Dios es amor, es la mayor expresión del amor que puedo describir, y ese amor de Dios esta en todos nosotros, hombres y mujeres, niños y niñas, personas mayores y somos dignos justamente por ese amor y  por ser imagen de Dios merecemos ser respetados.

Muchas veces, en la relación de pareja el amor que un día nos unía, nos hacia sentir ilusión y el movimiento en el estomago al escuchar la voz de la pareja, sencillamente se va.

No hay que buscar culpables, no hay que juzgar a nadie, solo se va, pues como decía la canción del legendario José José, el amor acaba. No quiere decir que no existió, que no era suficiente, sencillamente ya no esta y como no tenemos control de los sentimientos ya no hay nada que hacer.

Cuando esto pasa es difícil, no solo reconocerlo sino afrontar la nueva situación que se da en la pareja. Regularmente comenzamos a hacer intentos de solución, buscamos ayuda terapéutica, hacemos  peticiones a Dios para que cambie los sentimientos que  son reales y que quisiéramos no sentirlos, pero luego de buscar todas las posibles explicaciones, culparnos por ello, pensar en lo que pudimos haber hecho, sencillamente, así se llama DESAMOR y es muy triste, no solo para el que todavía ama y no es correspondido sino para el que un día amo y ya no siente lo mismo.

Hoy quiero decir que la vida de pareja sin amor es un fraude, es desabrida, no sabe a nada, no vale la pena. Esa persona a la que ya no amamos merece respeto, pues sigue siendo imagen de Dios, pero además por ese amor que un día fue deberíamos no conformarnos con seguir dando y recibiendo migajas de amor que no hacen crecer sino que hunde en la tristeza y la desesperanza. Todos y todas merecemos amar y ser amad@s de verdad, no con una caricatura de amor que poco a poco nos lleva a la muerte en vida y que muchas veces resulta peor y degrada nuestra condición de humanos.

Merecemos la oportunidad de comenzar de nuevo, recobrar la auto estima  que en el proceso hemos perdido, aprender a crecer en la soledad que madura y que nos recupera de nosotr@s mism@s, abrir la puerta de un nuevo horizonte y recibir  la alegría de vivir y de seguir amando.