Los rumores han logrado que, durante el último mes, la población – al no tener informaciones oficiales confiables – entre en un estado de pánico y se arriesgue, rompiendo los protocolos ordinarios de prevención de contagio, asistiendo masivamente a los supermercados y farmacias.

Esto ha tenido que ser combatido por el sector empresarial (realizando publicaciones que garanticen el abastecimiento) y por el Estado, que ha tenido que expresamente desmentir estos rumores.

Ahora bien, el día de ayer recibimos una de estas noticias que, al inicio, parecería ser uno de esos rumores pues jamás vamos a imaginar que esta sería la forma en la cual un funcionario público “colaría” una información de esa naturaleza, y más con el histórico desastre que se ha desatado con el miedo al “toque de queda” de 24 horas.

“Se precisa de medidas más restrictivas si queremos resultados en menor tiempo. Los estudios que el Ministerio está haciendo hasta el día de hoy indican una prolongación que sobrepasa el mes de junio”

Así, sutilmente, el Ministro de Salud Pública, Dr. Sánchez Cárdenas, a quien – de cariño – un grupo de amigos hemos denominado “El Boches” por la forma en la que a veces responde a los periodistas, dejó caer una bomba: es necesario aumentar urgentemente las medidas restrictivas.

Aunque “El boches” ha tomado las ruedas de prensa del Ministerio para hacer una labor política, la cual entendemos pues – al final – es un cargo político, no menos cierto es que la naturaleza de la misma es esencialmente informativa. Se busca indicarle a todo el país y la comunidad internacional, al momento del corte, cómo ha afectado el virus a nuestro país. Es esta la información importante, y la que acapara la atención de todo “el mundo”, y escuchar de ese mismo funcionario que él, representante del Estado, nombrado por el partido oficialista, entiende que las medidas deben ser reforzadas, es obviamente un mensaje consensuado por quienes dirigen la política estatal. Eso, lamentablemente, se traduce a – de nuevo – a una inquietud justificada de la ciudadanía.

El Ministro no debió hacer tan ligeramente ese comentario, y debió permitir que sea “el Estado” quien, cuando lo entienda, tome la decisión y la comunique por los canales adecuados. Su sugerencia, en privado al Presidente y su consejo de Ministros.

Finalmente, aunque desde nuestra ignorancia profesional entendemos que estas medidas debieron ser tomadas hace un mes, muchos duchos en la materia así lo han expresado. Estamos convencidos que es necesario, por la salud de todos, ahorcar nuestras libertades sin sofocarnos, para que podamos disminuir el avance del virus en la población y así manejar el impacto que, en una o dos semanas, podríamos estar sufriendo. La decisión debe ser tomada cuanto antes, sea cual sea, pues los niveles de ansiedad en la sociedad empeoran el ánimo mancomunado de sus integrantes, y agregar a esto la incertidumbre que tanto los desaprensivos generadores de “fake news” más los ambiguos planteamientos estatales es, sin lugar a dudas, una fórmula para el desastre.