Las Invasiones de Toussaint Louverture.-
Desde finales de la época colonial, las relaciones entre Haití y República Dominicana se han caracterizado por los constantes conflictos fronterizos, territoriales, y las violaciones de los tratados fronterizos vigentes llevadas a cabo por los haitianos. A diferencia de lo que han planteado muchos intelectuales en el sentido de que las invasiones haitianas al lado Este de la isla tenían el “sacrosanto” propósito abolicionista; al hacer un concienzudo análisis de los hechos, debemos decantarnos por sentar, que el verdadero proyecto ha sido siempre hacer la Isla “una e indivisible”. Hagamos un poco de historia de tales incursiones.
Entre los meses de octubre y noviembre del año de 1794 Toussaint Louverture lleva a cabo acciones ofensivas en toda la zona fronteriza entre las colonias Francesa y Española. Los resultados de esta invasión fueron las tomas de posesión por las hordas haitianas, de las localidades de los poblados de San Rafael de Angostura, San Gabriel de las Caobas, Hincha, y San Miguel de la Atalaya.
Un año después, se firma el Tratado de Basilea, el 22 de julio de 1795, mediante el cual, España cede la posesión de sus tierras en la isla (El Santo Domingo Español) a Francia; Toussaint Louverture invade los antiguos territorios españoles en enero de 1801 para tomar posesión de los mismos en cumplimiento de lo dispuesto en el Tratado, que aún no se había implementado. Al mando de unos 7 mil hombre llega a la ciudad de Santo Domingo y vence a los comandantes de las defensas Domingo Pérez y Francisco Reyes, obligando a que le sea entregada la llave de la ciudad. Así se cumple con el eterno sueño haitiano de unificar la isla, promulgando una Constitución el 29 de agosto de 1801 cuyo primer artículo establecía textualmente que: “Santo Domingo y sus islas adyacentes forman parte del Imperio francés pero sometida a leyes particulares”.
Las acciones de los invasores rayaban en la barbarie pues, fueron saqueados los templos, se desarmó a todos los dominicanos y fueron convocados sin excepción para ser degollados en la plaza pública (hoy Parque Colón). Sin embargo esto no llegó a ejecutarse por la intervención del General Jean Paul Louverture, hermano de Toussaint. No corrieron la misma suerte los soldados componentes del regimiento fijo de la ciudad capital llevados como prisioneros en su retirada hacia Haití, quienes fueron pasados por cuchillo en las orillas del Lago Azuey.
Invasión de Dessalines.-
Recordemos que más adelante, el 1ro. de enero de 1804 los haitianos proclaman la independencia de Haití, luego de rebelarse bajo el mando de Jean Jaques Dessalines, y vencer a las tropas francesas comandadas por Charles Leclerc.
La siguiente invasión se efectúa en el mes de marzo de 1805 cuando el ya auto nombrado Emperador Jacobo Iro., que no es otro que Dessalines ataca la parte oriental de la isla que aún se encontraba defendida por las tropas francesas al mando del General Ferrand. Los haitianos se ven obligados a retroceder ante los refuerzos que recibían las fuerzas francesas que desembarcaban en la ciudad. En su retirada, los haitianos arrasan con todo lo que van encontrando a su paso quemando todo lo que pudiera ser útil a dominicanos y franceses abarcando tal acción todos los víveres, ganados, incluso a personas, erigiéndose en muestra de esto, los degüellos de Moca y de Santiago. También hubo grandes actos vandálicos y asesinatos en las ciudades del Sur, en especial en Azua. Los comandantes de tropas de Dessalines recibieron y ejecutaron órdenes de hacer lo mismo en Cotuí, Monte Plata, y San Pedro de Macorís, entre otras, donde sólo dejaron devastación, fuego y sangre.
Invasión de Boyer.-
Para el año 1816 gobernaba en Haití Alexandre Petión y obtuvo perpetuidad de su cargo promulgando una Constitución que rigió también más adelante al Pueblo Dominicano. En esta Carta Sustantiva se estableció la tesis que fuera el primero en sostener Toussaint Louverture de que “La Isla es una e indivisible”, pues los Artículos 40 y 41 dejaban sentado tal precepto. Veamos textualmente estas disposiciones:
Art. 40.- La Isla de Haití (antes llamada de Santo Domingo) con las islas adyacentes que de ella dependen, forman la República de Haití.
Art. 41.- La República De Haití es una e indivisible, su territorio se organiza en los siguientes departamentos: Sur, Oeste, Artibonito y Norte; cuyos límites fueron establecidos por la Ley de la Asamblea Central de Santo Domingo con fecha 10 de julio de 1801. Los demás Departamentos serán designados por una ley que fijará sus límites.
Entretanto, en Santo Domingo se había efectuado el levantamiento de Ciriaco Ramírez y Juan Sánchez Ramírez derrotando a Jean Louis Ferrand en la Batalla de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808. Pero España dejó a su suerte la colonia hasta que el 30 de noviembre de 1821 José Núñez de Cáceres produce un golpe de Estado y establece lo que se conoció como “Independencia Efímera”, y los movimientos pro-haitianos comenzaron a patrocinar a Boyer que ya había asumido los planes unificadores de la isla.
Jean Pierre Boyer invadió la naciente república ocupando la parte oriental de la isla con unos 12,000 hombres que no encontraron resistencia pues, Núñez de Cáceres no había concitado apoyo en los sectores más pudientes de la sociedad, ni pensaban muchos dominicanos que se pudiera enfrentar con éxito la soldadesca haitiana.
En 22 años de dominio haitiano, periodo en el cual no hubo forma de hacer posible la unificación, pues los dominicanos no asimilaban la forma de vida, costumbres, y tradiciones haitianas, por lo que eran constantes las manifestaciones de descontento que ocasionaban reyertas y cruentos enfrentamientos. Así iniciaron los planes conspirativos de los patriotas dominicanos que propugnaban por la separación definitiva del Pueblo Haitiano. Todo esto tuvo como resultado final y glorioso la Independencia Dominicana, seguida por el período de 12 largos años de defensa de nuestra libertad ante las invasiones y ataques de los haitianos; pero los dominicanos nunca hemos invadido.
Finalmente….
En la pasada gestión de Michel Martelly, en una entrevista que le hiciera la presentadora de televisión Nuria Piera, este afirmó y se confesó favorable a los planes de unificar la isla. En el mismo tenor, se han expresado otros líderes haitianos que en campaña política ofrecen a sus correligionarios, borrar la frontera terrestre entre las dos naciones.
Los hechos de la historia no se pueden tergiversar ni ocultar, están cabalmente documentados y el pueblo debe conocerlos. Sobre aquellos hechos en particular, debemos hacer la conexión con los actuales y sacar nuestras conclusiones.