Durante las últimas semanas hemos visto muchos sucesos que -sin lugar a dudas- pasarán a la historia como momentos importantes en el siglo XXI.
La muerte de Hugo Chávez y el nombramiento del primer Papa latinoamericano, son hechos que estarán presentes en los libros de historia en 100 años… De igual forma en como hoy se estudia lo que pasó en 1913:
- El Imperio Otomano renuncia a sus territorios europeos, con excepción de los estrechos, y propone la independencia de Albania.
- Tíbet proclama su independencia de China.
- El papa Pío X prohíbe las películas de contenido religioso (que considera “obra del demonio”) y la tradicional exhibición de películas en las iglesias de los pueblos.
- En Nueva York se inaugura la Grand Central Terminal, la mayor estación ferroviaria del mundo.
- En las Filipinas se realiza la primera edición de los Juegos del Lejano Oriente.
- En Barcelona finalizan los trabajos promovidos por el Institut d’Estudis Catalans con el objeto de normalizar ortográficamente la lengua catalana.
- En la Ciudad de México se inicia el movimiento armado conocido como la Decena Trágica, que culminará con la muerte del presidente Francisco I. Madero.
- En Francia, Raymond Poincaré es nombrado Presidente y ordena la prolongación del servicio militar para hacer frente al rearme alemán.
- En Estados Unidos Woodrow Wilson toma posesión como Presidente.
- Canberra se convierte en la capital de Australia.
- Estalla la Segunda Guerra de los Balcanes.
- En Sudáfrica, Mahatma Gandhi es arrestado mientras lidera la marcha de mineros indios.
- En Buenos Aires se inaugura el Subte, primera red de trenes subterráneos de Iberoamérica y el Hemisferio Sur.
Pues si.
Sucesos como estos acontecieron hace 100 años y hoy los vemos impregnados en libros de historia.
Si bien cada libro de historia (o más bien su autor) tiene una visión/teoría del porque de los sucesos que ocurrieron en el tiempo, es importante jamás perder de vista que la diversidad de visiones y opiniones es algo que debería de enriquecer, más allá de causar diferencias y conflictos.
Siempre he escuchado que en temas de política y de religión no se puede/debe discutir.
Sobre dicha frase, tengo dos cosas que decir:
- Dos personas brutas o intransigentes, efectivamente NO pueden discutir de política ni de religión.
- Dos personas inteligentes o abiertas, SI pueden discutir de política y de religión, ya que están dispuestas a escuchar, respetar y hasta aprender de su prójimo.
Walt Whitman dijo “Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano”. Este es un gran ejemplo de una persona inteligente/abierta.
George W. Bush dijo “¡Quien no esté conmigo, está contra mí!”. Este es un gran ejemplo de una persona intransigente.
Todo esto lo menciono porque durante las últimas dos semanas, a consecuencia de la muerte de Hugo Chávez y del nombramiento del primer Papa latinoamericano, he tenido la oportunidad de escuchar distintas posturas y opiniones, respetando –SIEMPRE- todas, a pesar de nos estar de acuerdo con muchas.
Así soy, me gusta conocer las opiniones de todo el mundo, ya que considero que es una excelente forma de aprender y de conocer, más allá del círculo de uno.
En todo este proceso por aprender, me he encontrado a personas que NO están dispuestas a escuchar ni a aprender. ¡Bien por ellos y su pequeño mundito! Pero donde definitivamente pinto mi línea son con las personas que no solamente NO quieren aprender ni escuchar (y se sienten dueños de la razón y verdad), sino que critican a aquellos que piensan distinto a ellos.
Típico:
- El ateo puede entender que haya creyentes, pero el creyente jamás podrá entender que haya ateos.
- Los Anti-Chavistas pueden entender que haya gente que admire a Hugo Chávez, pero los Pro-Chávez jamás entenderán que haya gente que no admire al hoy fallecido Presidente.
- Aquellos a favor del derecho de la mujer pueden entender que haya personas en contra del aborto, pero los anti-aborto jamás podrán entender que haya gente que este a favor de que la mujer decida sobre su cuerpo.
Tres situaciones típicas del día a día, y así podría enumerar muchas más, pero creo que ya se entendió.
Sin entrar a detalle sobre toda la situación con Hugo Chávez o mi postura sobre la iglesia católica y su nuevo líder, creo importante decir que este mundo es tan rico (o pobre) no por cifras económicas, sino por la alta (o baja) capacidad de los seres humanos de respetar creencias, opiniones y formas de ver la vida.
En conclusión, tan seguro estás tu de tus creencias, como aquel que cree lo contrario, por lo que deja de juzgar a quien piensa diferente a ti y comienza más a tratar de aprenderle.
@RaulBaz