LA RENDICIÓN DE CUENTAS SUSTENTA EL ÉXITO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, LAS EMPRESAS, Y EL TERCER SECTOR
Una sociedad civil empoderada a través de los canales digitales individuales, mayor acceso a los medios de comunicación de masas tradicionales y libertades públicas para manifestar pacíficamente las opiniones se acerca al poder político con la exigencia de mejores servicios públicos.
Los ciudadanos ya no esperan unas elecciones para exigir rendición de cuentas sobre la forma en la que las autoridades de turno invierten o gastan los ingresos provenientes de la recaudación de impuestos o préstamos.
En el caso de República Dominicana, la sociedad está demostrando cada vez más su interés por saber si la gestión pública implementa prácticas de optimización de los recursos. Y esto se extiende, ya que también comienza a hacer dichas exigencias para conlas organizaciones del sector privado.
¿Cómo es posible conciliar las aspiraciones de la sociedad con los diversos sectores? La transparencia podemos definirla como la obligación que pesa sobre las instituciones de toda naturaleza, para dar cuenta a los ciudadanos de todos sus actos, en especial, el uso de los recursos que se les ha confiado al Gobierno, a las empresas y a las entidades sin fines de lucro.
En ese sentido, el llamado que hace la ciudadanía a la transparencia puede ser ignorado; Pero existe una mejor opción: Convertir el reclamo por transparencia en una oportunidad. Los gobiernos, las empresas y las instituciones sin fines de lucro pueden encontrar un aliado en este concepto que se encuentra en el centro del debate ético.
Para las empresas:
Presentar información útil sobre el impacto de las operaciones de una compañía mejora la percepción de la organización frente a la opinión pública, imagen de calidad que se convierte en un activo invaluable. Igualmente, acciones responsables para mitigar los posibles efectos de esa actividad económica, que sean comunicadas de manera efectiva, coloca en otro nivel a la empresa.
El mercado de valores es una oportunidad de financiamiento fresco y a tasas competitivas cuando un buen gobierno corporativo ejerce el control de la conducta organizacional y rinde cuentas con fluidez ante públicos clave como sus accionistas, inversionistas en instrumentos de renta fija, empleados, proveedores, clientes, reguladores y las autoridades tributarias.
En especial, la comunicación interna efectiva retiene el talento de alto valor, puesto que el flujo de información con el propósito de incluir a los colaboradores en las decisiones crea un sentido de pertenencia.
Además, y no menos importante, las empresas privadas transparentes son del agrado de la comunidad en donde operan y provoca que los ciudadanos del entorno sientan suya a esa empresa y la defienda como patrimonio de la comunidad.
Para el Gobierno:
El posicionamiento de mayores niveles de transparencia hace que los ciudadanos se sientan partícipes del desempeño del Estado. La rendición de cuentas sin cortapisas mejora la matriz de opinión sobre la posibilidad de apoyar aumentos de los ingresos por medio del fisco, o inversiones ejecutadas en el marco de alianzas público-privadas.
Un país más transparente eleva su posicionamiento como destino de inversión extranjera, debido a que los dueños de capitales cobran confianza acerca del respeto a sus iniciativas privadas.
La transparencia en la gestión pública crea el escenario para que República Dominicana, o cualquier otro país, alce su voz en los foros internacionales, con calidad moral para proponer cambios a escala internacional que incrementen la competitividad de la nación.
Los dominicanos cada vez estamos más conciente de esta importancia y necesitamos que todo los actores políticos trabajen en esa direcciones para que nuestro país mejore en los indicadores de transparenciainternacional
Para el tercer sector u ONG’s:
La credibilidad es un activo importante para las organizaciones sin fines de lucro, dependientes del apoyo de otros sectores y el talento humano de voluntarios. Este valor se sustenta en comunicar la naturaleza de sus ingresos y el destino que estos tienen, al tiempo que exponer el impacto social de sus tareas.
Interconectar con otras organizaciones con actividades en el extranjero es otro beneficio que las entidades del tercer sector obtienen de ser reconocidas como transparentes en su ambiente local.
La transparencia es una aspiración ciudadana que va en aumento, los gestores con mayor capacidad aprovecharán las múltiples oportunidades reservadas para las organizaciones que rinden cuentas, no por presión social, sino por el compromiso de agregar valor a los parámetros éticos de la nación.