y como tal hay que tratarlos y sacarlos del recinto.

Las autoridades Policiales y de Inteligencia del Estado Dominicano, los tienen identificados, saben todos sus movimientos y de lo que son capaces de hacer

¿Entonces qué se espera para actuar sacar del campus universitario a esa escoria?

Considero que los y las dominicanas tienen derecho a capacitarse decentemente, y no es verdad que a este grupo de vándalos se le puede permitir que siga actuando impunemente.

Da pena y vergüenza que la que fuese la Universidad Primada de América hoy día esté entre las peores, cuya matrícula se mantiene porque muchas familias que no pueden costear los estudios de sus hijos en las universidades privadas.

Las autoridades policiales y de inteligencia del Estado deberían inspeccionar pulgada a pulgada el campus universitario y de seguro que se encontrarán con muchas sorpresas, pues si al alto oficial policial lo asesinaron con un fusil, significa que en algún lugar clandestino lo tenían escondido.

Los verdaderos estudiantes nunca han compartido ese tipo de ambiente anárquico supuestamente para reclamar o exigir remuneraciones y otras medidas de corte meramente administrativo.

Hay que desmantelar toda esa estructura, al igual como en su momento lo hizo con la suficiente y responsable gallardía el ingeniero Ramón Pérez Martínez (Macorís) con el Sindicato  de Trabajadores de la desaparecida Corporación Dominicana de Electricidad (SITRACODE), y miren como se acabó el relajo de una vez y por todas.

A veces los presidentes tienen que tomar decisiones e impartir órdenes para desmantelar estructuras peligrosas, como las existentes en la UASD.

Como lo expresó el Jefe de la policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, a estos grupos hay que pagarles con la misma moneda. Olvidémonos de los famosos derechos humanos, que sólo han servido de guarida y escudo para el fomento de la delincuencia en todo el sentido de la palabra.

Soy de opinión de que el Fuero Universitario debe ser eliminado y que las autoridades policiales, militares y de Inteligencia, puedan acceder libremente por el campus, para de una vez y por todas desmantelar estos grupos y que la Universidad Autónoma de Santo Domingo, vuelva a ser lo que en principio fue, desde donde salieron los mejores profesionales en las diferentes áreas del saber con que contamos en la Republica Dominicana.