La teoría de juegos consiste en el estudio minucioso de modelos matemáticos que busca medir la interacción estratégica de individuos racionales a la hora de tomar decisiones. La teoría de juegos ha sido aplicada o es aplicable en todas las ciencias sociales, y en distintas áreas del saber como las ciencias computacionales. El primero en aplicar la teoría de juegos en la praxis política, fue el exasesor de seguridad nacional de los presidentes Kennedy y Johnson, McGeorge Bundy durante la crisis de los misiles entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, que colocó al mundo al borde de un Armagedón nuclear. Con la aplicación de la teoría de juegos Bundy pudo llegar a un punto de equilibrio en las negociaciones con los soviéticos, lo que evitó un desenlace fatal para ambas partes. 

En la teoría de juegos existe un concepto que se aplica de forma constante en el diseño de estrategias cuando existen dos o más jugadores en busca del mismo objetivo. Este concepto es denominado el Equilibrio de Nash, que se lleva su nombre en honor al matemático estadounidense John Nash, ganador del Premio Nobel de Economía en 1994, el cual obtuvo por sus innumerables aportes a este campo de la teoría de juegos. El Equilibrio de Nash consiste en una solución bajo un esquema que no exista cooperación en un juego donde existan dos o más jugadores, en el que se supone que cada jugador conoce las estrategias de equilibrio de los demás jugadores, donde ningún jugador tiene nada que ganar al menos que decida cambiar su propia estrategia.  En términos de la teoría de juegos, si cada jugador ha elegido una estrategia, y ningún jugador puede beneficiarse cambiando las estrategias mientras los otros jugadores mantienen las suyas sin cambios, entonces el conjunto actual de opciones de estrategia y sus pagos correspondientes constituyen el Equilibrio de Nash.

Un ejemplo ilustrativo del Equilibrio de Nash sería el siguiente: Imaginémonos por un instante, que Juan y Pedro se están jugando ajedrez. Juan está tomando la mejor decisión posible en sus jugadas, mientras que Pedro permanece sin alterar su decisión a la hora de ejecutar sus jugadas. Sin embargo, Pedro está tomando las mejores decisiones posibles en cada una de sus jugadas, mientras que Juan mantiene la misma línea. En conclusión, ambos están en el Equilibrio de Nash, ya que ambos están tomando las mejores decisiones dentro de lo posible, sin alterar sus estrategias de juego.

Si extrapolamos el concepto del Equilibrio de Nash, al contexto político actual que vive la República Dominicana, nos damos cuenta de que el Partido Revolucionario Moderno (PRM), y su candidato presidencial, Lic. Luis Abinader tienen altas probabilidades de obtener un triunfo electoral en febrero y en mayo del 2020, respectivamente sin la necesidad de pactar a destiempo con el grupo disidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que encabeza el expresidente de la República Dominicana, Dr. Leonel Fernández, de acuerdo con los siguientes escenarios:

  1. Realizando un pacto a nivel municipal y congresual con La Fuerza del Pueblo y Leonel Fernández, el PRM estaría dándole oxigeno a una estructura política que cuenta con su misma fortaleza política, y que al final de cuentas se nutriría de su potencial electoral, por lo que estaría canibalizando el voto para la segunda fase de las elecciones en mayo. Por ejemplo, los alcaldes electos bajo una alianza PRM-LFP, los pertenecientes al proyecto LFP estarían realizando proselitismo por Leonel Fernández en detrimento de las potencialidades electorales del candidato presidencial del PRM, Luis Abinader.
  2. Si el PRM mantiene la misma estrategia de concertar alianzas con sectores progresistas, y genuinamente opositores pueden lograr una victoria holgada en febrero y en mayo, respectivamente, fruto de la división que vive el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ya que ambas facciones en disputa van a canibalizar el voto entre ambas, lo que le facilita el triunfo al PRM sin necesidad de pactar con ninguna de las facciones en cuestión. Donde existen candidatos del Leonelismo que se quedaron en el PLD, el Gobierno haría todo lo posible para que estos pierdan, ya sea en febrero a nivel municipal o en mayo a nivel congresual.
  3. Al PRM tampoco le conviene pactar con la LFP a nivel presidencial en estos momentos, ya que, de no poder ser inscrita la candidatura presidencial de Leonel Fernández por razones legales, el voto duro de esa legión política pasaría automáticamente a endosar la candidatura presidencial que ostenta esa agrupación política, para de esta forma evitar el triunfo del candidato oficialista, Gonzalo Castillo.
  4. En un escenario de segunda vuelta donde participen: Luis Abinader por el PRM y Leonel Fernández por la LFP, el PLD y el candidato oficialista haría lo indecible para evitar un ascenso al poder de Leonel Fernández, por lo que Luis Abinader y el PRM saldrían beneficiado en esa eventual coyuntura política, lo cual podría estar en tela juicio si el PRM decide realizar una negociación prematura con la LFP.
  5. El mejor escenario para una negociación entre el PRM y la LFP sería a nivel presidencial en caso de suscitarse una segunda vuelta electoral entre: Luis Abinader y Gonzalo Castillo, ya que Leonel Fernández evitaría a toda costa un triunfo electoral del Danilismo gobernante. 

De acuerdo con los principios de la teoría de juegos aplicados al escenario político nacional, vemos con claridad de que el PRM y Luis Abinader, deben mantener la misma estrategia política de concertación de alianzas sin tener que negociar con un adversario coyuntural que podría drenar su base electoral. Con la división del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no importa la estrategia utilizada por uno de los líderes de las facciones, da un como resultado un juego de suma cero, que, a fin de cuentas, benefician a Luis Abinader y al PRM. Sin embargo, si el PRM cambia su estrategia para beneficiar un aliado coyuntural poco confiable estaría propiciando su propia derrota electoral, un hecho que contraviene cualquier prueba de lógica política.