Conocí esta teoría a través de la buena amiga y excelente profesional Dra. María Domínguez, Psiquiatra y Terapeuta Familiar con quien tengo el honor de compartir espacios de trabajo. La difundimos en el programa de radio y luego la presenté en algunas conferencias y talleres. Tiene la facilidad de que en un lenguaje sencillo deja claro lo que los seres humanos necesitamos para vincularnos de manera sana y evitar el maltrato.

Surge de un grupo de teóricos que tiene muchos años trabajando en el área de los buenos tratos en la infancia, como el Dr. Jorge Barudy, quien desarrolló el concepto de  “Cultura del Buentrato” ; el pediatra J. García Pérez y el antropólogo Diego Pólit, unidos a Teóricos del apego y Neuropsicólogos.

Esta propuesta me parece una excelente oferta de parte de estos profesionales para todos los ciudadanos del mundo y la quiero asumir como dominicana.

Con mucha frecuencia pensamos que los cambios a nivel social están todos a cargo de los gobiernos y muchas veces las expectativas de los ciudadanos, no sólo están por encima de las posibles, sino que, en este  “esperar del gobierno”, se anulan a sí mismos en la posibilidad de aportar al  bienestar propio y al general. Lo que quiero decir es que al Estado le toca una parte y a los/as ciudadanos/as les toca otra.

Justamente la simpleza y a la vez la profundidad de esta propuesta, me parece que es un instrumento idóneo para que nos apropiemos de la responsabilidad personal que tenemos en la prevención de la violencia y la erradicación de los malos tratos.

Regularmente gastamos el tiempo en quejas, críticas y juicios que no llevan a ningún lado, perdiendo de vista la oportunidad hermosa de aportar con la conducta individual a la construcción de la paz en nuestro país. El padre o madre que golpea a sus hijos es una persona individual; el hombre que asesina a su ex pareja es una persona individual; la joven que le grita a su hermanito o la profesora que golpea con una regla a su alumno, todos y todas son personas individuales. Sólo bastaría con que pensaran un poco y asumieran el compromiso personal frente a la construcción de una nueva cultura de relación en sus casas, sus trabajos, con los más queridos y los conocidos.

De acuerdo a estos autores El Buen Trato se refiere a relaciones que favorecen el crecimiento y el desarrollo personal. Son formas de relaciones que generan satisfacción y bienestar, pues se refiere a interacciones que promueven un sentimiento mutuo de reconocimiento y valoración.

Aquí les comparto de manera resumida los 5 elementos del Buen Trato descritos por J. García Pérez:
El Reconocimiento. Implica que la OTRA PERSONA existe al igual que YO. Que tiene características, intereses, necesidades y formas de expresión únicas y son tan importantes como las mías.

La Empatía. Es la capacidad de entender y comprender qué siente, cómo piensa y por qué actúa de determinada manara la otra persona. Validar su historia y desde ella entender su conducta.
La Comunicación Efectiva. Que incluye dos elementos, la posibilidad de expresarse con seguridad y claridad. Esto es, decir  lo que queremos y sentimos sin subterfugios ni dobleces. Y por otra parte, saber escuchar sin juzgar. Que implica no sólo la  escucha activa, sino liberarse de prejuicios para aceptar el punto de vista de la otra persona.

La Interacción Igualitaria. Se refiere al uso adecuado del poder y las jerarquías. Entender que el poder se refiere a la capacidad de influir en la vida de los demás y sólo tiene la función de facilitar la convivencia humana y asegurar las condiciones básicas para la vida. De manera que las posiciones de poder más que beneficios personales,  lo que generan son responsabilidad y representatividad de las necesidades de los demás.

La Negociación. Es la capacidad de afrontar los conflictos de manera que todas las partes queden satisfechas.  Gestionar la fórmula ganar-ganar en la manera de llegar a acuerdos cuando las partes tiene posiciones encontradas.

Como ven se trata de un planteamiento muy concreto y aplicable en cada una de las relaciones entre los humanos.

La propuesta es que cada persona que lea este artículo se atreva a iniciar un cambio en sus relaciones y así, poco a poco, nos hacemos protagonistas  de la construcción de la paz en nuestro país.