Los medios de comunicación han resaltado los avances importantes que promueve el Consejo Económico Binacional Quisqueya. Un punto de la Agenda Bilateral que podría ser esclarecido es el manejo de los recursos naturales comunes ubicados en la zona fronteriza entre la República Dominicana y Haití. En la frontera existe vegetación, fauna, minerales, ríos y muchos otros recursos naturales que valen la pena aprovechar, preservar y explotar de manera sostenible.

La teoría económica tiene mucho que decir acerca del manejo de los recursos comunes. Un artículo pionero de G. Hardin (1968) describía la llamada tragedia de los comunes. Esta situación ocurre cuando se agotan los recursos comunes que son escasos y finitos, pero que son difíciles de impedir que muchos consuman.

Los recursos comunes son un caso similar de aquello que los economistas llaman “bienes públicos”. Estos son los bienes que no son exclusivos ni rivales en su consumo. La única diferencia es que los recursos comunes sí son rivales en su consumo, y los consumidores ­– personas actuando racionalmente en su mejor interés – pueden agotarlos en detrimento de los mejores intereses de la colectividad. Esto suscita problemas de coordinación y problemas de acción colectiva.

Aún ante la falta de colaboración de una de las partes, resulta más favorable que al menos uno de los países tome acciones y dedique recursos financieros para preservar los recursos naturales comunes

Desde Hardin, el estudio de los recursos comunes ha avanzado bastante. Elinor Ostrom –la única mujer que a la fecha ha sido galardonada el premio de Economía del Banco de Suecia – dedicó gran parte de su vida académica al estudio de los comunes.

El agotamiento de recursos que ocurra en cualquier lado de la frontera tiene el potencial de afectar a la otra parte. También pueden ocurrir situaciones de contaminación ambiental internacional. En el lenguaje de los economistas esto se conoce como externalidades negativas transfronterizas. Resulta fútil jactarse de que una u otra parte es más eficaz (o menos pronta en agotar o consumir sus recursos naturales). Por tanto, la colaboración y coordinación entre la República Dominicana y Haití respecto del manejo de los recursos comunes y la reducción de las externalidades negativas que deterioran el medioambiente es esencial.

Aún ante la falta de colaboración de una de las partes, resulta más favorable que al menos uno de los países tome acciones y dedique recursos financieros para preservar los recursos naturales comunes. Esta acción unilateral sigue siendo más deseable que simplemente no hacer nada. Esto es algo que se debe analizar seriamente, sin pasiones sensacionalistas, porque la inactividad de cualquier lado de la frontera tendrá un impacto en la totalidad de la isla. La República Dominicana y Haití son dos naciones que comparten la Hispaniola, y por tanto están solidariamente obligados a coordinar sus acciones para preservar los recursos comunes que existen en su frontera.

El manejo de los comunes es un tema de estudio y de análisis extremadamente importante para la formulación de políticas públicas. Es recomendable que el Consejo Económico Binacional Quisqueya –y las autoridades dominicanas competentes – consideren incluir este tema como compromiso de ambos países y de sus grupos de interés.