“Ya estamos en la Tercera Guerra Mundial”, ha dicho el Papa Francisco.

No tiene que haber intercambios nucleares ni ojivas aire-tierra teledirigidas.

Desde hace tiempo, Rusia ha tenido ‘fuerzas especiales” (Spetsnaz) asentadas en territorio sirio, luchando junto a tropas iraníes que defienden a Bashar al-Asad.

Después de haber bombardeado a medio mundo en territorios controlados por los “yihadistas fanáticos”, armados y apoyados por Saudi-Arabia, Qatar, Israel y los Estados Unidos, los aviones rusos dizque se han retirado del área, pero han dejado en tierra a sus comandos (Spetsnaz), o “fuerzas especiales”.

Por otra parte, Estados Unidos, además de continuar bombardeando a los otros yihadistas, acaba de aumentar el número de “fuerzas especiales” que luchan contra el ejército sirio. En otras palabras, que existe una confrontación indirecta entre Rusia y los Estados Unidos en el teatro sirio.

El término de “fuerzas especiales” es un eufemismo usado en guerras tecnológicas sofisticadas y diabólicas. Se infiltran en las líneas enemigas (Boinas Verdes, Navy Seals, comandos Delta). Literalmente el término de “fuerzas especiales” significa: “grupos terroristas de súper soldados entrenados a borrar del mapa a ciudades enteras”. Aunque una de sus funciones es la de recabar información y entrenar a los soldados locales, toman también parte directamente en las guerras, tanto en las tradicionales como en las guerras de guerrillas. Son expertos en explosivos y en tácticas sofisticadas para obtener objetivos bélicos específicos. Son comandos profesionales especializados en infiltración y en destrucción masiva.

Para añadirle más leña al fuego, Barrack Hussein Suetoro Obama acaba de enviar 250 fuerzas especiales adicionales a Siria y 215 a Irak, sucumbiendo a las exigencias de los neoconservadores del Pentágono, quienes desde hace tiempo han estado tratando de convencerlo de involucrarse más en la contienda. Es lo que el veterano periodista investigativo Symour Hersh llama “el teatro de lo absurdo”. Estas son sus palabras: “En política internacional Barack Obama ha sido una gran desilusión. Ha seguido los pasos de su predecesor, George W. Bush. Prometió salirse de las arenas movedizas de Afganistán y mantiene allí a más de 37,000 soldados, haciendo todo lo contrario de lo que había prometido. Ahora se envuelve aún mas en Siria”.

Como si esto fuera poco, Craig Hewlet, otro periodista investigativo de renombre, afirma que en Siria están operando desde hace tiempo tropas chinas (¡!) y que aquello es una gran conflagración internacional.

Esto le da la razón al Papa Francisco quien, sin ambages, ha declarado que estamos presenciando la Tercera Guerra Mundial.

Entre muchas otras cosas, Craig Hewlet acusa a Barrack Obama y a Hillary Clinton de la descalabrada situación en Siria, sin que nadie les haya pasado cuenta a ambos. Acusa directamente a los principales medios de comunicación de complicidad intencional en estos hechos.

“Estamos viviendo en una oligarquía, no en una democracia”-dice Hewlet. Eso mismo ha dicho el ex presidente Jimmy Carter. “Tanto el Congreso como la Casa Blanca están y han estado controlados por las grandes corporaciones internacionales que abogan por un régimen global que controle al mundo”.

“Novus Ordo Seclorum” (Nuevo Orden de los Tiempos”).

En su nuevo libro “The Hydra of Carnage” (La Hidra de la Carnicería), Craig Hewlet habla sobre la élite corporativa que controla la política de los Estados Unidos, refiriéndose a ella como una “global criminal enterprise” (operación criminal mundial). En la mitología griega, “hidra” era un animal mitológico que destruía todo lo que encontraba a su paso.

John Kerry, el actual secretario de estado estadounidense, acaba de declarar que la situación en Siria está fuera de control. Esto quiere decir, que los yihadistas saudís y libios, defendidos por la ”Coalición” (Estados Unidos, Arabia Saudita, Israel y Turquía) están siendo derrotadas por las tropas de Bashar al-Asad, asistidas en tierra por fuerzas rusas e iraníes.

No hay dudas de que estamos presenciando el inicio de lo que muy bien podríamos llamar “la tercera guerra mundial”, la cual, de acuerdo con el gran vidente judío del siglo XVI convertido al cristianismo, Michel de Notre–Dame (Nostradamus), iba a escenificarse donde todo había empezado: en el Medio Oriente.

En esas estamos mientras esperamos el desenlace del próximo 16 de mayo.

Contestándole a mi dilecto hermano, el Obispo Emérito, Telésforo Isaac:

No será ni como Babel ni tampoco como Pentecostés, aunque en Babel han vivido trepados todos los partidos políticos dominicanos desde antes de la creación.

Alia iacta est” (la suerte está ya echada), tal como dijo Julio Cesar antes de cruzar el Rubicón. Sin embargo, ni nuestras iglesias ni nuestro pueblo han cruzado del otro lado todavía.