El coronavirus ha hecho recordar obras como “La Peste” de Albert Camus, “El Decamerón” de Boccaccio y “La guerra del Peloponeso” de Tucídides, que describió la plaga que en medio de la guerra azotó Atenas, matando la tercera parte de la población, incluyendo a Pericles. Atenas encabezó la Liga de Delos y fue derrotada por la Liga del Peloponeso, encabezada por Esparta, en una contienda, que duró 27 años. Siendo “estratego” Tucídides fue derrotado por los espartanos en Anfípolis y lo condenaron al destierro por 20 años. En el exilio describió los hechos de la guerra y las causas que la originaron, basándose en sus propias vivencias.
Para explicar el origen de la contienda, Tucídides escribió: “La causa más verdadera, aunque a la que menos se manifiesta en las declaraciones, pienso que la constituye el hecho de que los atenienses, al hacerse poderosos e inspirar miedo a los lacedemonios les obligaron a luchar”. Este párrafo ubicó a Tucídides en el foco de atención de académicos y gobernantes cuando Graham Allison acuñó el término “Trampa de Tucídides” para analizar la confrontación entre Estados Unidos y China, pues en Grecia, tal como diagnosticó Tucídides hace más de 2,400 años: “Fue el surgimiento de Atenas, y el miedo que esto inspiró en Esparta, lo que hizo que la guerra fuera inevitable”.
Allison , de 81 años, es un sabio politólogo ligado a Harvard que desempeñó delicadas funciones gubernamentales en Estados Unidos. Luego de múltiples artículos sobre el tema , que fueron ampliamente analizados y citados , publicó en 2017 su “best seller” “Destinados para la guerra: ¿Pueden los Estados Unidos y China escapar de la Trampa de Tucídides?”
La metáfora de Tucídides “recuerda los peligros que conlleva cuando una potencia en ascenso rivaliza con una potencia gobernante, como Atenas desafió a Esparta en la antigua Grecia o como Alemania lo hizo con Gran Bretaña…” hace poco más de un siglo. Prosiguió Allison: “Con base en la trayectoria actual, la guerra entre Estados Unidos y China en las próximas décadas no solo es posible, sino mucho más probable de lo que se reconoce en este momento. De hecho, a juzgar por el registro histórico es más probable que haya guerra”.
Allison suavizó sus criterios porque durante los últimos 500 años, de 16 casos de confrontación analizados, hubo guerra en 12 casos y por eso proclamó: “La guerra, sin embargo, no es inevitable. Cuatro de los 16 casos de nuestra revisión no terminaron con un derramamiento de sangre”, tal como se reseña a continuación: En el siglo XV España confrontó la hegemonía de Portugal, pero no hubo guerra al firmarse en 1494 el Tratado de Tordesillas. Tampoco hubo guerra entre Estados Unidos y el Reino Unido en los inicios del siglo 20 creándose una “relación especial” vigente hasta hoy día. Además no hubo guerra entre Estados Unidos y la URSS entre las décadas de 1940 y 1980. Por último, no ha habido guerra a partir del 1990 entre el Reino Unido y Francia contra Alemania.
Xi Jinping dijo en Seattle, en el 2015, “No existe la llamada Trampa de Tucídides en el mundo. Pero si los países importantes cometen una y otra vez los fallos de un error de cálculo estratégico, podrían crearse esas trampas”.